evolución
Montequinto: de un barrio suficiente a un distrito sobresaliente
La evolución de esta zona nazarena ha sido notable en aproximadamente dos décadas
Entrenúcleos, la unión entre el centro de la ciudad de Dos Hermanas y el distrito de Quinto
Procesión en Roma con el Cachorro y la Esperanza de Málaga, en directo

Apenas ocho kilómetros separan el núcleo central de población de Dos Hermanas de Montequinto, una zona que comenzó siendo un pequeño barrio y que, con el paso de los años, y sobre todo, desde inicios del siglo XXI ha crecido a pasos agigantados ... hasta convertirse en distrito.
Las construcciones de viviendas comenzaron alrededor del colegio de los Escolapios que, en 1974, se trasladó desde la capital hispalense a este espacio, término municipal de Dos Hermanas. Por entonces, los primeros pobladores procedían de barrios periféricos de Sevilla, principalmente el Cerro del Águila, que no se encontraba muy lejos. Se trataba de parejas jóvenes que comenzaban su vida familiar. Apenas varios cientos de personas y ahora, en 2023, más de 35.000 habitantes censados y otros, que aunque residen no se encuentran empadronados.
El primer núcleo edificado fue el de Viterbo – anteriormente Surgal- y se trataba de pisos de varias plantas, sin ascensor.
Parte de las plantas bajas de los mismos estaban destinados a locales comerciales y ahí abrieron diferentes tiendas de alimentación y con diferentes productos. Una de ellas fue la de Santiago Ruiz, panadería-confitería Loli, que comenzó en 1975 y ha tenido al frente a él y su esposa Loli hasta hace un par de años que se jubilaron. Más de 40 años y afirman que «más que clientela eran amigos, de hecho aún me siguen llamando muchos todos los días. Vendíamos de todo, menos frescos. Eso sí, echábamos muchas horas». Siguió creciendo la zona y a medida que se iban construyendo más, también en el Núcleo Bolsena -antiguo Quineba- empezaron a abrir sus puertas bares como la venta 'El Coche', bar Madrid o bar Ramos.
Primeros pobladores
Otro de los vecinos más antiguos del barrio y que continúa allí es Pepe Gallego. Cuenta que conoció Montequinto en 1974, «cuando venía con amigos a Hielotron, unas pistas de patinaje sobre hielo. En aquellos tiempos, esto era principalmente un área rural, excepto por la plaza de toros y la venta 'Quintillo', así como el recién inaugurado colegio de los Escolapios, donde mis hijos estudiarían años después. Me gustó tanto la zona que compré mi primera vivienda sobre planos en la calle César Augusto, en 'los pisos verdes'».
Por aquella época no existía ni ambulatorio ni centro de salud sino que fue en 1983 cuando se instaló una pequeña consulta médica cerca de las calles Séneca y Marco Aurelio, que atendía el Dr. Pablo Guzmán Pueyo quien comenzó su carrera profesional en Montequinto y allí la ha ejercido hasta su jubilación. De hecho, como homenaje, el Centro de Personas Adultas lleva su nombre desde que dejó su profesión. Junto a la instalación médica, una farmacia y un entonces practicante – hoy enfermero-.
Actualmente hay dos centros de salud, Montequinto y Olivar de Quinto.
Teléfono gracias a Karpov
Pepe Gallego explica que «a pesar de las dificultades iniciales, como los cortes de agua y luz, servicios de transporte y la escasez de telecomunicaciones, el espíritu de comunidad nos mantenía unidos. Recuerdo que en 1983 se instalaron los primeros teléfonos. Fue gracias a la visita de los rusos y al primer Campeonato Mundial de Ajedrez celebrado en Sevilla que tuvimos acceso al primer teléfono, ya que el gran maestro de ajedrez Karpov se alojó en Torrequinto y gracias a él se instaló la primera línea telefónica».
Después llegó una cabina, le sucedieron más, y desaparecieron ya en este siglo con la revolución tecnológica de teléfonos móviles.
Para ir a Sevilla pasaba un autobús de línea con no demasiada cadencia al igual que para llegar hasta la zona centro de la ciudad.
Quinto fue creciendo y se divide en diferentes zonas. Desde los inicios existía el asentamiento de Quintillo, que después se trasladó anexo a la A-4, cerca de Ciudad Blanca y las denominadas Casas Baratas.

En Fuentequintillo había viviendas rurales y hoy día es una urbanización de chalets. En la zona conocida propiamente como Montequinto se levantaron los primeros pisos y, aunque también hay casas adosadas, fundamentalmente se encuentran edificios. Los Cerros de Quinto era y sigue siendo una zona de chalets de libre construcción. Al otro lado de la A-376 se encuentra Condequinto, una zona de casas que casi linda con el término de Alcalá de Guadaíra, localidad a la que pertenece Torrequinto. La última y más nueva zona construida, de casas y chalets es Olivar de Quinto, la más cercana a la vía que une este distrito con la zona centro.
