Sevilla - Osasuna: La victoria del oxígeno (1-0)
Ocampos, de penalti, cortó la mala racha de resultados del Sevilla en LaLiga

Era lo que faltaba. Un gol. El tanto que le diera al Sevilla la victoria en LaLiga, el triunfo de la tranquilidad, el de la bocanada de aire fresco, el del oxígeno. Después de tres partidos consecutivos perdiendo, el cuadro sevillista ganó con algunos problemas ante el Osasuna, y cortó de raíz una racha que lo tenía inquieto y con los lógicos nervios de quien no está acostumbrado a perder. Con el gol de Ocampos de penalti, en el minuto 59, vuelve el Sevilla a respirar e inicia el segundo parón liguero con un optimismo mayor que hace apenas una semana.
El Osasuna empezó con una presión más alta de la esperada. El rojo se veía. Y el Sevilla, con hasta seis cambios con respecto al partido ante el Krasnodar, no pareció tomárselo mal. De hecho, la primera ocasión del partido llevaría el nombre de los de Nervión con una jugada protagonizada por Óliver Torres y Carlos Fernández y que culminaría En-Nesyri con un disparo fuerte que se iría fuera por muy poco. El aviso se quedó en sólo eso, una simple llamada de atención sin premio alguno. Porque el Sevilla, lejos de encontrar la fórmula para romper la defensa visitante, volvería a ralentizar su juego.
El Osasuna, con muy poco, unió líneas con el clásico 4-4-2 de Arrasate para tratar de cortar los espacios y jugar con balones en largo. Así, en un buen centro de Jony, a punto estaría de marcar Budimir de cabeza. Los navarros sí que se crecieron con la ocasión; ganaron en confianza. Para más inri, Acuña pediría el cambio tras lesionarse (entraría Escudero) y Navas empezaría a notar molestias. El Sevilla no encontraba soluciones y los jugadores del Osasuna se presentaban sin problemas en el área de Bono. Lo mejor de la primera parte, al menos para el Sevilla, llegaría con el pitido final del colegiado, Martínez Munuera.
En el inicio de la segunda mitad, y ya con Rakitic en el terreno de juego por Navas, el Sevilla cambiaría su sistema con tres centrales. Lopetegui retrasaría a Fernando y le daría al jugador croata el mando para tratar de inventar arriba y romper las líneas visitantes. No pareció una consigna fácil. El Osasuna seguía agigantándose. El Sevilla lo intentó de todas las maneras posibles, sobre todo, con un omnipresente Ocampos que seguía percutiendo por la derecha. Así llegaría el respiro para los nervionenses. En una jugada del argentino, Moncayola haría un claro penalti. El propio Ocampos tiraría la pena máxima y haría el 1-0, eso sí, tras fallar un primer lanzamiento que el árbitro mandaría a repetir por adelantarse Herrera un metro.
Con el resultado a favor, y a falta de media hora para el final, Lopetegui optó por meter a De Jong por Carlos Fernández . El gol le dio confianza al Sevilla y dejó al Osasuna con dudas. Luego entrarían Gudelj por Jordán y al Mudo por En-Nesyri con la idea de que el juego se parara. No hubo más. El Sevilla se quedó con el balón y el oxígeno que buscaba desde hace ya unas semanas en LaLiga: tres puntos más.
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