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Sevilla FC

Los múltiples motivos del «imposible» regreso de Sergio Ramos

El camero nunca fue una opción estudiada por causa deportivas, económicas y ambientales

Sergio Ramos pide perdón en un Sevilla-Real Madrid de enero de 2017 Raúl Doblado
Jaime Parejo

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La marcha de una gran leyenda nunca es un plato fácil de asumir, ni para el club, ni para el propio jugador. En el Real Madrid parece que el caso de Sergio Ramos ha hecho más que evidente que las grandes leyendas del club no terminan de tener una buena salida, como les ocurriera a Raúl González, Íker Casillas o Zinedine Zidane . En el caso del primero, que llegó hace 16 años al Real Madrid después de una polémica marcha del Sevilla tras el pago de su cláusula de rescisión, se ha llegado a utilizar el nombre del conjunto de Nervión para especular sobre el futuro del camero si no llegaba a firmar una ampliación en su contrato con la entidad de Concha Espina. Pero fue más ruido que una realidad porque sólo había que acudir al club sevillista para obtener un 'imposible' como respuesta al hecho de que Sergio Ramos pudiera regresar al club donde se formó . Y los motivos, que son muchos, son los que pasamos a analizar en este artículo.

Deportivamente a nadie se le escapa que Sergio Ramos tiene para uno o dos años más de fútbol al máximo nivel. Eso sí, las lesiones ya han empezado a aparecer en un jugador que la próxima temporada cumplirá 36 años. El Sevilla, si no sale Koundé , tiene a una de las parejas de centrales más consolidadas y con mejor rendimiento de Europa y, obviamente, el ya ex jugador del Real Madrid no iba a llegar a Nervión a ser suplente de Diego Carlos y el galo. Por más que pudiera rotar. Por caché y nivel económico en su salario, no podría fichar en el Sevilla para ser un actor secundario o de rotación y, por el contrario, si hubiese fichado no podría Lopetegui relegar a las primeras de cambio a uno de los componentes de su pareja de centrales más solvente. Además, está el factor edad, ya que Monchi jamás ha contratado en el presente siglo a un jugador con más de 32 años (justo los que tenían Rakitic y Papu Gómez la campaña pasada al firmar sus contratos).

Después está el factor económico , de los más importantes en este caso. Ramos percibía en el Real Madrid 12 millones de euros netos (casi el doble en bruto), una cifra a la que ni en sueños llega un conjunto sevillista cuyo tope salarial está en los 3,5 millones de euros netos . Ni siquiera, como se informó, llegaría a esas cifras el Sevilla firmándole por cuatro o cinco temporadas. Suponía hipotecar la planificación de una plantilla por un jugador que, si bien puede rendir ahora, no se sabe cómo estará en dos o tres temporadas. Si el Real Madrid no le ofreció dos años por su política de contrataciones, mucho menos lo iba a hacer el Sevilla, un club sin los recursos financieros del equipo blanco.

Por último, y no por ello menos importante, estaba el factor ambiente. Sergio Ramos no es querido en Nervión. Justo en la temporada en la que va a volver el público a los estadios, meter al camero con la camiseta sevillista de nuevo en el Ramón Sánchez-Pizjuán era provocar el ambiente enrarecido y tener a mucha parte de la grada claramente en contra . Los esfuerzos de José Castro en su momento para propiciar la reconciliación del público con el jugador quedaron dinamitados aquel día en el que Sergio Ramos marcó un gol de penalti en la grada de Gol Norte y se dirigió desafiante a los Biris que le insultaban. Ese día todo terminó de saltar por los aires. Si ya Fazio tuvo que jugar los duelos fuera de casa en su segundo periplo en el Sevilla, sólo hay que imaginar lo que hubiera sido el regreso de Ramos al Ramón Sánchez-Pizjuán.

«Sergio Ramos nunca ha sido una de nuestras opciones, ni siquiera una previsión», sentenció Castro hace unos días públicamente. La conjunción de factores lo hacía totalmente imposible.

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