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MARCHENA

La Divina Pastora de Marchena reaviva la parroquia de San Juan Bautista

Un grupo de jóvenes recupera, junto al párroco de San Juan Bautista, la imagen de la Divina Pastora, tras medio siglo apartada del culto

Juan Luis Mármol

La imagen data de finales del siglo XIX / ÓSCAR TORRES - JUAN M. JURADO

Marchena es una ciudad con un patrimonio histórico y artístico impresionante . Pasear por sus calles es pasear entre la historia, rodeado de murallas y edificios que son testigos perennes de las épocas pasadas. Uno de estos majestuosos edificios es la Iglesia Matriz de San Juan Bautista , situada en la plaza Cardenal Spínola. Esta iglesia es una verdadera joya arquitectónica que, si ya sorprende desde fuera, su interior guarda muchísimas maravillas. Dos órganos que atraen a especialistas y turistas de todas partes del mundo, unos retablos sobrecogedores, obras de arte que han estado en las colecciones y salones de exposición más importantes del globo… Se trata, pues, de un auténtico museo, más que una iglesia . Y eso es algo que al párroco, el padre José Tomás Montes Álvarez le preocupa mucho. No porque le molesten las visitas turísticas, ni porque no le gusten las obras (que muestra orgulloso a los visitantes). Lo que motiva su preocupación es que la iglesia pierda su esencia, su finalidad última: la parte cristiana, la actividad pastoral.

“Esta iglesia está en un barrio muy mayor, algo apartada del resto de Marchena”, comenta el padre, “lo que hace que la vida parroquial sea muy limitada y que esto corra el riesgo de convertirse en un museo”. Sin embargo, hace un par de semanas se celebró un triduo muy especial . Estaba ocurriendo algo que hacía mucho que no se veía. El mismo párroco recuerda con gran alegría que “esto parecía la novena de un pueblo” por toda la gente que acudió. Y todo gracias al reclamo de una imagen muy especial: la Divina Pastora .

Por primera vez en medio siglo, esta imagen, de autoría anónima de finales del siglo XVIII, volvía al culto. Un hecho que ha supuesto una auténtica sacudida en la feligresía y que se venía gestando desde hace dos años. “Nadie sabe por qué dejó de salir en procesión esta imagen, ni por qué se retiró del culto”, admite José Tomás. De hecho, la Divina Pastora de Marchena, que era una de las partes más emblemáticas del cortejo del Corpus Cristi de la ciudad, llegó a ser tapiada en uno de los laterales de San Juan. Perdió todo. Y, por supuesto, cayó en el olvido. Fue el párroco anterior a José Tomás, el padre Juan Ramón Gallardo, quien encontró la sorpresa.

Ya habían pasado varias décadas y los más jóvenes del lugar ni siquiera conocían la imagen. La Pastora no volvió al culto. De hecho ni tuvo su lugar en un retablo. Se convirtió en una pieza de museo , un bello recuerdo de otra época muy lejana.

La juventud, protagonista

Entonces, ¿cómo surge la idea de devolver al culto esta imagen? Aquí es donde la juventud cobra protagonismo. “Hay un grupo de personas que se dedica a montar el portal de belén todos los años y empezó a usar la imagen de la Divina Pastora. Y uno de los jóvenes empezó a moverse para que la imagen se recuperase al culto . Empezamos a mirar las posibilidades y nos pusimos un par de años de plazo para ver si podríamos emprender esta tarea”. Así comenzó un movimiento juvenil que, tras la procesión de la Cantillana de hace un año, se puso manos a la obra. “Lo que comenzó con un pequeño grupo de jóvenes ha dado paso en todo este tiempo a la constitución de un Grupo Joven Parroquial que ya asciende a cuarenta chavales ”, afirma orgulloso el padre Montes, quien también está muy contento con la labor que vienen realizando y que tanta vida ha dado a la parroquia.

Las actividades que han estado realizando para poder financiar los nuevos enseres de la Divina Pastora han servido también para despertar la curiosidad de los marcheneros , así como la nostalgia de quienes recuerdan aquellas procesiones de hace cincuenta años. “Necesitábamos un impulso a la actividad pastoral y estos muchachos lo están consiguiendo con esfuerzo, tesón y una ilusión muy contagiosa”. Tras el triduo, que fue la primera actividad en la que la imagen volvía al culto, la iglesia de San Juan Bautista afronta una semana muy especial. Las calles se encuentran engalanadas con las banderas y flores que los chicos del Grupo Joven han preparado. El paso de la Virgen está en la fase final de su montaje, ya con la imagen encima. Porque este sábado, la Divina Pastora volverá a ser ese impulso pastoral que reclamaba el párroco. El viernes tendrá lugar el Bando Anunciador con la Agrupación Musical del Dulce Nombre, de Marchena, y el rezo público del Santo Rosario. El sábado por la mañana, la función principal en honor a la Virgen. Y, por la noche, el broche de oro a varios años de trabajo . El punto culminante del sueño de unos jóvenes que, sin lugar a dudas, disfrutarán de su pasión y devoción por la Divina Pastora.

¿Y luego? El futuro, según las expectativas del párroco y los miembros del Grupo Joven contempla continuar con la procesión y los cultos cada año. Pero, de momento, no hay intención de que vuelva a salir en el Corpus (su lugar lo ocupa la Inmaculada). Tampoco se contempla la posibilidad de crear una hermandad . “Quizás cuando estos jóvenes crezcan se podría hablar de crear una hermandad. Pero, de momento, tienen que seguir creciendo, como cofrades, como cristianos y como personas”. Con la guía de la Divina Pastora, seguro que llegarán a hacer grandes cosas. La prueba de que van por el buen camino la podrán encontrar en Marchena.

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