La vitalidad del mundo de la música en la Semana Santa se mide por varios parámetros. De un lado está la cantidad de formaciones que existe y de otro la apertura del mercado que ha roto las barreras locales y hace circular en todas las direcciones a las bandas de toda AndalucÃa. Pero tal vez el indicador que más influye en este panorama es el exceso de composiciones. A poco que se repasen las agendas de los medios se comprueba cómo cada semana se estrena un número de marchas tal, que resulta imposible asimilarlas y recordarlas por el común del público que acude a ver las cofradÃas. Y esto, la sobreabundancia de música desconocida o escasamente memorizada es lo que provoca que la emotividad de la Semana Santa haya bajado en escalas gigantescas. Entre todas las bandas existe una competencia para ver quien estrena más y asà componer una colección exclusiva. Probablemente algunos de estos estrenos sean composiciones buenas. Pero cuando se unen en un repertorio los 20 estrenos buenos de los últimos diez años la banda sonora de una procesión resulta irreconocible. Da la impresión de que para los pasos se programa ahora más música para conciertos que marchas para una cofradÃa. Composiciones dirigidas a los fans y no al público en general. Si nos preguntamos por qué la emotividad de un cortejo va decreciendo año tras año tal vez aquà encontremos la respuesta.

Partitura / RECHI
Primer golpe. Música para conciertos
Por José Cretario, 8:02 h.