Sevilla FC
El Sevilla exige a Monchi que pague para irse
El club ya sólo aguarda el abono de la penalización de 2,5 millones para que el director deportivo se vaya al Aston Villa y su relevo llegue inmediatamente
¿Qué candidato crees que debería sustituir a Monchi en la dirección deportiva del Sevilla FC?

No hay marcha atrás para Monchi. Se va. Y cualquier otro desenlace sería un giro mayúsculo y casi improbable de los acontecimientos. El tiempo se ha ido consumiendo en contra de los intereses de todas las partes. Es difícil de asimilar, pero la realidad es ... que el Sevilla FC, que hace sólo dos semanas levantó un título europeo, ha vivido en un escenario delicado. El club ya debería estar articulando todos los puntos claves de la planificación de la próxima temporada con su jefe deportivo al frente. Sin embargo, el máximo responsable de esa parcela, Monchi, pidió salir del Sevilla FC poco después de la final de Budapest y su futuro se va a resolver a escasas tres semanas de que los futbolistas regresen de las vacaciones y vuelvan a calzarse las botas para arrancar la pretemporada. La entidad, junto al gaditano y mientras se clarificaba su marcha, ha podido llevar a cabo movimientos urgentes como la renovación del entrenador, la compra de Badé o la ampliación ya cerrada de uno de los pilares del equipo, el serbio Nemanja Gudelj, pero evidentemente necesita ya confirmar la figura del nuevo director deportivo para no encallar más el necesario rediseño del plantel, así como el gran volumen de movimientos pendientes en cuanto a las salidas y las entradas.
Para desbloquear la marcha del de San Fernando, el Sevilla FC ya le dejó claro al Aston Villa y al propio director general deportivo que había que abonar la compensación liberatoria estipulada en su contrato de 2,5 millones de euros. Dicha imposición de la institución nervionense no ha sido un mero capricho, ya que entre otros aspectos no puede dejar marchar libre a su estandarte deportivo de las últimas dos décadas, como solicitó Monchi, porque ha de rendir cuentas con sus accionistas y socios sobre cualquier movimiento sensible que afecte a los balances y al devenir de la entidad. Más si cabe con Del Nido fiscalizando al detalle y solicitando una junta extraordinaria.
Además, el contrato de Monchi contempla que tenía que comunicar su decisión de salir tres meses antes de ejercer en otro club, lapso de tiempo que no se ha dado en este caso, con lo que el Sevilla FC o bien tiene que ceder en este epígrafe concreto para la fumata blanca definitiva o aplicar otra penalización que incrementa el abono hasta los 3 millones de euros. La cantidad, en cualquier caso, no supone traba alguna con un club como el de Birmingham en medio de este negocio. El contrato que tendrá Monchi en la Premier League será además por varias temporadas y duplicará los emolumentos que percibe en Nervión. El Villa amasa planes ambiciosos. Ya pagó en invierno por el traspaso de Unai Emery y se mueve con suma fortaleza en el presente mercado apuntando a jugadores como el extremo del Athletic de Bilbao Nico Williams, con una cláusula de rescisión de 50 millones de euros.
Mientras, cada hora que ha pasado y que pasa, tanto la imagen del Sevilla FC como la de Monchi se han ido erosionando de manera preocupante en una guerra interna en la que quizá el peor parado ha sido, hasta el momento, el director deportivo por no haber expresado una versión pública, algo que sí hicieron Castro y Del Nido Carrasco. Su decisión fue siempre firme y comunicada. Pero no por ello los dirigentes quisieron descartar en su relato de estos días la posibilidad de que el gaditano se quedara y todos hicieran, otra vez, de tripas corazón. Ahí quedó la frase de Castro: «En el fútbol no hay heridas que no puedan cicatrizar». De ello saben bien los responsables sevillistas, incluido Monchi, si bien esta vez la situación ha derivado en fractura total, irreconciliable.
El club, en su obligación, ha trabajado en el sustituto de Monchi. Ahí no se quiere fallar de ninguna de las maneras. El recambio más adecuado a juicio de la entidad tiene que estar inmediatamente en Nervión. Al día siguiente de la salida del de San Fernando. Por ello no se ha querido perder un segundo mientras se ha extendido el culebrón Monchi. Ha sido opción preferente la de Víctor Orta. El que fuera mano derecha de Monchi durante siete años en el Sevilla reúne el perfil más completo. Conoce bien la casa, a los dirigentes y los métodos. Orta y su equipo han dejado hace unos meses la dirección deportiva del Leeds United tras un meritorio periplo de seis años en Inglaterra. Nada más salir del Leeds, el teléfono de Orta y sus agentes no ha parado de sonar. No va a pasar un año sabático. Ha recibido un buen puñado de propuestas de clubes europeos y españoles. Pero su predilección es la de volver a LaLiga y si es al Sevilla FC, sueño realizado. De llegar, lo hará con condiciones de cara a un proyecto de enorme complejidad que desea tanto como respeta. Vendría acompañado, entre otros, de Gaby Ruiz.
La suya sería una apuesta fuerte. Continuista también como la opción de dar las riendas a Fernando Navarro, si es que el catalán no termina acompañando a Monchi a Birmingham. La otra opción que se ha vinculado a los sevillistas es la de Braulio Vázquez, con contrato en vigor en el Osasuna. El martes se dispararon todos los rumores por la presencia de José Castro en Pamplona. Sin embargo, el viaje del presidente a tierras navarras nada tuvo que ver con este tema concreto.El nombre de Carlos Marchena es otro de los que salieron a la palestra. Más que como director deportivo, un hipotético regreso del de Las Cabezas sería como refuerzo del organigrama. Ayer estuvo en la capital hispalense participando en una actividad del programa Mentor 10 destinado a jóvenes deportistas. «No es el día. El Sevilla es mi casa, pero si no es el día para hablar del Valencia, tampoco es el día del Sevilla. Vamos a compartir buenos momentos. Me reitero. No puedo hablar. Perdonad, lo siento mucho. No puedo hablar de otra cosa», zanjó Marchena.
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