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Sevilla Atlético - Cartagena B

Un triplete de Isaac dicta sentencia en la memoria de Mendilibar (3-0)

El lebrijano agrega tres golazos más a su cuenta particular y le dice al club que si no pudo ser el tercer delantero de su Sevilla ni le dejaron salir a Segunda, asumirá motivado el reto de volver a ser el pichichi del filial

El Albacete aprieta por Isaac Romero

El Sevilla cierra la puerta a Isaac Romero

Isaac planta su mirada al área contraria en la conducción que terminó significando el 1-0 ante el Cartagena B Manuel Gómez
Ignacio Liaño Bernal

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A falta de dos días para su Feria, Lebrija tiene un olor especial: el avellana tostado que vive en los ojos de Isaac Romero cuando el niño del Antoniano, hombre del Sevilla, alza los brazos tras hacer gol y gol y gol. Y más gol. Le brillan, siempre le brillan, como canturreaba la chirigota sevillana. Y es que el canterano no vive de estados ni de ánimo ni de formas que sobreviven adyacentes a este deporte. Esto ya es una mera y clarividente cuestión de nivel, porque el nueve no descansa nunca de correr y pelear balones ni en el tiempo de asueto ni en el pitido final ni para de dar zarpazos en el tribunal de la injusticia. Este domingo añadió tres tantos más a su desbordante cuenta particular, a cada cual más logrado, en un Jesús Navas que volvió a ver a su filial mucho tiempo después, ganando con claridad al Cartagena B. Y es un filial duro, el de Hidalgo, ciertamente, que ha sabido encajar el golpe de la nula inversión estival al equilibrar de pleno el talento que ahora da a luz con los cordones repuestos de su sangre. El que nace y nunca muere en la carretera de Utrera, que ve cómo este equipo se pone líder, con seis de seis, y siete goles a favor en dos citas para ir a por todas a por el ascenso.

Aquello ya lo contó la garganta rota de su paisano Juan Peña, quien para siempre será recordado con los ecos negros de un Lebrijano: «Deja tú que pasen tres días / que se sosiegue tu gente / y tú te vengas a la vera mía». Y tres han pasado prácticamente desde que el Sevilla le pusiese el candado al mejor goleador de su cantera después de bajarlo del avión de la ilusión en pretemporada y ahora sea su remate la más fiel locomotora de un filial ambicioso que ha arrancado como ningún otro competidor este curso. Isaac Romero es hoy por hoy el mayor daño colateral de una terrible herencia deportiva que hace mucho más daño de lo que se viene leyendo. Porque viene jugando macabramente con los contextos idóneos de lo que mejor se cría. ¿Cómo firma la tinta de la indiferencia el tiempo madurado, esa cocción arbitraria y despreciable que a veces dice que el tiempo es justo y sano como con Juanlu y otra llora la marcha silenciosa de Carlos Álvarez? ¿Habrá algo más importante que ver cómo el Cartagena B de elexsevillista Arcos mordía en el coliseo donde ya se ejercita Ramos y sólo lo hacía con los colmillos de quien luce ese 16? ¿Por qué es matemáticamente imposible dar con un niño de Nervión que no homenajee a Antonio cada vez que deja atrás el Ramón Sánchez-Pizjuán? Algo tendrá ese número.

Habrá que preguntarse también por qué funciona mejor la recepción oficial al equipo rival que el aplicadísimo departamento de Scouting, que el año pasado anunció fichajes para el filial y apenas acabaron pasando del C. Pero es que este año ya ni eso, ni tantas cosas. Arrancó con esas y otras heridas un filial que viene a sentirse en casa por más que la desoladora grada principal, a medio gas en un Sevilla de Champions, mande lo contrario, porque todos los adversarios tienen auténticos fortines y el filial unas mil personas. Pasos adelante de Capi y Zarzana , otrora promesas y hoy realidades de futuro para un Hidalgo que ha convencido a los suyos meses atrás hablándoles. Porque nadie soluciona los tantos problemas del curso pasado sin atravesar el bulevar de las complejas verdades. Es el jerezano quien prueba un chut que se va desviado, y aprovecha las buenas relaciones entre Manu Bueno, quizá el mejor refuerzo si además es permanente, y un Lulo que tiene el duro amarrado a sus tobillos y ahora depende de él cambiarlo.

