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El hermano mayor del Cachorro: «Es innegable que la mayoría de los sevillanos no ha visto representada su Semana Santa en el cartel de Salustiano»
José Luis Aldea, que alaba la calidad artística de la obra, lamenta «las barbaridades que se han dicho en las redes sociales» y que se pueda acusar de «homofobia» (o de lo contrario) a quien no le guste (o le guste) la obra
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El Señor del Cachorro, una de las imágenes más veneradas y reconocidas de la Semana Santa de Sevilla, ha servido de inspiración a Salustiano para realizar su controvertido cartel, copiando de manera primorosa su paño de pureza. El hermano mayor del Cachorro, José Luis Aldea, ha alabado ese detalle del cartel pero reconoce en una entrevista con ABC que a los sevillanos, en general, no les ha gustado el cartel. «Es innegable -afirma- que la mayoría de los sevillanos no ha visto representada su Semana Santa en esa obra». En todo caso, Aldea, que es músico y da clases en el Conservatorio, lamenta «las barbaridades que se están diciendo en las redes sociales» y que se pueda acusar de «homofobia» a quien diga que no le guste el cartel. Y viceversa.
-¿Recuerda alguna polémica de tanta intensidad y alcance nacional por un cartel de la Semana Santa de Sevilla?
-La verdad es que no y da casi miedo hablar porque con casi cualquier cosa que se diga se ofende a uno.
-Lo que está claro es que no se puede contentar a todo el mundo.
-No. Diga lo que uno diga alguien le va a criticar o se va a sentir ofendido. Lo que yo veo más indignante y triste es la respuesta desmesurada que se ha tenido desde las redes y la falta de respeto e insultos que se han vertido. La crítica es algo inseparable a cualquier obra artística pero la crítica debe ser respetuosa. Y se han hecho críticas con una falta de respeto lamentable. También me parece intolerable que un grupo trate de apropiarse de algo que no tiene nada que ver.
-¿A qué grupo se refiere?
-El cartel ha servido de fuego cruzado para que unos y otros empiecen a meterse entre ellos, pero con cosas que no tienen nada que ver con el cartel. No se puede acusar a homófobo a alguien que diga que no le gusta la obra. Ni al revés.
-La calidad artística de la obra no se ha puesto en discusión sino de su idoneidad como cartel de la Semana Santa de Sevilla.
-Yo creo que ésa es la clave porque no hay duda de que el autor goza de un gran reconocimiento artístico. Si viéramos esa pintura en un museo, nadie diría absolutamente nada. Habría gente que le gustara más o le gustara menos, y ya está. Pero cuando una gran parte de la población sevillana, a la que va dirigida ese cartel, no está muy de acuerdo con el resultado final, también hay que respetarlo. Eso es lo más triste, la falta de respeto.
-¿Se ha sacado todo un poco de quicio?
-Sí, ha habido una respuesta desmedida a un simple cartel. Es que, al fin y al cabo, hablamos simplemente de un cartel. La Semana Santa de Sevilla es mucho más que un cartel.
-Sí, pero es de lo que se habla ahora en toda España.
-El cartel es un encargo del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla y el destinatario es la población de Sevilla y hay que ser realista y me parece innegable que la mayoría de los sevillanos no siente representada su Semana Santa con esa obra. El encargo es para pregonar la Semana Santa de Sevilla y hay bastante gente que piensa que no responde a eso.
-¿Cuál cree que es la razón?
-Desde luego, no es por la desnudez. A mí eso me parece ridículo. Todos los Cristos están desnudos. Lo que más choca en general a las personas es el rostro, que se aleja un tanto de la iconografía un tanto idealizada que podemos tener del Señor en una ciudad como Sevilla. Pero en absoluto veo en la obra que se transmita ninguna falta de respeto. La falta de respeto está en otro lado, no en la obra.
-Se ha dicho que la obra de Salustiano era muy apropiada para un cartel del Orgullo Gay...
-Decir eso es una lamentable utilización de algo que no tiene nada que ver con eso. Me parece que es sacar de contexto lo que es simplemente un cartel de un Cristo resucitado. A mí no me parece que tenga nada de ofensivo. Estamos acostumbrados a la representación de esa desnudez todos los días porque los Cristos sólo están cubiertos con paños de pureza, unos más atrevidos y otros menos.
-¿Es el paño de pureza lo que más le ha gustado del cartel?
-La representación de paño es exquisita y es tal cual es. Me gusta el paño y me gustan las potencias, pero en realidad ya digo que la calidad pictórica de la obra es indudable. Es ya una cuestión de estética y de gustos.
-¿Cuál es su opinión personal sobre el cartel en conjunto?
-Lo que me desconcierta más es la cara, pero mirándolo con el prisma de la iconografía cristiana. Yo creo que, en general, al pueblo llano de Sevilla no le ha entusiasmado ese cartel. El pueblo lo que quiere es ver su Semana Santa o sus imágenes en el cartel y algo que no tiene nada que ver con sus imágenes no lo reconoce como algo propio. Dicho con el mayor respeto para la obra. A mí personalmente no hay nada que me moleste en el cartel y diría incluso que, en líneas generales, hasta me gusta. Pero el sentir general en Sevilla es que no representa su Semana Santa.
-Dice Salustiano que el Consejo de Hermandades le pidió «un Salustiano» y que eso es lo que él ha entregado.
-Pue sí. Eso parece. Es lógico pensar que hiciera algo como lo que ha hecho. Cualquier artista pinta según los dictados de su manera de entender el arte y lo que ha estimado conveniente.
-¿Qué comentarios le han llegado sobre el cartel de sus compañeros del Consejo de Hermandades?
-No tengo ni idea de lo que opinan mis compañeros. En la presentación del cartel no se dijo nada, ni en un sentido ni en otro. No he oído absolutamente nada y todas las opiniones, si son respetuosas, son oportunas.
-¿Esta polémica puede atraer más visitantes nacionales o internacionales a la Semana Santa de Sevilla?
-No tengo ni idea. Menos seguro que no. Yo creo que esto se ha sacado de quicio y no tiene más recorrido.
-¿Qué le parece que se haya inspirado en su hijo para la cara del Jesucristo Resucitado?
-Me parece muy bien. Todos los artistas suelen inspirarse en modelos y en la Semana Santa hay casos muy conocidos. No es ninguna novedad.
-Dice el autor que «a Jesucristo le dolerían las críticas homófobas» que ha recibido el cartel.
-Lo más lamentable es la de barbaridades que se han vertido en las redes sociales. Y las faltas de respeto en todos los niveles. Sinceramente dudo mucho que a la mayoría del a gente sea eso lo que no le guste del cartel. Y tampoco creo que se pueda acusar de homófobo al que no le guste el cartel. Ni muchísimo menos. Esto es una cuestión de gustos. No hay que buscarle los tres pies al gato.
-¿Esta polémica le puede venir bien a alguien o perjudica a todo el mundo?
-A mí me parece que esta polémica no le gusta a mi hermandad ni a ninguna hermandad de Sevilla. Nos dedicamos a lo que nos dedicamos y no nos agrade vernos envuelto en este tipo de polémica. A la Semana Santa de Sevilla no le conviene este tipo de polémicas. Nuestra Semana Santa es muchísimo más que eso y es infinitamente más tolerante y abierta que lo que pueda parecer por los comentarios sobre el cartel que se han hecho. Esto no es la Semana Santa de Sevilla.
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