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HISTORIA

La mujer en las cofradías, una presencia histórica

Manuel Jesús Roldán

Según González de León , más de setecientas personas formaban parte del cortejo de la hermandad de Jesús Nazareno a comienzos del siglo XVII. Tras la Santa Cruz en Jerusalén “seguía el cuerpo de mujeres, hermanas y devotas, con velas de media libra de cera, encendidas, cuyo número no bajaba de trescientas”. Mujeres en el cortejo de la hermandad del Silencio desde hace siglos. Fue una constante, generalmente en tramos diferenciados del resto de los hermanos, como también fue una realidad la asistencia a colectivos de mujeres por parte de las hermandades. Así se refleja en el libro de reglas de la hermandad de Vera Cruz, que dotaba a doncellas como forma de promoción social de la época, mujeres que aparecen con escapulario y velas verdes en la iluminación de su libro de reglas en el siglo XVII.

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Más difícil es encontrar presencia femenina en los cargos de las juntas de gobierno de siglos pasados, las cofradías son el reflejo de una sociedad patriarcal, aunque hay algún ejemplo en Jerez de la presencia de mujeres en puestos de mando. Durante siglos se mantendría una presencia generalmente limitada y separada en muchos cortejos, con diversas casuísticas, pero con un sentido participativo que, posteriormente, se quiso negar.

“Una ciudad católica pero muy poco cristiana”. Dicen que fue la frase con la que el cardenal Ilundain definió a Sevilla en la tercera década del siglo XX. Tuvo que lidiar con las dificultades de la Sevilla de Primo de Rivera, la eclosión de hermandades, el naciente anticlericalismo, los años de la República, la persecución religiosa y el inicio de la Guerra Civi l. Y las cofradías. En 1929 prohibió las paradas de los pasos sin motivo, la actuación de los saeteros profesionales y la presencia excesiva de mujeres: “Otro abuso. Nos referimos a la asistencia de las señoras acompañando las procesiones de Semana Santa. A excepción de muy pocas cofradías, no eran admitidas las mujeres en el acompañamiento de las procesiones de nazarenos. Pero de algunos años acá ha venido admitiéndose esto con perjuicio del buen orden. Prohibimos que las mujeres formen en las procesiones de nazarenos de la Semana Santa. Únicamente en las cofradías que lleven treinta años de costumbre de admitir mujeres en su procesión podrá permitirse la asistencia de señoras con tal que su número no exceda de cuarenta como máximo. El hermano mayor de cada una de estas cofradías o hermandades exigirá antes del Lunes Santo de cada año la inscripción nominal de cada una de las mujeres que autoricen asistir a la procesión y, si excede de cuarenta el número de las que soliciten el permiso, se dará la preferencia a las que lo hayan solicitado con la mayor antelación”. Una limitación que, tras la Guerra Civil, y con la actuación del cardenal Segura, se convirtió en prohibición y en presunta tradición.

Reglas de la cofradía de Vera Cruz

Asentada la democracia, el año 1987 regresaron a la Semana Santa sevillana las primeras nazarenas “oficiales”, iniciándose una progresiva incorporación de las mujeres a los cortejos. El proceso comenzó en 1986, cuando cinco hermanas de la cofradía de los Javieres salían de nazarenas el Martes Santo a modo de prueba. Llegaron con los antifaces puestos a la parroquia de Omnium Sanctorum y apenas se notó su presencia, estando advertido el mismo arzobispo Amigo Vallejo. Al año siguiente saldrían ya de forma reconocida, novedad que también tendría en su cortejo la hermandad de la Vera Cruz, que oficialmente fue la primera con nazarenas en su cortejo, junto a la hermandad de la calle Feria y la hermandad de San Esteban . En el año 1988 le seguirían las de San Roque, Santa Marta, La Candelaria, Los Panaderos, y La Mortaja. Se incorporaban así progresivamente mujeres a las filas de nazarenos, al principio contempladas con la mirada perpleja y desconfiada, para pasar a ser una realidad natural en numerosas hermandades, salvando no pocos comentarios de oposición y más de un artículo de opinión argumentando en su contra. Al proceso contribuirían, de forma importante, las nuevas normas diocesanas que Amigo Vallejo dispuso a finales de 1997, disposiciones en las que se incidía en la igualdad de derechos de la mujer con el hombre en las cofradías. Hitos posteriores significativos serían la incorporación en la hermandad de la Macarena (2001) o en el Gran Poder (2010).  Pronto desaparecerían las miradas inquisidoras que buscaban uñas pintadas o curvas femeninas bajo las túnicas.

La presencia de Maruja Vilches como hermana mayor de los Javieres marcó otro momento histórico que parece completarse con Charo Padilla , la primera mujer pregonera. En el pleno siglo XXI no debería ser noticia. La escasa presencia femenina en las fotografías de las juntas de gobierno indica que el camino hacia la igualdad está todavía por recorrer.

La salida de la cruz de guía de San Esteban / PEPE ORTEGA

Las mujeres son sólo el 12% en las juntas de gobierno

Actualmente, de los 1.033 miembros de junta de gobierno que tienen las hermandades -sin incluir las vísperas-, sólo 121 son mujeres , lo que supone un 11,7%. La media habitual es de dos por cada hermandad, aunque hay cuatro de ellas que no tienen ninguna: los Estudiantes, el Cristo de Burgos, la Quinta Angustia y la Carretería. Las hermandades que tienen más mujeres ocupando cargos de oficial son San Esteban, la Candelaria y Montserrat, con cinco miembros cada una. Aunque en los Javieres llegó a haber una hermana mayor, Maruja Vilches, hace unos años, actualmente ninguna cofradía de Sevilla tiene mujeres ocupando el puesto principal. / J. MACÍAS

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