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RELIGIÓN

Gines vivió este jueves una esplendorosa procesión del Corpus Christi

Un gran número de vecinos y vecinas acompañó a Jesús Sacramentado por las calles del municipio, que vivió una de sus dos fiestas locales

Gines vivió este jueves una esplendorosa procesión del Corpus Christi

ALI TRUJILLO

Gines celebró este jueves el Corpus Christi, fiesta local en el municipio, con una esplendorosa procesión del Cuerpo de Cristo por las calles de la localidad, en una cita que contó con una importante afluencia de vecinos y vecinas de todas las edades.Tras la misa oficiada en la Iglesia de Nuestra Señora de Belén, el cortejo hizo su salida sobre las nueve y veinte de la mañana en una comitiva organizada por el Consejo Parroquial cuyo desarrollo corrió a cargo de la Hermandad Sacramental.Abría la procesión la Cruz Parroquial, a la que seguía un buen número de devotos y las representaciones de las distintas hermandades. Numerosos niños y niñas vestidos de Comunión también integraban el cortejo, en el que estuvo presente el Teniente de Alcalde, José Juan Cortés, en representación del Ayuntamiento.El párroco, Juan María Cotán, y el diácono Juan Furest fueron los encargados de portar la Custodia, que estuvo acompañada durante todo el recorrido por numerosos vecinos y vecinas, que quisieron recorrer las calles de Gines junto a Jesús Sacramentado.Para la ocasión, y como es tradicional, las calles se encontraban especialmente engalanadas y cubiertas de romero y flores, conformando una preciosa imagen que sólo puede verse ese día en todo el año.La comitiva recorrió las calles Conde de Ofalia, Alcalde José Antonio Cabrera y Blas Infante, llegando después a la Plaza de Santa Rosalía, Avenida de la Constitución, y la Plaza de la Merced. La procesión continuó por el Paseo Juan de Dios Soto y la calle Real, deteniéndose en cada uno de los altares colocados por los vecinos y las hermandades para honrar al Cuerpo de Cristo. Entre todos, cabe destacar varios altares, como el de la Hermandad del Rosario, situado en la Ermita de Santa Rosalía y presidido por su Simpecado, además de un Niño Jesús vestido de «seise» y dos ángeles recientemente restaurados por Isidoro Manuel Campos.En el de la Asociación San Ginés podía verse una imagen de la Virgen cedida por Francisco Berlanga, una talla que aparecía con una venda en los ojos y una Cruz en las manos a modo de Fe. En el altar de la Hermandad Sacramental, situado en su Casa de Hermandad, destacaba un repostero con una Custodia utilizado habitualmente para la lectura de la Palabra, todo ello enmarcado bajo un dosel bordado conformando un hermoso conjunto. La Hermandad del Rocío preparó para la ocasión un bello altar en el que podía verse la Carreta del Simpecado con una reproducción de la Virgen del Rocío vestida de Pastora.En el tramo final del recorrido, la comitiva llegó al altar instalado por el Ayuntamiento, que este año estaba conformado por una larga mesa con trece velas en representación de la Sagrada Cena, y un llamativo fondo en el que podía leerse el lema «Paz a vosotros. Dios se hizo pan de vida eterna para estar dentro de vosotros».Minutos después, en torno a las once menos diez de la mañana, la procesión concluía su recorrido con la entrada en la Parroquia de Nuestra Señora de Belén.

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