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Sevilla - Real Sociedad: En-Nesyri se erige en el temporal (3-2)

El delantero marroquí de dio la victoria al equipo sevillista al marcar los tres goles en un encuentro muy intenso y con alternativas

En-Nesyri celebra uno de sus goles en el Sevilla - Real Sociedad J. M. Serrano
Jaime Parejo

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El Sevilla FC se impuso en un intenso y atractivo partido de poder a poder ante la Real Sociedad , en una gran actuación de En-Nesyri que anotó todos los goles de su equipo para darle tres puntos importantes ante un rival directo. En el primer cuarto de hora el duelo ya iba 2-2, resultado con el que se llegó al descanso, pero apareció nada más arrancar el segundo acto el delantero marroquí para completar su sobresaliente actuación y darle la victoria a los de Lopetegui, que igualan a puntos con su rival de hoy en la tabla, con tres partidos menos que los vascos.

Lopetegui apostó por el once titular habitual de este Sevilla, con Rakitic en la medular y En-Nesyri como delantero. No tardó en responderle el marroquí, que a los tres minutos ya había marcado el primero para los sevillistas. Suso jugaba un pase interior en el área a la llegada de Fernando que se adelantó a la salida de Remiro para sacar un pase al delantero en el segundo palo, que solo tuvo que empujarla. Pero el partido pareció mimetizarse con el caos meteorológico que está viviendo el país (no Sevilla hoy, desde luego) y entró en una locura de ida y vuelta que derivó en otros tres goles en un cuarto de hora.

Así, en la siguiente acción tras el gol, Diego Carlos corría con Isak para proteger el balón y decidía jugar con su portero, pero le dio tan fuerte que le hizo una vaselina propia de un delantero al marroquí, subiendo el empate a uno. Otro marroquí se empeñaba en arreglar de nuevo el entuerto dos minutos más tarde. En-Nesyri recibía en la frontal rodeado de jugadores rivales e intentaba un pase pero le caía el rebote para zafarse finalmente del último defensor y batir en su disparo a Remiro, que pudo hacer más. Aun así, no duró mucho la alegría ya que Isak volvía a empatar al empujar al fondo de la red un saque de esquina en el que nadie le cubrió.

No había margen a la tregua. Apenas controlaba nadie el encuentro y el choque era propio de la Premier en su más pura esencia. Guridi dispuso de otra gran ocasión en una triangulación con Isak y Portu que Bono abortó con una excepcional mano. La respuesta, de quién si no, fue de En-Nesyri, que recibió un excepcional pase de Jordán, pero que se encontró con Remiro en su remate. El Sevilla iba haciéndose con algo más de control, aunque Sagnan lo intentó con un disparo lejano que sacó Bono. El partido, intenso como pocos, también tuvo lugar para la polémica, con un caída en el área de Jordán que el árbitro no consideró punible. Murió el primer tiempo con una falta directa de Rakitic que se marchó por encima del larguero.

Si alguien pensaba que el descanso iba a frenar los ánimos, estaba equivocado. En la primer acción del segundo acto el Sevilla volvía a ponerse por delante. Mikel Merino perdía un balón en la salida de su equipo y eso lo aprovechaba Ocampos para llegar a la línea de fondo y ponerle el pase fácil a En-Nesyri, que completaba su hattrick personal. Lopetegui vociferaba aún así en la banda, no quería que le pasara como en el primer tiempo y quería mantener la ventaja (o ampliarla). Y el que no se había saciado aún era un En-Nesyri que estuvo cerca de hacer el cuarto, pero se precipitó en el remate en una oportunidad en la que pudo controlar antes para dirigir mejor el disparo.

No podía ser todo bueno para el Sevilla, que veía cómo se lesionaba de nuevo Jesús Navas, que tuvo que ser reemplazado por Aleix Vidal en el minuto 69. No estaba fino a balón parado el Sevilla, que vio como Portu tuvo una buena opción de empatar el partido, pero el disparo se marchaba algo desviado. Sin embargo, de un corner en contra nació una contra que acabó con un mano a mano de Suso que desvió Remiro a saque de esquina. El partido ideal para el aficionado, la pesadilla para un técnico.

El partido era una locura, Koundé tenía que sacar un remate en la línea, añadiendo otro gol salvado de estas características en su carrera como sevillista. El equipo de Lopetegui logró dormir el partido en los minutos finales, dando aire fresco a su centro del campo con la entrada de Óscar Rodríguez y metiendo la velocidad y el trabajo de Munir para intentar resolver en algún contragolpe. Ocampos la tuvo, pero su disparo lo detuvo Remiro.

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