Curiosidades
La Alquería, el parque María Luisa de Dos Hermanas
En su interior alberga un verdadero jardín literario con alusiones directas a grandes obras y escritores
Si el parque María Luisa de Sevilla alberga en su interior un verdadero jardín literario, la Alquería del Pilar de Dos Hermanas acoge también otro de similares características, dedicado a las buenas letras. El histórico parque nazareno , «el María Luisa de Dos Hermanas», tiene una extensión de unas doce hectáreas sobre las que se extienden numerosas zonas de paseo, deportivas y de ocio. En total, se encuentra conformado por tres fincas : la Alquería del Pilar, la Huerta de San Luis –una finca de recreo de estilo inglés-, y las Huertas de Ybarra –la zona de mayor interés botánico-.
Más allá de su valor medioambiental, por la cantidad de especies vegetales con las que cuenta, el parque ofrece también a quien lo visita una mirada bien distinta, no tan palpable a simple vista y dedicada a la literatura . Y es que, si el parque María Luisa de Sevilla tiene espacios en honor a algunos de sus escritores más ilustres como Gustavo Adolfo Bécquer, los Álvarez Quintero o los hermanos Machado, la Alquería del Pilar también esconde en su interior todo un museo literario.
Para empezar, el propio origen del parque está íntimamente relacionado con dos poetas tardo-románticos, el matrimonio conformado por José Lamarque de Novoa y Antonia Díaz . Ambos escritores comenzaron en 1872 a construir este parque, al estilo de los jardines parisinos como su estancia de recreo y pronto se convirtió en lugar de reunión de escritores y artistas, amigos del matrimonio.
Tanto Lamarque de Novoa como Antonia Díaz pasaron la última etapa de sus vidas en Dos Hermanas y tuvieron como punto de referencia este parque de la Alquería, donde escribieron buena parte de sus versos . De su paso por aquella frondosa zona queda, en la actualidad, el palacete con almenas, ventanas ojivales y una pequeña torre donde Antonia Díaz escribía.
Hubo también un paseo dedicado a los filósofos , de lo que ya tan solo se atisba su forma y algunas de sus columnas, estatuas con los personajes que intervinieron en el descubrimiento de América o un busto de Cristóbal Colón. Todo siguiendo el gusto y el diseño que marcaba Antonia Díaz.
Reunión de intelectuales
Según se describe en un artículo de Salvador Zanón y publicado en el portal Floralquería -dedicado a dar conocer las bondades del parque-, el matrimonio se reunía aquí con sus amigos, intelectuales y artistas sevillanos y extranjeros del último tercio siglo XIX, muchos de los cuales plasmaron luego por escrito la belleza de este jardín, como es el caso del escritor, perteneciente a la Generación del 98, José Cascales Muñoz o el dramaturgo y poeta sevillano, José de Velilla.
El matrimonio de escritores invitaba a otros tantos amigos literatos a pasar las tardes en su jardín, hasta donde solían desplazarse en el tren, que paraba en las inmediaciones. Allí eran recibidos por Lamarque de Novoa y Díaz, que obsequiaban a sus invitados con la estancia en un entorno incomparable , lleno de belleza y tranquilidad, que sirvió a menudo de inspiración literaria.
El burlador de Sevilla
Junto a ello, el parque de la Alquería alberga en su interior otros sitios de interés literario. Por la entrada de la calle Esperanza, justo frente a la hoy Casa de la Cultura, se encuentra una estatua del don Juan de la obra « El burlador de Sevilla y convidado de piedra ».
Bajo su figura se puede leer la cita de la propia obra: «venga tan gran caballero a ser hoy en Dos Hermanas honra de estas viejas canas», ya que a lo largo del texto se nombra a la ciudad nazarena, por ser uno de los sitios donde don Juan estuvo seduciendo a la joven casadera Aminta cuando iba camino de Lebrija.
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