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Recreativo Granada - Sevilla Atlético (0-0): Un punto y muy poca fe

El filial del Sevilla, sin ocasiones importantes, no doblegó al colista de la categoría, acusando la clara falta de creación ofensiva

Nacho Liaño

Pacto de no agresión en Granada rubricado y sellado por el Sevilla Atlético. El conjunto de Paco Gallardo, cuando más necesitaba desobedecer un tratado en la competición para asomar la cabeza más allá de la zona baja de la tabla, no fue capaz de pasar del empate frente al Recreativo Granada, colista de la categoría, en un partido sin goles correspondiente a la decimoséptima jornada del Grupo IV de Segunda división B disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes.

Gallardo volvía a contar con Pedro Ortiz, Mena y Berrocal para dibujar un nuevo once en el que sólo repetían Amo, el reconocido Genaro -hoy pivote- y Diabate. En la alineación nervionense, hoy teñida de azul con el estreno de la nueva equipación, había dos sorpresas: Lucho recuperaba la portería e Iván Romero debutaba: en una semana, el canterano sevillista pasaba de División de honor a Segunda división B tras viajar a Chipre con el primer equipo y ser convocado con la selección española sub-19.

Los tres puntos de hoy eran de platino . Pero el juego no valió lo mismo. Por eso sendos filiales andaluces debieron salir con el hambre que obliga la negativa situación de ambos. Por un lado, el lado local recreativista, con ganas de huir del farolillo rojo; y, por otro, el filial nervionense, que no quiere complicarse las fiestas cayendo cerca del pozo de los puestos de descenso. El protagonista de los primeros minutos del partido fue el error , la falta de ocasiones y, sobre todo, la imprecisión de ambos bandos. Y la falta de un espíritu ganador sobre el tapete.

Comenzó algo mejor el filial del Granada CF, a pesar de la presentación del atrevido Iván Romero con una bonita jugada personal. El equipo de David Tenorio, al que le urgía sumar sí o sí de tres en tres hoy, apretó al filial e intentó ahogarlo, primero con una buena oportunidad de Viedma fabricada por Mario, y después intentando aprovechar la falta de posesión y de orden del equipo sevillista. El filial de Gallardo , más centrado en cuestionables pero intrascendentes acciones arbitrales, se preocupó más de algunas cartulinas evitables que de intentar jugar en un aprovechable estadio de Primera durante el primer tramo de partido. A través del balón parado, que siempre botaba Pedro Ortiz y que casi siempre provocaba el bueno de Mena , el Sevilla Atlético empezaría a retarle el pulso al cuadro nazarí. Y fue ganándole meritoriamente el terreno poco a poco. El ágil debutante sevillista -Romero- forzaba un saque de esquina incólume a través de una buena galopada a la que sólo le faltó levantar la cabeza para encontrar un compañero al que pasarla al llegar a línea de fondo. Sagaz aviso.

Pocas luces

Hasta el final de la primera mitad, el Sevilla Atlético echó de menos mayor participación ofensiva de jugadores como Diabate o Juanlu , encargados de tener de dinamitar la pólvora hoy -y antes de ayer- ausente, o de al menos mantener la pelota lo más separada posible del arco de Lucho. Y es que hasta el descanso, a este filial no se le apagaba la luz cuando defendía ante el colista, pero tampoco se le encendía a la hora de buscar el ataque. Los jugadores se marchaban a vestuarios cavilando sobre si estaban dándole la importancia real que tenían los tres puntos de hoy.

O al menos eso dio la impresión cuando Gallardo los mandó de nuevo a jugar el segundo tiempo. El ritmo del choque se acrecentó venturosamente en el tanteo de la recuperación del juego en la segunda función. Se ejemplificaba en una acción granadinista que aprovechaba un error entre Amo y Berrocal que pudo costar muy caro de no haber sido porque el remate desde la frontal de Viedma lo tapó bien Lucho en la primera ocasión de mayor calado en el seno del equipo nazarí. El cafetero fue, ciertamente, el más acertado del partido.

Gallardo metía a Lara para darle vida a un filial sin gracia y con menor eficacia que en otros envites jugados a domicilio, partidos en los que el cuadro nervionense suele estar mejor especializado. Mucho tenía que cambiar la actitud ofensiva del conjunto sevillista si quería rascar algo a favor en la ciudad de la Alhambra cuando llegaba la media hora final de partido.

Y las cosas aún podían ponerse peor: Amo adelantaba las navidades en una cesión a su guardameta y le regalaba a Rubén Sánchez la ocasión más clara del partido que pareció un déjà vu con la firma del Sevilla Atlético esta temporada. Lucho se hizo grande en el mano a mano, miró la intención del cuerpo que marcaba el delantero nazarí y evitó lo que podía haber sido una tragedia cumplida la hora de partido. Respiraba aliviado el banquillo blanquirrojo, hoy azulino.

La última bala del Sevilla Atlético procedía de Barbate. Pejiño sustituía a un cumplidor Iván Romero, que hizo sus deberes, para tratar de imponer su electricidad en un partido que caía nuevamente en una fase de ensoñación exacerbada. En un tramo tedioso y soporífero sin ninguna acción individual que lo avivase. El tiempo se escapaba delante de la mirada no rutilante de un Sevilla Atlético que no pudo atestiguar una ocasión importante propia en todo el partido, y que antes de comenzar este envite sabía a la perfección que sólo dos puntos le aventajaban respecto al Algeciras, posicionado en la zona de playoff de descenso. Una distancia que podría recortarse una vez finalizase la jornada. Y es que los puntos de hoy valían mucho más que lo demostrado en el juego.

Se terminaba el partido y con él comenzaban a reunirse todas las dudas sobre el mundo que le cuesta a este Sevilla Atlético ganar a rivales a priori más maleables. Otra ocasión perdida que deja al equipo por cuarta semana consecutiva sin conocer la victoria, precipitándose ante la mirilla de los puestos más bajos en función de los resultados de sus rivales y con un sólo partido más antes del parón navideño. La fe se trabaja antes de que llegue el Villarrubia.

Sevilla Atlético:  Lucho; Chacartegui, Amo (Jaime, m. 92), Berrocal, Álex Robles; Genaro, Pedro Ortiz, Juanlu, Iván Romero (Pejiño, m. 76), Mena y Diabate (Lara, m. 58).

Recreativo Granada:  Unai; López, Fran Serrano, Viedma, Yael, Rubén (Butzke, m. 71), Isi (Isma, m. 81), Montoro, Aranda (Caio, m. 71), Mario y Pepe.

Árbitro: Ruipérez Marín (Comité Castellano-Manchego). Amonestó con tarjeta amarilla a Berrocal, Diabate, López, Álex Robles, Lara, Montoro, Amo, Caio, Isi y Chacartegui.

Estadio:  Nuevo Los Cármenes, ante unos 700 espectadores.

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