Quien viera el mejor momento de Iván Romero con la franja del filial entenderá lo mucho que le ha costado a Isaac llegar a competir con los datos del mejor solanero, entre tantas lesiones. ¿Y si el tercer delantero ya estaba en casa? ¿Y si no estaba para quedarse en el primer equipo por qué no se le dejó salir? Demasiadas preguntas y pocas respuestas coherentes para quien llevó el primer gol del verano a ojos de Mendilibar en pretemporada. Excelso pase de Manu Bueno tras un arranque de muchos metros, e Isaac en dos zancadas con balón, tac, tac, se planta ante Nono y mete el primero oficial del año en casa. ¿Por qué no ha habido hueco para el lebrijano en esa completísima mochila de Mendilibar, fruto de una incompetente gestión que nada tiene que ver con el vasco, y sí hubo tiempo al final para buscar, oh, un tercer ariete en la prórroga del mercado? La respuesta es una puerta cerrada a Córdoba, Tenerife y Albacete. Media España enamorada de lo tuyo y el Sevilla mirando a las nubes sin ponerse las gafas. «¿Cómo puede ser que muchas veces los de fuera valoran lo que tenemos nosotros y nosotros no lo valoramos? No podemos cuestionar siempre la cantera», lo dijo Víctor Orta sobre Kike Salas en palabras que podrían haber descrito la situación de Isaac.

«Quien no te quiere soy yo»

Pidió Musa penalti en el ecuador del primer tiempo tras otro gran pase filtrado por Zarzana. Le sigue faltando acierto al atacante pero nunca ganas y por eso juega siempre. Trató de volear a gol tras superar a Nono. Luego, Isaac fue quien la puso por encima del meta cartaginés picándola con muchísima intención, pero fue el aviso de la segunda diana: pelotazo de Alberto Flores que el lebrijano se acomoda con el pecho, en una acción de muchos quilates, y con la movilidad de un nueve puro soporta la presión defensiva, se perfila y la pone con música al fondo de las mallas. Gol y gol. Abonado al juego directo de Mendilibar un Isaac enrachado al que se le sigue quedando minúscula esta categoría desde hace mucho.

Otro tanto apretó el cuadro de Pepe Aguilar en el segundo período a la vista de la renta del 2-0 en Sevilla. Al tiempo que el filial comenzaba a conservar lo que tanto tiempo le costó el curso pasado: un resultado favorable que ampliaría aún Isaac, el canterano del día, del mes, uno de los del año. Que tras una jugada por la derecha de Isra, el balón le cae muerto a Zarzana, el jerezano dispara con calidad y da en la madera. Tiempo detenido para un Isaac que en segunda jugada termina de rematar la soleá lebrijana haciendo el tercero y firmando quizá su mejor exhibición como sevillista. Gol, gol y gol. Y ahí que cerró el puño con una mano y se sujetó la elástica con la otra sin farfullar ni una sílaba: «Tú vienes en busca mía / yo te lo noto en tu cara / quien no te quiere soy yo / siendo tú una buena gitana quien no te quiere soy yo / tronquillo de tan malina rama ».

Sevilla Atlético: Alberto Flores; Ramón Martínez, Xavi Sintes, Hormigo, Oso (Diego Jiménez, m. 81); Capi (Iker, m. 81), Lulo, Zarzana, Manu Bueno (Rivera, m. 72), Musa (Isra Domínguez, m. 62) e Isaac Romero (Santisteban, m. 72).

Cartagena B: Nono; Carlos Sánchez, Fromsa (Checo, m. 17 (Cassio, m. 76)), Guerrero (Meca, m. 76), Climent; Guille Bernabéu, Diego Iglesias, Arcos (Nico, m. 76), Botía (Albiar, m. 46), De Pedro y Compa.

Gol: 1-0, m. 14: Isaac Romero. 2-0, m. 31: Isaac Romero. 3-0, m. 64: Isaac Romero.

Árbitro: Jayro Muñoz García (C. Extremeño). Mostró tarjeta amarilla a Xavi Sintes, Isaac, Checo, Arcos, Guerrero y Cassio.

Estadio: Jesús Navas, ante unos 1.100 espectadores.

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