Yo soy el jardinero de La Cartuja
En USA 94 fue el codazo de Tassotti y en esta EURO 2020 el verdugo soy yo
Semana 4 d.L (después de Liga).
Mi vida laboral es digna de estudio. Soy un auténtico desastre. Me contratan pa restaurar un lienzo y te hago el Ecce Homo de Zaragoza. La lista de mis despropósitos laborales es interminable. He sido asesor de Sergio Ramos , dietista de Gnagnon , psicólogo de Gary Medel , peluquero de Arturo Vidal y hasta logopeda de Ceballos . Y ahora pal veranito me ha salido un currillo de jardinero en el Estadio de La Cartuja.
La Selección Española lleva dos empates seguidos en esta EURO 2020 y tiene el dudoso honor de recordar a las Españas pre Luis Aragonés, donde contábamos los torneos por fracasos. Luis Enrique , que de esos fracasos sabe tela, ha cambiado a Julio Salinas por un Morata que es el Internet Explorer de los delanteros, a Etxebarría por Marcos Llorente y las empanadas de sudor de Camacho en Corea por una nevera que le sirve de asiento en la enorme área técnica de los banquillos de La Cartuja, donde cabe un Primark. Luis Enrique, churrita, la culpa no es tuya sino mía, que os tengo el césped como el de Woodstock.
No he sido siempre mal jardinero, también he sido el oftalmólogo de los entrenadores de Betis y Sevilla. A Pellegrini lo tengo al pobre como si se hubiera hecho dos anchos buceando en el Guadalquivir. Me recuerda a una cita del gran Antonio Reguera que dice:
- Juan, ¿traigo los ojos rojos?
- Tráelos, tráelos.
A Lopetegui , por su parte, lo tengo parpadeando más que a Pocholo con conjuntivitis. Al bueno de Julen le tienen que contá el partido después porque se pierde la mitad. Por cierto, me he enterado esta semana que casi nos hace un Juande Ramos y ha rechazao una oferta del Tottenham , cuyos dirigentes ya no saben qué hacer ya pa devolvernos la jugarreta de quitarles, un bendito 17 de agosto de 2005, a Don Frédéric Oumar Kanouté . Yo también estaría más cabreao que un enano recién multao , pero ya podrían vengarse los ingleses viniendo a por Rony Lopes .
También fui mucho tiempo dietista de Gnagnon . Una vez vi en su taquilla una caja de La Despensa de Palacio vacía y le pregunté «Quillo, ¿ta comío una caja de polvorone tú solo ?» y me dijo «No, con pan». En ese instante presenté mi dimisión. Ahora dice la prensa que se está machacando en el gimnasio. Espero que no se trate de una errata y el verdadero titular no sea que se está machacando en el ignasio (Vidal).
Noticia importante la que adelantó el otro día mi amigo Pablo Pintinho.
Diego Carlos y Lucas Ocampos sellan sus renovaciones con el Sevilla hasta 2025 https://t.co/LbkugwSdEt vía @PabloPintinho @Orgullo_Nervion #SevillaFC ⚪🔴
— Orgullo de Nervión (@Orgullo_Nervion) June 16, 2021
Con Koundé dejándose querer por clubes como el Madrid y Monchi buscándole recambio a De Jong para la delantera, renovaciones así saben a gloria. Por cierto, mi mente enferma se imagina que Diego Carlos y la mujer de Ocampos pudieran tener un hijo y, como están los dos más fuertes que un árbol del GTA, en el parto de la criatura la matrona diría: Enhorabuena, han tenido ustedes un bíceps. Los intentan vacunar y parten la aguja. Vaya dos bichos. Lo de la señora del argentino no son piernas, son las columnas de La Alameda.
Un oficio al que no me he dedicado nunca pero que tendría éxito asegurado es el de vendedor de clínex en la sala de prensa del Sánchez-Pizjuán. Cada vez que se despide un futbolista del Sevilla, en vez de un vídeo con sus mejores momentos parece que el club les pone a los jugadores el Diario de Noa. Qué sofocón, shiquillo . Esta vez le tocó el turno a Sergio Escudero , mi Jesulín de Ubrique del lateral izquierdo, mi Adrian Brody en El Pianista, mi capitán; un futbolista de club y, en definitiva, un buen hombre. Igualita fue su despedida que la que le organizó Florentino Pérez a Sergio Ramos . No sé si os he dicho que de vez en cuando hago mis pinitos como Jefe de Protocolo del Real Madrid. No es de extrañar que el club blanco haya despedido por la gatera a sus mejores futbolistas. Ya pasó con Raúl, también con Casillas y ahora con Sergio Ramos. Son actos revestidos de señorío pero que serían mucho más sinceros si en ellos hubiera un cartelón grande que dijera: VEMO .
Siento admiración por aquellas personas que realizan su trabajo de manera encomiable. Ojalá pudiera estrecharle la mano algún día al representante de Míchel , por ejemplo. El nivel de admiración que le tengo a este señor solo es comparable al que siento por Sergi Gómez , quien parece estar cerca de fichar por el Granada. Te deseo todo lo bueno que te pase, Sergi. Eres el novio que todo padre querría para su hija.
Mañana empieza oficialmente el verano. Todavía queda lejos el inicio liguero que tendrá lugar a mitad de agosto. Ya estoy deseando trasnochar para ver un Sevilla-Atlético Oklahoma de pretemporada e ilusionarme con un recorte hacia adentro de Bryan Gil con toa la cara de Quique San Francisco de shico . Mientras, habrá que quitarse el mono de fútbol disfrutando del descalabro de esta selección de Luis Enrique, tan desastrosamente noventera. En USA 94 fue el codazo de Tassotti y en esta EURO 2020 el verdugo soy yo, el jardinero de La Cartuja.
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