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PÁSALO

Ahora que aún perdura el recuerdo

Fue la banda sonora de nuestros padres, la causante de algunos ayes que el tiempo nos explicó

La actriz y cantante María Dolores Pradera, en una imagen de archivo ABC
Felix Machuca

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Ahora que aún perdura el recuerdo no quiero olvidarme del oro de su voz, ni de la alquimia de su garganta, ni de cómo nos contaba una canción, ni de sus formas, tan elegantes, de estar sobre un escenario. En vez de salir a actuar y desenvolverse entre las tablas como una gran artista, parecía que venía de una recepción real, con la donosura de sus poses, con la etiqueta de sus bonitas formas. Ya fuera con vestido de noche, negro y con bordados de plata al cuello, o enfundada en un poncho, a lo Atahualpa Yupanqui, era siempre la Gran Dama, la gran señora de los escenarios. Verla era recordar los tiempos de tus padres, por la música y por la letra, tiempos encapsulados en donde la memoria ya teje telarañas y que su voz, un láser de terciopelo, despejaba y actualizaba. Te hacía renacer como un rayo de luz solsticial sobre el rostro sacro del tiempo. Pertenecía a aquel mundo de nuestra infancia que alguna vez hizo suspirar a nuestra madre y cuyo suspiro se nos quedó grabado para siempre como un ay sin explicación. El tiempo suele explicarlo casi todo. Y hoy, cuando vuelves a escucharla, con sus Gemelos a la guitarra, el micro como aliado y la voz labrando sentimientos en la piedra de la evocación, sabes que se fue un símbolo de tu juventud y una leyenda de tus mayores. Cuyo panteón de irrevocables dioses compartió con voces que portaron coronas de diamantes y platino. Con voces como las de Alberto Cortez, Chavela Vargas, Marifé, Helenita Vargas, Jiménez Sandoval, Violeta Parra o Joan Báez.

Para recordarla porque aún perdura su recuerdo podemos escoger cualquiera de sus muchas canciones que llenaron una vida. Canciones con Serrat. O acordándose de Carlos Cano con María la portuguesa. O con el sabor a guayaba de las Habaneras de Cádiz de Antonio Burgos. O con Joaquín Sabina. Sí, con Sabina, el canalla de la voz afinada con papel de lija, el autor de letras con tinta de alcohol y estremecimientos de abstinencia. Para que entre los dos interpretaran sobre los escenarios una versión particularísima de la Dama y el vagabundo. Los estoy llevando a que pinchen en youtube o rescaten del vinilo olvidado por el cedé, aquel tema a dúo de La Flor de la Canela. El poema sideral de Chabuca Granda. «Déjame que te cuente limeña/ ahora que aún perdura el recuerdo/ahora que aún se mecen en un sueño/el viejo puente del río y la alameda…» Ambas voces, antagónicas pero complementarias, unidas, cosidas y ajustadas por la sensibilidad y el talento de dos desmesuras creadoras. Y si no se le eriza la piel y las gallinas no tatuaron a picotazos el repeluco en su espina dorsal, le recomiendo un viaje interplanetario porque usted no es de este mundo. En esa versión de La Flor de la Canela, con la Señora derramando lisuras con su voz imperial, contrapunteada por el aguardiente serrano que destila la garganta del golfo de oficio, nace una flor que es canela y lúpulo, melaza y marañón. Paladares que solo podían hermanar dos voces como las de María Dolores y Joaquín, el de las quinientas noches y las ventas del fino La Ina.

Se nos fue con todo lo cantado, vivido e interpretado una de las voces fundamentales de la banda sonora de los tiempos de nuestros padres. Aquella banda sonora que se acurrucó en radios del jueves y en teatros llenos para combatir el otoño de una realidad escasa pero feliz. Aquel suspiro que le escuché a mi madre escuchando La Flor de la Canela lo acabo de resucitar hoy. Cuando he oído a la Gran Dama de la canción española hacer más grande a Chabuca cantando aquello de «jazmines en el pelo y rosas en la cara/airosa caminaba la flor de la canela…» Y todo se cimbreó por dentro. Desde el calcañar a la coronilla. Para que los varales de nuestros anclajes crujieran diciéndole adiós a Doña María Dolores Pradera. La española más latina desde el Puerto de Indias a la Tierra del Fuego. Ahora que aún perdura en el recuerdo…

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