El mal gusto
No tienen ni gracia, ni buenas maneras, ni buenas intenciones, ni ganas de hacer nada por nadie
Tienen muy mal gusto. Un proverbial desprecio a lo ajeno, aunque no mayor que el que tienen por lo propio, que, como no ha sido sudado, lo manosean y lo tiran. Y a por otro, a por otro perrito piloto, que paga mi padre y ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete