La huida
Si a la gente le gustara el calor tanto como algunos dicen, nadie se movería de su casa en verano
Entonces no huíais porque no teníais ni coche, ni dinero, ni tiempo libre, y para alivio estaban el río y alguna alberca. Pero ganas de huir, todas las del mundo. Huir, espantado, del toro de fuego del verano. Huir, sí, huir, que había que tener ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete