Cunetas
Somos unos contaminadores compulsivos, unos desaprensivos que ensucian su propio paisaje
Está claro que al volante del coche —o al manillar de la moto— no tenemos mucho arreglo, y sálvese el que pueda. Cuando no es la excesiva velocidad o la velocidad inadecuada, es la imprudencia por distracción al atender el móvil, manejar la radio, hablar ...
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