Barcelona - Sevilla
Un paso en grande (1-1)
El equipo de Lopetegui firma un partidazo en el Camp Nou y roza la victoria en una plaza históricamente 'maldita'; De Jong adelantó al Sevilla y Coutinho estableció las tablas definitivas

El Sevilla FC quiere ser cada vez más grande y a fe que lo está consiguiendo temporada tras temporada, partido tras partido. Día a día. No sabemos si ésta será la campaña en la que los de Nervión puedan discutirle LaLiga a los mastodontes que multiplican su presupuesto, pero, desde luego, club y equipo desprenden un halo ganador y un hambre competitiva que se palpa a leguas. Este domingo, en una plaza donde históricamente el Sevilla venía pecando de 'incomparecencia' una y otra vez, la escuadra de Lopetegui se marcó un partidazo ante uno de los firmes candidatos al título como es el Barça de Koeman. El despliegue táctico y físico de los blanquirrojos, que olieron el botín de los tres puntos muy cerca, fue de aúpa. El empate amarrado hay que saborearlo, por la carga de codicia deportiva que encierra... La imagen fue más que alentadora para lo que viene. De Jong adelantó a la tropa de Lopetegui e inmediatamente empató Coutinho (1-1).
El técnico vasco realizó dos cambios en su alineación con respecto al equipo que se impuso al Levante en la jornada intersemanal. El argentino Marcos Acuña, uno de los fichajes, entró en el lateral izquierdo en detrimento de Sergio Escudero, mientras que Suso, que firmó una destacada actuación, recuperó la casaca de titular desplazando a Munir al banquillo. Arriba, Lopetegui apostó por De Jong y el holandés le devolvió la confianza con un gol tempranero, desquitándose de la gris noche que sufrió el ex del PSV en su anterior visita al Camp Nou.
El Sevilla salió con mucha personalidad al feudo culé. Sin ningún tipo de complejos. Forzó dos saques de esquina en los primeros siete minutos de partido, minando la moral de un combinado de Koeman que llegaba a la cita motivado por su óptimo arranque liguero. En el primer córner, el peligroso balón de Suso lo cabeceó Rakitic por encima de la portería de Neto. En el segundo, también sacado en corto por los de Lopetegui, llegaría el tanto visitante. De nuevo Suso , el incordio constante para los blaugranas, dibujó la jugada, recortó a su par y puso un centro medido al corazón del área que remató esta vez Koundé. Frenkie de Jong logró despejar pero el rechace lo recogió el otro de De Jong , el sevillista, Luuk, para empalmar la bola al fondo de las redes. 0-1. Olió la sangre el holandés y enjauló a su presa con determinación.
Sin embargo, poco le duró al alegría al Sevilla, porque apenas dos minutos después, en un balón magnífico de Messi en profundidad que despejó horriblemente Navas, la pelota terminó cayéndole franca a Coutinho para que el brasileño marcara el empate. Los locales restablecían el equilibrio en un suspiro. Nadie dijo que iba a ser fácil...
Digerido el primer cuarto hora, la sensación general era de que, pese al gol en contra, la puesta en escena de los sevillistas estaba siendo de las mejores de los últimos años en el Camp Nou. Mirando cara a cara al gigante catalán, con mucho control y bien plantado en el campo. Mostraba además el cuadro de Lopetegui diferentes recursos para impedir que el rival se sintiese dominador. Si el Barça presionaba, los hispalenses mutaban el registro y salían sin problemas jugando en largo.
Bajo esa premisa, en una rápida y precisa contra, Fernando acarició el tanto tras una gran combinación entre Suso y Jesús Navas. El brasileño no cazó el balón en la misma boca de gol por milímetros. La jugada fue de tiralíneas. Magistral. Los de Koeman parecían naufragar en la amplia madeja tejida por los sevillistas a lo largo y ancho del terreno de juego, abarcando muchísimo campo, tocando y tocando con los Jordán, Fernando y Rakitic.
El esfuerzo de los sevillistas era tremendo y la merma física podía dar la cara en cualquier momento. En efecto, los de Lopetegui bajaron algo el gas en el tramo final de la primera parte y el Barcelona apretó, sobre todo por el caudal izquierdo del incansable Ansu Fati . Por su zona, Koundé tuvo que multiplicarse y auxiliar al capitán Navas. El central galo estuvo notable, como casi todo el equipo en el primer acto. El Sevilla, con las ideas muy claras, compitió y se marchó con las tablas al descanso.
En la reanudación, la escuadra de Koeman le metió una marcha más al partido y el Sevilla retrocedió metros por momentos. Se metió en su campo y le tocó vivir una pequeña fase con ciertos agobios, aunque lo cierto es que el Barça seguía nublado en los últimos metros, estrellado en la disciplina sevillista. Los entrenadores movieron piezas. Por la parte azulgrana, Pedri y Trincao entraron en escena. El Barça buscaba más desborde, dinamismo en sus bandas. Lopetegui también respondió con un doble cambio , tirando de la dinamita de Munir y En-Nesyri... y manteniendo a De Jong en el campo. La determinación del vasco de ir a por la victoria era clara.
Casi lo consigue, porque su Sevilla FC mejoró, se estiró y casi encuentra el anhelado segundo gol en el Camp Nou. Un centro envenenado del recién salido En-Nesyri tocó en Araújo y se estrelló en el larguero de la meta de Neto. Y poco después el ariete marroquí volvió a acariciar el gol con un cabezazo alto tras excelente servicio de Navas. El epílogo dejó la enésima actuación salvadora de Bono, con dos paradones a Messi y Trincao, respectivamente, además del 'redebut' de Carlitos Fernández. El «10» del Barça, hastiado por la solidez sevillista, también reclamaría en el descuento un posible penalti de Diego Carlos que ni Gil Manzano ni el VAR interpretaron como tal. Punto de oro para el Sevilla FC. Un empate de enjundia. Un empate de equipo 'grande'.
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