La Alberca
Morir de anonimato
Ningún leviatán se ha metido tan adentro del cuerpo humano para humillarlo como el alzhéimer
Estaba todo en ti sin son, descomedido, lustrado por un falso destino de ambrosías. Hablabas sin oír, absorto en tu soberbia, jactante y endiosado, alzado en un otero que todo lo achicaba, que todo lo absorbía, que todo lo ignoraba. A veces te recuerdo con ...
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