Otra vez lo local
Para tocar los resortes precisos que hagan rebotar la economía, los ayuntamientos y diputaciones tenemos mucho que decir

Son días de mucha incertidumbre. Momentos como antes ni siquiera habíamos no ya vivido, sino siquiera imaginado. Para el mundo entero, la crisis del coronavirus es una probeta de ensayo que pone a prueba la capacidad de resiliencia de la Humanidad, entendida como comunidad que ... vive en un propósito común. Y en medio de esta ventana a lo desconocido, los gobiernos y la comunidad internacional buscan soluciones y pasos certeros que devuelvan la normalidad a un Planeta que vive escondido.
No va a ser fácil la salida, pero en toda crisis nacen oportunidades. Y ahí, la Unión Europea tiene la ocasión perfecta para demostrar el porqué de su creación y su verdadera razón de ser, que son las personas que la habitan. Y en el ámbito nacional, a todos los partidos se les abre ante sí, tanto en el Congreso como en los diferentes parlamentos autonómicos, el momento de aunar esfuerzos y demostrar que el interés general es capaz de disolver diferencias estériles.
Y en esa coyuntura de potenciales consensos, lo que sí ha vuelto a quedar patente en los últimos días es la relevancia de la esfera de gobierno local, a la hora de ofrecer soluciones efectivas y certeras en momentos como este.
Porque desde siempre, la esfera local ha sido determinante y decisiva en los pasos adelante de este país, tanto en el plano de la construcción democrática como en la economía. En el primero de los apartados, baste recordar nuestra contribución al proceso autonómico en Andalucía, con el 4D y el 28F como fechas en las que los ayuntamientos fueron puntas de lanza para alcanzar las aspiraciones de todo un pueblo. Y por citar un hecho más reciente en el plano económico, al margen del desarrollo local que ha sido tónica general en las políticas municipales, baste recordar que en 2008, los ayuntamientos recibieron 8.000 M€ a través del Plan E, con la clara intención de reactivar la economía, tan mal pertrecha en los meses iniciales de aquella crisis, también mundial. Y ahora, cuando comenzamos a ver la luz al final del túnel de un confinamiento necesario para la salud pública y a la vez letal para la economía, el Gobierno de Sánchez ha vuelto a evidenciar que, para tocar los resortes precisos que hagan rebotar a la economía, los ayuntamientos y diputaciones tenemos mucho que decir.
Por eso el pasado lunes, la FEMP le solicitaba al presidente de Gobierno que las entidades locales pudiéramos utilizar la totalidad de los 3.852 M€ de superávit que, en todo el territorio nacional, hemos sido capaces de acumular al cierre de 2019.
En el caso de la Diputación de Sevilla y en este apartado concreto, entre las medidas económicas anunciadas el pasado lunes ya contábamos con la inversión del 20% de nuestro superávit, es decir, 11,4 M€, para planes de choque en clave social. Concretamente, en un Plan de Emergencia Social, en adquisición de material sanitario para los Ayuntamientos y en la puesta en marcha de un Plan de Prevención de la Exclusión Social en forma escalonada. Pero ahora, con la confianza que el Gobierno ha depositado en las entidades locales para hacer acupuntura económica en el territorio, en primera persona y pegados al terreno, a esa cifra de 11,4 M€ que ya estamos usando podríamos añadir otros 45,7 M€ de nuestros superávit de 2019.
En definitiva, lo que evidencia esta cuestión es que, de un lado, los ayuntamientos continúan siendo la única administración que tiene vecinos y vecinas y, por tanto, nadie mejor que ellos conocen qué teclas pulsar ahora en cada lugar para reflotar las economías de tantas y tantas empresas, de tantas y tantas familias en riesgo de exclusión, sumidas en la incertidumbre y ávidas de respuestas.
Y de otro, lo que queda de manifiesto es que para articular una respuesta, lo que tenemos es que dejar de lado las diferencias y poner en carga todos los recursos disponibles. Eso es lo que hemos hecho desde la Diputación de Sevilla, con planes y programas que, tras el confinamiento, pondrán en carga casi 155 M€ para la economía en nuestros pueblos. De un lado, reactivación con 109 M€ de nuestros presupuesto que vuelven a estar disponibles para generar empleo y actividad en las localidades sevillanas. Y de otro, casi 45 M€ en un apartado de activación, con programas de calado social y económico de nuevo cuño.
Otra vez lo local como catalizador de las políticas en tiempos difíciles. De nuevo el paso adelante de ayuntamientos y diputaciones cuando se trata de la gente, de su gente.
Un paso adelante que, por cierto, en las próximas semanas y tras el levantamiento del estado de alarma, será crucial en una desescalada en la que la esfera local de gobierno deberá pasar a un primer plano para aplicar, palmo a palmo, aquello que vayan dictando los expertos para esa vuelta a la normalidad paulatina en cada lugar.
No caben movimientos en falso. Y en ese escenario, los ayuntamientos terminarán siendo los verdaderos artificieros para desactivar, metro a metro, la pandemia.
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