cardo máximo
Exbarrio de Santa Cruz
En sus calles no viven más de 2.500 vecinos, de los que más de la mitad superan la cincuentena de edad
Si alguna vez fue Santa Cruz un barrio, ya no lo es. En sus calles (el área contenida en el perímetro de Mateos Gago, San José y la muralla del Alcázar) no viven más de 2.500 vecinos, llamémosles residentes estables, de los que más ... de la mitad superan la cincuentena de edad. Y el tamaño de los hogares ha descendido tan dramáticamente que una vivienda con tres ocupantes optaría, hoy por hoy, a los premios de la natalidad aquellos de Franco, cuando condecoraba en El Pardo a matrimonios con 14, 17, 22 hijos, una barbaridad en cualquier caso. La misma barbaridad de desproporción entre vecinos y residentes ocasionales en Santa Cruz, también llamados turistas.
No crean que los datos del desolador primer párrafo de esta columna son humo de pajas. Los dejó caer, casi de soslayo, la profesora Concepción Foronda-Robles, directora de la Cátedra de Turismo Inteligente de la Universidad de Sevilla en la ponencia final de la jornada 'La transformación digital del sector turístico' organizada por ABC de Sevilla, Vocento y Segittur. Allí se habló mucho de monitorización de los movimientos turísticos y de gestión de flujos, por ejemplo para que no se agolpen todos los visitantes a la vez en las gradas bajas de la Catedral mientras el Salvador –cuya entrada está incluida en el precio de la visita al primer templo de la archidiócesis– permanece vacío y mudo.
Resulta, por ejemplo, que el punto caliente del Centro de la ciudad está en la fachada del hotel Doña María, desde donde se sacan las mejores fotos de la Giralda. Estos datos los recopila y empieza a manejar la Smart Tourism Office de Sevilla dependiente del Ayuntamiento. De la explotación de los cinco sensores de movilidad instalados por el momento y la ingente montaña de datos que proporcionan se puede gestionar servicios públicos esenciales como el refuerzo de las cuadrillas de limpieza en tiempo real o la presencia de agentes de policía.
Pero también se habló de despoblación en los barrios sometidos a intensa ocupación turística y ahí fue donde salieron a relucir esos datos escalofriantes que nos hablan de una población envejecida que resiste como puede la presión que ejercen los apartamentos turísticos.
No es cuestión de apelar a ningún ramalazo de turismofobia ni nada por el estilo, pero sí de ser muy conscientes de que el equilibrio inestable entre residentes fijos y de paso es muy difícil de recomponer una vez perdido. De toda Sevilla, la zona más afectada puede que sea Santa Cruz.
Lo que no deja de ser una cruel paradoja de la historia cuando el 'barrio' está a punto de cumplir su centenario, nacido de la mente del marqués de la Vega-Inclán como exponente del tipismo sevillano quintaesenciado para disfrute de los viajeros llegados a la Exposición Iberoamericana alterando incluso para ello la trama urbana. La expresión 'morir de éxito' le cuadra a la perfección al que un día fue barrio de Santa Cruz. Y ya no lo es.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete