Hazte premium Hazte premium

LaLiga

Atlético de Madrid - Sevilla: Congelado en el Metropolitano (2-0)

El Sevilla dio la cara ante el líder pero fue incapaz de horadar la roca de los colchoneros; Correa y Saúl hacen valer el plan de Simeone

Fran Montes de Oca

Esta funcionalidad es sólo para registrados

No le perdió la cara al partido nunca el Sevilla FC. Pero en la gélida noche del Metropolitano, los de Lopetegui se estamparon contra un muro infranqueable. Casi de principio a fin. A Simeone le salió el plan perfecto. Su equipo, un especialista de estas lides, marcó pronto, se replegó como una roca y le entregó la pelota y toda la desesperación del mundo al Sevilla, incapaz de encontrar vías para una reacción firme. Ni el planteamiento de su entrenador (tampoco los cambios) ni las ganas por sacar algo positivo en el Wanda desembocaron en premio alguno para un conjunto de Nervión que murió atrapado en el laberinto colchonero. Y a una temperatura de entre cinco y siete grados bajo cero. Correa, en la primera parte, y Saúl, en la segunda, congelaron al Sevilla FC en el Metropolitano.

Lopetegui repitió, hombre por hombre, el mismo once que doblegó a la Real Sociedad (3-2) el pasado sábado. Se había especulado en la previa con la posibilidad de que Óliver entrara en el centro del campo por Rakitic, pero finalmente el de Asteasu reiteró su confianza en el croata para un duelo de armas tomar. No tocó, por tanto, un solo varal el preparador vasco. Y eso que había denunciado en la víspera que el Atlético llegaba al partido «más descansado» por el hecho de no haber jugado el fin de semana.

El Sevilla salió fuerte, presionando arriba, con las señas que demandaba un choque de tal envergadura. Firmaron el primer aviso los de Lopetegui en un córner botado por Jordán que Rakitic, aprovechando el dislate de la defensa local, remató algo forzado pero con la fe suficiente para poner a prueba a Oblak. La puesta en escena mostró el ímpetu sevillista y una variante táctica de su técnico para intentar descompensar la defensa de tres de su rival.

Suso se movía por el centro, casi en posición de falso «9», cayendo En-Nesyri a la izquierda y Ocampos a la derecha. El planteamiento parecía desconcertar al Atlético... pero si hay un equipo que te golpea de la nada ése es el del Cholo Simeone. Sin apenas haberse acercado a los dominios de Bono, los locales cobraron ventaja a los 16 minutos. El reaparecido Trippier generó superioridad en banda, encontró a Correa y el argentino se revolvió dentro del área para sacarse un zurdazo que superó al portero del Sevilla. Quizá la nube de jugadores mermó los reflejos del meta del marroquí. Con lo mínimo, ganaba el Atlético.

Pero el mazazo no borró del campo a los nervionenses. El equipo de Lopetegui mantuvo su personalidad en el partido y se lanzó rápidamente a por el empate. Pudo conseguirlo tras un rechace de Oblak ante En-Nesyri que recogió Acuña con todo a favor para marcar. Se emborrachó de balón y mandó su disparo fuera. Precipitado el argentino. Y lo peor es que a cada 'amenaza' sevillista le daba la vuelta el Atlético. Es un adversario tremendamente poderoso, también en el aspecto mental. Recibe y se levanta de inmediato. La respuesta del conjunto rojiblanco llegó con un remate a bocajarro de Luis Suárez ante el que se lució Bono salvando el 2-0. El balón largo sorprendió a la zaga sevillista, aunque esta vez el cancerbero sacó su mejor versión evitando el gol. Estiró la pierna de forma milagrosa.

El Atlético se encontró cada vez más cómodo replegado en su campo y buscando zarpazos a la contra. El Sevilla había tenido más el balón en la primera parte, pero de poco le sirvió. Apenas logró poner en apuros reales a Oblak. Con el solitario gol de Correa luciendo en el marcador del Wanda, ambos equipos se marcharon al descanso. A Simeone le salía el plan redondo. Lopetegui se veía obligado a explorar nuevos estímulos para los suyos.

En la reanudación, el equipo nervionense volvió a salir con fuelle ofensivo. Koundé se convirtió prácticamente en un atacante más, incorporándose arriba una y otra vez. Tremenda la capacidad del galo. En una acción soberbia del ex del Girondins, En-Nesyri quedó habilitado ante Oblak y el guardameta esloveno tuvo que responder, ahora sí, con una gran intervención.

Trabajó incansablemente el Sevilla. Eso sí, topándose contra un muro infranqueable. Lopetegui empezó a mover piezas, buscando el refresco desde el banquillo con los Óscar, Óliver o De Jong. Pero en medio de las permutas del técnico vasco, el Atlético salió del cuarto oscuro (otra vez por la ley del mínimo esfuerzo) y finiquitó el partido. La sentencia llegó a un cuarto de hora del final. En un saque de banda aparentemente inofensivo en el centro del campo, Llorente montó la jugada por la derecha, sorprendió a la zaga sevillista y combinó con Saúl en la frontal para que el de Elche estableciera el 2-0 definitivo de disparo cruzado. Remató solo como la una. Ahí acabó la aventura del Sevilla en el Wanda. No hubo opción. Sí muchas ganas por parte de un equipo nervionense que dio la cara en todo momento.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación