Suscríbete a
ABC Premium

TRIBUNA ABIERTA

Llanto por Aquilino Duque, desde el Puerto Camaronero

El Ayuntamiento de Sevilla aprobó en su día colocar un azulejo en su casa natal, y encargó la obra. Ejecutada ésta, se produjo uno de esos vuelcos volanderos de la política y la placa concilió el sueño de los justos en un almacén municipal

ABC

Ángel Pérez Guerra

El próximo día de Reyes habrá un hueco de luto en una fachada sencilla del Puerto Camaronero, frente a la Torre del Oro. En la otra acera, una plancha de hierro recientemente desaparecida decía que allí tenía el tranvía su parada terminal. Guiños fatales de ... la vida, última pareja de la muerte delante del paso de Manuel que cruza el río lanzando al cielo perdido de Triana y Sevilla una eterna expiración, como un ayayay salido de lo hondo de la Cava. Ha muerto Aquilino Duque, con quien tanto quería, y es como si los versos de Bécquer al otro extremo del río, allá por la Barqueta de sus días iniciales se hubieran echado a las aguas a navegar hasta la casa natal de uno de sus más grandes epígonos, casita que sobrevive al poeta, como los poemas mismos. Por San Jerónimo quería Gustavo que le enterraran, donde habitara el olvido y el agua de Heráclito lamiera sus huesos. Tremenda coincidencia. Esas mismas aguas pasarían por delante de la casa donde se crio la madre de los Machado, doña Ana —«Antoñito, hijo, ¿falta mucho para Sevilla?»—, en la misma acera de la casa natal de Aquilino, al otro extremo de la calle Betis —entonces «Del Río». Cuando paso por allí me gusta imaginar a aquella niña contemplando desde su balcón el flamante puente de Triana, inaugurado dos años antes de su nacimiento. Ahora soñaré también con un Aquilino de pantalón corto mirando la Torre del Oro, la Giralda y allá al fondo el mismo puente que aún recordaba doña Ana, aquel entonces en el tan lejano Madrid. Por si fuera poco, en este diálogo de orillas, estaba Rafael Montesinos en un balcón de Reyes Católicos o en los jardines que hoy llevan su nombre y donde saboreara el agridulce y perdurable fruto del amor germinal.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación