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Detenida una vecina de Sevilla por quemarle el coche a su ex: «Tú no te vas a pasear más en el Q7»

Una mujer de Casariche le paga 1.100 euros a un delincuente local para que destroce el vehículo que usaba su expareja porque había rehecho su vida con otra mujer

Graves disturbios en Casariche durante una protesta vecinal ante una oleada de robos

El vehículo ardiendo en la calle Molinilla de Casariche ABC
Silvia Tubio

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La Guardia Civil ha detenido a una vecina de Casariche por quemarle el coche que usaba su expareja. La arrestada no había digerido nada bien que su exnovio iniciara una nueva relación y acabó materializando sus amenazas, según ha confirmado el Instituto Armado en un comunicado oficial. Eso sí, para llevar a cabo su plan no se manchó las manos sino que contrató a un delincuente común de la zona para que provocara el fuego que calcinara el vehículo. Pero no fue un trabajo limpio ni muy profesional. El pirómano sufrió quemaduras y perdió el móvil en las inmediaciones del siniestro. Demasiadas pistas para los agentes de la Benemérita que no tardaron en dar con él.

El pasado 23 de mayo, de madrugada, un vehículo de gama alta, un audi Q7, salió ardiendo en la calle Molinilla de Casariche. Como refleja la fotografía que acompaña a la información, el vehículo estaba estacionado en una zona sin ninguna fuente de ignición cercana como un contenedor de basura que hubiera salido ardiendo y las llamas hubieran saltado al coche. Los bomberos de Estepa trataron de sofocar el incendio con agua, pero esto provocaba una reacción contraria en el fuego. «El comportamiento resistente hizo sospechar a los agentes de que podría tratarse de un incendio provocado«, señala la Benemérita.

Fue necesario el uso de espuma para extinguir el fuego que alcanzó dos viviendas cercanas. Si bien no se registraron heridos. Los indicios apuntaban al uso de un acelerante para calcinar el vehículo. La Guardia Civil realizó una primera inspección ocular en la zona y se encontró con un teléfono móvil que se le había caído a alguien. Durante los días siguientes consultaron en los centros de salud de la zona si se habían atendido a heridos por quemaduras ya que el uso de acelerantes en estos incendios intencionados suelen acabar acarrear consecuencias para los pirómanos.

La confesión

Esas dos pistas fueron definitivas porque el dueño del teléfono móvil encontrado en el lugar del incendio había pasado también por el ambulatorio por quemaduras. A.R.G. de 21 años, fue detenido. Los agentes comprobaron que el joven tiene antecedentes por delitos como robo con fuerza y lo interrogaron. El delincuente no tardó en confesar y en apuntar a la persona que había sido la ideóloga del incendio.

Según recoge la investigación policial, S.R.M. de 31 años, le pagó 600 euros por incendiar el vehículo Q7 que usaba hasta el pasado 23 de mayo su expareja. Él no es el propietario del coche sino su actual pareja sentimental. Por tanto, la venganza era doble para la inductora que de esa manera causaba un daño a ambos. Pero el plan inicial se torció y le acabó saliendo más caro de lo pactado. Los honorarios del delincuente aumentaron hasta los 1.100 euros. Le reclamó 500 euros más por las heridas que sufrió en el incendio.

Con esa declaración, los agentes acabaron deteniendo a S. R. M. y supieron que días antes de haber ordenado incendiar el vehículo, había amenazado a su ex diciéndole: «Tú no te vas a pasear más en el Q7». Un anuncio que acabó cumpliendo porque el coche quedó completamente destrozado. Según ha confirmado la Guardia Civil, ambos detenidos ya pasaron a disposición judicial y han quedado en libertad con cargos.

En enero del año pasado, ocurrieron unos hechos muy parecidos pero en aquella ocasión la víctima fue una vecina de Sevilla. Su expareja no aceptaba que hubiera iniciado otra relación y le prendió fuego a su coche cuando estaba aparcado en un garaje al aire libre en la barriada de San Diego. Aquel siniestro fue más aparatoso porque el vehículo estaba estacionado en una bolsa de aparcamiento llena de vehículos. Por eso las llamas acabaron afectando a otros tres vehículos. Las cámaras de seguridad del recinto grabaron el fuego y fueron determinante para demostrar la autoría del fuego.

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