El depredador sexual detenido en Dos Hermanas por una agresión sexual tiene 58 años y ya lo intentó media docena de veces antes

El lugar elegido por el agresor sexual era, principalmente, Bellavista, barriada sevillana que linda con el municipio nazareno. Y elegía entre sus víctimas a mujeres que practicaban deporte por la zona.

Manuel R. C., que es como se llama el individuo, fue detenido en 2015 por agentes de la Policía Nacional e incluso llegaron a vincularlo con dos víctimas a las que no llegó a violar porque no le dio tiempo puesto que las víctimas se defendieron y tras sufrir tocamientos lograron huir. A una de ella la arrolló con el coche cuando salió corriendo e intentó perseguirla en su vehículo, tal y como publicó ABC el pasado mes de mayo.

El agresor sexual ahora detenido de nuevo quedó en libertad provisional porque no hubo violaciones con penetración y a pesar de contar ya con antecedentes por delitos sexuales. Tres meses después de aquello, volvió a ser arrestado tras dar una «brutal» paliza -calificativo extraído de la sentencia- a otra mujer que abordó en las inmediaciones del tanatorio de Dos Hermanas, por lo que fue condenado a seis años de prisión.

Según la sentencia a la que tuvo acceso este medio, el agresor escogió a la víctima al azar, se abalanzó sobre ella, la tiró al suelo con un fuerte empujón y a base de puñetazos la doblegó. Le hizo tocamientos en los senos y en la zona genital, le bajó la ropa pero cuando estaba a punto de penetrarla, el marido de la víctima apareció y el agresor salió huyendo con las bermudas bajadas.

El delito de agresión sexual, cuando fue juzgado, llevaba aparejada una pena con una horquilla penalógica que iba de los 12 meses a los cinco años de cárcel. En aplicación de la ley del sólo sí es sí, la pena máxima se redujo a los cuatro años. El tribunal lo había sentenciado en 2016 a cuatro años por el delito de agresión (uno menos que el tope legal) y otros dos años por un delito de lesiones. Al rebajar la pena máxima del delito de agresión, la Audiencia Provincial, en atención a la petición de revisión del procesado, recalculó e impuso una condena de tres años y tres meses por el delito sexual. Y todo ello tras dictarse por parte de la la Sección Primera de la Audiencia Provincial el 20 de abril el auto que ordenaba la excarcelación del reo que en ese momento estaba preso en Sevilla I.

Este «depredador sexual«, como lo califican fuentes policiales debido a su alta reincidencia, es uno de los últimos excarcelados por la ley impulsada por Irene Montero que el Congreso de los Diputados aprobó reformar en abril tras las consecuencias que estaba acarreando en forma de beneficios para los violadores.