Sevilla - Salzburgo: Buen punto, para lo gris que lo tuvo (1-1)
El conjunto de Lopetegui cosechó un punto en duelo loco con cuatro penaltis y la expulsión de En-Nesyri en el minuto 50
El Sevilla cosechó un empate ante el Salzburgo en un partido loco, con cuatro penaltis, una expulsión y un gol por cada bando, en un debut alocado en la primera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones . Sucic adelantó a los austríacos en el minuto 21 en el segundo penalti de la noche (el primero lo había errado Adeyemi), mientras que Rakitic aprovechó que Bono le detuvo otro penalti a Sucic para, también desde los once metros, convertir el 1-1 que acabaría siendo definitivo. La expulsión de En-Nesyri a los 50 minutos hizo meritorio el punto ante un buen rival y con un arbitraje que desquició a los locales.
Sacaba Lopetegui de inicio el once esperado, sin Ocampos que aún debe agarrar ritmo competitivo con continuidad. Suso empezó liderando el juego ofensivo de los locales con un pase sin mirar a Navas cuyo centro cabeceó débilmente En-Nesyri. Dominaban la pelota los sevillistas que, sin embargo, debían tener cuidado de los rápidos contragolpes austríacos y los errores. Precisamente una pérdida de Suso acabó en un penalti de Diego Carlos sobre Adeyemi. Por fortuna para los sevillistas, el delantero nigeriano lo mandó fuera.
Papu Gómez la tuvo minutos después en un balón que no acertó a despejar un defensa, pero su frivolidad picándola por encima del portero se marchó desviada. El conjunto de Lopetegui parecía empeñado en complicarse la vida y Jesús Navas le daba una nueva oportunidad al Salzburgo cometiendo un absurdo penalti sobre Adeyemi que, esta vez sí, Sucic convirtió en el 0-1. El gol incrementó la precipitación y el exceso de revoluciones de un equipo sevillista que, fruto de ello, volvió a cometer un tercer penalti, esta vez en un salida de Bono que atropelló al rápido y habilidoso Adeyemi. el marroquí lo arregló parándole el lanzamiento a Sucic.
Pero la tarde iba de penaltis, y esta vez tocó en el área austríaca. Un pase de Acuña a En-Nesyri era cortado en falta por Solet. El árbitro no lo señalaba en primera instancia, pero el VAR le advertía del contacto y rectificaba su decisión. Rakitic anotó el empate a tres minutos del final de la primera parte, que acabaría con la tormenta perfecta cayendo sobre Sevilla. Necesitaba calmarse el once de Lopetegui.
Un once que arrancó el segundo tiempo con las novedades de Ocampos y Delaney, que dejaron en el vestuario a Suso y Jordán. Bono continuó con su buen hacer y se lució en la primera llegada del Salzburgo. Pero decíamos antes que el Sevilla se empeñaba en autoinmolarse y En-Nesyri, tras piscinazo en el área rival, veía la segunda amarilla y dejaba a su equipo con uno menos. El banquillo protestó que la segunda amarilla no debió mostrarse por un fuera de juego previo.
Tuvo la suerte el Sevilla de que Solet falló una clarísima ocasión en un error de Bono que el central del Salzburgo, con la portería para él, la mandó al Gol Norte. Lopetegui no tardó mucho Lopetegui en hacer otra modificación en su equipo, retirando a Papu Gómez para dar entrada a un jugador con más sacrificio como Erik Lamela . Ocampos se dejó atrás un control que le dejaba solo ante el portero, justo antes de que Lopetegui gastase la penúltima bala con la entrada de Rafa Mir en lugar de Rakitic.
Curiosamente, el Sevilla, más tranquilo al jugar en desventaja y no tener la 'obligación' de ir a por el partido, tuvo su mejor momento del partido en el ecuador de la segunda parte, haciendo todo con más sentido y sin precipitarse. Rafa Mir probó la atención del portero con un cabezazo que atrapó el meta del Salzburgo. También la tuvo Lamela, en un remate de cabeza que se marchó cerca del poste. El graderío se encendía con el carácter de su equipo.
Para la recta final del partido Lopetegui metía en el campo a Montiel por Jesús Navas. Piernas frescas para correr cuando ya las fuerzas andan muy justas. Bono intervino un par de veces más antes del pitido final. Un punto que, visto lo visto, es bueno.
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