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vía crucis sevilla 2024

Un Vía Crucis de las Cofradías de Sevilla que vale una Redención

La hermandad de la iglesia de Santiago regaló una tarde noche de ensueño en torno al Señor

Las calles se llenaron de público desde primera hora de la tarde a pesar de ser laborable y la salida tempranera del cortejo

Así ha sido el directo del Vía Crucis de las Cofradías de Sevilla de 2024

El Señor de la Redención en la plaza de San Leandro, en la ida hasta la Catedral juan flores
Manuel Luna

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La plaza del Señor de la Redención puede ser de los mejores rincones de la ciudad. Tres palacios o casas señoriales cuidados hasta el último detalle y una iglesia restaurada por una hermandad que es una auténtica revolución en la Semana Santa de Sevilla. El Rocío ayer lo volvió a demostrar. Llenaron de Redención a todos aquellos que se acercaron a ver al Señor de 'las manos abiertas' como es conocido en este rincón de la collación de San Ildefonso.

A las cuatro de la tarde, todo era perfecto en este enclave de la ciudad. Primero, la luz. Un cielo azul que inundaba Sevilla y una claridad que se reflejaba en las paredes encaladas de Santiago, un templo recuperado por la Redención para el patrimonio de la capital hispalense. Luego, estaba el ambiente: los naranjos mostrando los primeros botones de azahar, el olor a incienso, los gorriones cantando, la cera ardiendo y sobre todo, el silencio respetuoso cuando el cortejo salía.

Dentro de la iglesia, los recuerdos y las añoranzas se amontonaban. Allí estaba Angelita Yruela, historia viva de la corporación, eterna capiller que guarda todos los secretos de este Señor que mira frente a frente a quien se le acerca.

También, estaba Manuel del Cuvillo, el hermano mayor que no paraba de sonreír y que está viviendo muchos acontecimientos históricos de la cofradía como son el regreso a su sede tras las obras, este vía crucis y la preparación de la coronación canónica de la Virgen del Rocío. Asimismo, Fernando Borrego, director espiritual de la corporación, se encontraba muy emocionado ante un lunes muy especial y después de haber vivido el crecimiento de la hermandad.

Aunque fuera un horario algo más adelantado de lo normal y a pesar de los trabajos, Sevilla respondió a la convocatoria del Vía Crucis de las cofradías presidido por el Señor de la Redención porque muchos cofrades se bajaban de los autobuses en la plaza Ponce de León y buscaban el entorno de la calle Santiago y la plaza de San Leandro. Muchos abuelos llevaron a sus nietos con las estampitas de las Holy Cards para ver al Señor y otros esperaban en grandes espacios como la Alfalfa mientras que se tomaban un café.

El Señor de la Redención saliendo de Santiago juan flores

El traslado de ida estuvo marcado sobre todo por los hitos que iba recorriendo el Señor de la Redención con unos contrastes de luz que quedaron captados por los numerosos fotógrafos que buscaban la instantánea perfecta con el fondo de San Leandro, las torres de San Ildefonso, la arboleda de la Alfalfa, las estrecheces de Alcaicería, la rotundidad del Salvador sobre la plaza del Pan, la vista primorosa de la Cuesta del Rosario desde Villegas, la bajada de Entrecárceles o el fondo monumental de la plaza de San Francisco.

Asimismo, la cofradía midió hasta el último detalle como las marchas que interpretaron varios músicos de la agrupación antes de salir la imagen hacia la Catedral, el gesto de que miembros de la hermandad Matriz de Almonte llevaran las andas en los primeros metros o que, a lo largo del recorrido, numerosas hermandades portaran al Señor de la Redención.

En San Leandro, varias hermanas también cantaron al titular de la cofradía del Lunes Santo antes de que se viviera una de las estampas de la jornada como fue el encuentro entre el Cautivo de San Ildefonso y el Señor de la Redención. La parroquia preparó un altar especial en la puerta principal con la imagen a la que rezan tantas personas los viernes de Marzo y allí se apostaron la Sacramental y la de los Sastres.

