Queremos

Cordura . La Semana Santa de este año coge un un momento muy delicado de la desescalada de la tercera ola que no se termina de ir. Cualquier tontería y esto se dispara. Que no se diga que vaya a ser por lo que va a pasar a partir de hoy.

Calvarios . El de mayor acierto: el paso de la Hiniesta con el Cristo, la Virgen y la Magdalena: el resultado es asombroso. Genial el de La Exaltación con una magnífica disposición incluso de las figuras secundarias o los del Buen Fin y Montserrat tan evocadores, y el de la Lanzada que ha incluido hasta a Longinos.

Cruces . La Vera Cruz está demostrándonos la belleza de lo simple. Después del altar de la cortina verde, ahora las imágenes aparecen en un Stabat Mater impactante por el esquematismo de la disposición.

El pasado . San Bernardo, como algunas más, ha decidido con acierto volver a los años 30 en los que no pudo salir por la situación política. Contemplar esos retablos efímeros nos provoca también el recuerdo del dolor de los hermanos que vivieron aquellos días tan difíciles y que a veces terminaron fatal como fue el caso de esta hermandad.

Cristos velados. La ceremonia de la velación de la cruz, habitual en los oficios del Viernes Santo nos va a dejar este año instantes para recordar toda la vida. Dos crucificados de Juan de Mesa serán cubiertos por velos morados que irán desapareciendo poco a poco a medida de que el sacerdote vaya avanzando en el oficio. El Cristo del Amor y el de la Buena Muerte de los Estudiantes nos llevarán también a la liturgia de antaño que apenas conocen las generaciones de hoy.

Cachorro . Cuando se vieron las primeras fotos del paso con el crucificado arriba a muchos les vino el escalofrío. Pero en la Basílica la cosa cambia. La reforma hace que el Cristo de la Expiración destaque mucho más que antes. Y esa era la intención. Como dice José María Leal, autor del proyecto, todo es un engaño a la vista para producir más armonía. No es el paso de Olaya y Govea ni el de Castillo, pero es mejor de lo que había.

La O. Hay muchas esperanzas puestas en la actual dirección de una hermandad que en el siglo XX ha sido tan autodestructiva con su mejor patrimonio. La Virgen vuelve a tene sobre sus sienes para el altar de la Semana Santa la corona de Paquito Bautista que es una de las mejores de Sevilla.

Vivir. Queremos salir a la calle con prudencia y pensar que esta será la última Semana Santa sin cofradías. Por lo menos vamos a creerlo. Y si después resulta que no es así, pues ya llegará otro duelo. Pero ahora lo que toca es vivir.