Servicios
El primer colegio público que abrió sus puertas en Montequinto fue el denominado Hermanos Álvarez Quintero, que se encuentra a las afueras del barrio y que actualmente acoge al IES Hermanos Machado – casi frente a la Comandancia de la Guardia Civil-. Posteriormente se construyó el Gustavo Adolfo Bécquer y, actualmente suman un total de diez en el distrito (seis públicos y cuatro concertados). Además, también cuentan con siete institutos, cuatro públicos y tres concertados. A esto hay que añadir diferentes centros privados que se ubican en este término como Entreolivos, Tabladilla o Highlands School.
Y también cuenta con una universidad pública en su término, la Pablo de Olavide, y un poco más lejos, en Entrenúcleos, la privada Loyola Andalucía.
Si antes había apenas un par de tiendas, la actividad comercial en Montequinto se ha multiplicado con creces y se pueden contar hasta 200 establecimientos de diferente índole – bares, restaurantes, panaderías, tiendas de ropa, complementos, zapaterías, pastelerías, cafeterías, consultas médicas, mercerías, joyerías, carpinterías, talleres, …- hasta el punto de contar con una asociación de comerciantes, Acoquinto. Hay que sumar varios polígonos con grandes naves industriales.
La parte postal se cubre con una oficina de Correos.
Y, sin lugar a dudas, lo que más crecimiento ha dado al barrio ha sido la llegada del servicio de metro, transporte público que lo une con Sevilla hasta el Aljarafe. En total son cuatro paradas las que se ubican en el barrio – Olivar de Quintos, Europa, Montequinto, Condequinto y un poco más adelante, Pablo de Olavide-.
«A medida que el barrio se iba desarrollando, veíamos cómo se resolvían estos problemas y surgían nuevas mejoras. El barrio crecía y nosotros crecíamos con él. Buscábamos más tranquilidad y nos mudábamos a medida que se construían nuevas urbanizaciones», indica Gallego.
Hace veinte años que llegaron al barrio Antonio Díaz y Manoli Portillo. Ambos afirman que la evolución ha sido «sobresaliente y no tiene nada que ver con lo que era. Las infraestructuras son bastante importantes porque tenemos buenos accesos, a la SE -30 y SE -40, flota de autobuses y sobre todo el metro. El núcleo poblacional ha crecido mucho».
Cultura y ocio
La biblioteca de Montequinto nació en un pequeño local y pronto llegó el bibliobús para recorrer otras zonas más lejanas y poder acercar el servicio de préstamo a los vecinos. Dado el volumen de personas usuarias en 2010 abrió sus puertas un nuevo centro cultural que acogía la biblioteca. En este hay salas de estudio, auditorio, patio para actividades y actuaciones, aulas para cursos, y un largo etcétera.
En ocio cultural Antonio y Manoli sí que apuntan a que echan en falta «los cines, que funcionaban cuando llegamos y desaparecieron. Ojalá vuelvan pronto».
Locales para música en directo, pubs, … en hostelería la oferta es amplísima, para todos los gustos y bolsillos.
El tejido asociativo también es importante en Montequinto. Hay dos entidades, Quintillo y Condequinto, con sus respectivas sedes.
Muchas de las urbanizaciones tienen centro social con piscina aunque, pese a ellos, hay clubes como la A.C.D. Entretorres, el Club Social de Los Cerros, el de Olivar de Quinto y el Club Palmeras, en Condequinto. Estos unen su oferta deportiva a las instalaciones municipales (Centro Acuático Deportivo que incluye piscina cubierta, pistas de tenis y pádel, pabellón municipal, pabellón Entretorres, Centro Deportivo Pepe Flores y piscina municipal de verano.
El denominado edificio Bécquer, que antiguamente era un colegio, acoge las oficinas municipales y es un centro multiusos. En épocas de gran volumen de estudio, habilita una serie de salas de estudio para dar cabida a los estudiantes y que abre las 24 horas. También se imparten talleres y cursos de delegaciones del Ayuntamiento y de algunas entidades.
Como entidades religiosas hay que resaltar las hermandades del Rocío – ya filial de Almonte- y la de Humildad y Pilar, independientemente de diferentes grupos como los Scouts y asociaciones vinculadas tanto a la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles como a la de San Juan Pablo II. De gran entidad es también la Tertulia Cofrade 'La levantá'.
Zonas verdes
Montequinto cuenta con una zona dedicada a huertos urbanos, donde los vecinos pueden sembrar sus vegetales para consumo propio, y que ha tenido que ser ampliada dada la alta demanda.
Además, tiene una serie de grandes zonas verdes que son el pulmón verde como el parque de Los Pinos, de La Colina y Las cuatro estaciones, aparte de otros de menor extensión. A estos hay que sumar las zonas para perros y un parque canino que está a punto de terminarse.
En este distrito, fue uno de los primeros en los que se construyó el carril bici y la une con la zona centro de la localidad a través de varios kilómetros.
Santiago Ruiz fue uno de los primeros que construyó una casa en la zona de Condequinto, y ahí sigue. «No me he movido del barrio y ya no me moveré. Estoy aquí muy a gusto», matiza.
Pepe Gallego, un enamorado del barrio, concluye afirmando que «Montequinto se ha convertido en un próspero y acogedor lugar para vivir, donde estudiantes, familias y jubilados como nosotros vivimos felices, rodeados de todas las comodidades necesarias con las que aquellos primeros vecinos soñamos».
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