La Macarena llegó a Sevilla por el Cachorro, para cruzar el Guadalquivir y continuar por el corazón de la ciudad y rendir honores a la Virgen de las Mercedes de la Puerta Real, el Museo, el Valle, las Hermanas de la Cruz, el Espíritu Santo, la Amargura, Montesión, a las hermandades de Omnium Sanctorum y a la Virgen de la Esperanza como culmen a ocho días únicos. La lluvia no impidió la alegría allá por donde transitaba el Simpecado de una hermandad que recuperó las carretas. Ya han vuelto a San Gil, de una corporación que vive cada día del año junto a la Esperanza y lo culmina postrado ante la Virgen del Rocío.
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