Paco Reguera hijo y Juan Antonio Guillén llevaron las andas con delicadeza hasta el templo que acogió durante dos años y medio a los titulares de la Redención mientras que el párroco Geraldino Pérez comenzó el padrenuestro, seguido por todos los presentes. El cortejo se adentraba en las estrecheces de Boteros y un río de personas venía desde la Puerta Carmona hasta la Alfalfa buscando al Señor. Allí, aunque ya no estén Calzados Mayo, el puesto de calentitos, el bar Tino o Casa Manolo se haya transformado, se respiraba un ambiente de antaño, con los niños jugando en la plaza, los trabajadores de las tiendas asomados a las puertas de los establecimientos y los vistosos árboles que volvieron a crear unos contraluces excepcionales una tarde con una temperatura abrileña.

El Señor de la Redención y el Cautivo de San Ildefonso, frente a frente juan flores

Empezaron los primeros parones en torno a la Alcaicería y la plaza de Jesús de la Pasión, más conocida como la del Pan, porque el cortejo iba algo adelantado y apenas le quedaban el Salvador, San Francisco y el entorno de la Catedral. En ese tiempo, muchos cofrades, curiosos y turistas pudieron ver la cantidad de hermanos jóvenes que acompañaron al Señor durante todo el recorrido. Un tramo entero era de niños mientras que muchos adolescentes iban con sus medallas al lado de las andas demostrando el futuro que tiene esta hermandad del Lunes Santo.

El sol se marchaba por el Aljarafe cuando el Señor de la Redención bajaba Entrecárceles y buscaba Hernando Colón. La gente ya buscaba hueco en las Gradas de la Catedral aunque todavía quedaba rato para que llegara el cortejo. Muchas personas buscaron las puertas de San Miguel y Campanillas por donde había avisado el Consejo de Cofradías que se podría acceder para el rezo piadoso pero la Seo esperó hasta que el cortejo estuviera en la plaza Virgen de los Reyes para abrirlas y que los fieles pudieran acompañar a la imagen por las naves.

Dentro, se pudo estar junto al Señor de la Redención sin bullas y caminar tranquilamente a lo largo de las naves y entre las cruces de guía de las hermandades que esperaban apostadas en las capillas de la Seo.

La oración final se realizó en el altar mayor y allí, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses señaló que «dirijamos la mirada a Cristo, la cual está otras veces distraídas por cuestiones materiales». Asimismo, se preguntó si «vamos a permanecer indiferentes ante Jesús, el cual se sacrificó por nuestra salvación». Por último, pidió que este rezo «nos conmueva el corazón» en esta Cuaresma.

Tras visitar a la Virgen de los Reyes, comenzó un regreso marcado por la muchedumbre que acompañó a la cofradía en gran parte del recorrido hasta la iglesia de Santiago.

En Mateos Gago, se sucedían las fotografías para captar el momento del Señor en sus andas bajo la Giralda y en Fabiola y Federico Rubio, Protección Civil y la Policía Local tuvieron que avisar a los cofrades que buscaran otros huecos porque ya no se cabía en este rincón del barrio de Santa Cruz.

El último tramo estuvo más recogido volviendo por Muñoz y Pabón o Cabeza del Rey don Pedro, donde el cortejo aligeró su paso para entrar en hora en su sede canónica. El incienso buscaba el cielo en una noche agradable en cuanto a las temperaturas.

Ya sin el bullicio de la tarde y con el sosiego de una cofradía de vuelta, la cruz de guía llegaba a Santiago y se iban apagando lentamente los cirios en el interior del templo. El Señor de la Redención entró unos minutos después de la medianoche en su iglesia y se daba por finalizado otra gran jornada histórica para esta corporación que en menos de 75 años, se ha convertido en un referente de la Semana Santa de Sevilla.

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