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En Dos Hermanas

A prisión un joven de 23 años detenido dos veces en menos de 24 horas por vender hachís

Además, el arrestado está acusado de lesionar a dos agentes de la Policía Nacional a los que golpeó para huir corriendo

Parque de los Pinos de Dos Hermanas, donde fue detenidos dos veces el joven Google Maps

Jesús Díaz

El sábado 5 de octubre J.R.M., un joven de 23 años , fue detenido sobre las 20,00 horas por vender hachís en el parque de los Pinos de Dos Hermanas . Compareció ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cuatro de la localidad nazarena, pero quedó en libertad. Un día después, el domingo 6 , volvió a ser arrestado sobre las nueve de la noche, apenas 24 horas después de la primera. Y otra vez por vender hachís , aunque en su huida para no volver a ser arrestado arremetió contra dos agentes de la Policía Nacional , a los que tiró al suelo y lesionó.

Después de esta delictiva jornada, este joven negó ante la juez los hechos y muchos menos que los 18 trozos de hachís y dos bolsitas con marihuana que llevaba encima fueran para su venta. En esta ocasión, la magistrada, atendiendo a la petición del Ministerio Fiscal y del abogado de los agentes, David Pareja, que representa los intereses legales de los miembros del sindicato Jupol , acordó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para J.R.M. como presunto autor de delitos contra la salud pública, atentado conta la autoridad y dos de lesiones.

J.R.M. fue detenido el sábado 5 de octubre por la Policía Nacional por un presunto delito contra la salud pública en el parque de los Pinos de Dos Hermanas, en Montequinto, conocido por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado como sitio habitual para la venta de sustancias estupefacientes, según recoge la juez instructora en un auto de 7 de octubre, al que ha tenido acceso este periódico.

Los agentes vieron al detenido acercarse a un grupo de jóvenes sentados en un banco. Realizó un intercambio de objetos con uno de ellos, quien salió a continuación del parque. Inmediatamente fue interceptado por la Policía Nacional, que le intervino un trozo de hachís, igual que otros diez que tenía el acusado en el momento de su primer arresto.

El primer día quedó libre

J.R.M. fue puesto rápidamente a disposición judicial y admitió que las sustancias tóxicas que le pillaron en su bandolera eran suyas, aunque para consumo propio. Prestó declaración y se acordó su libertad provisional con obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes en sede judicial.

El joven delincuente no esperó mucho tiempo para volver a las andadas. El domingo, día 6, o lo que es lo mismo 24 horas después , volvió a ser detenido en el mismo parque de los Pinos de Dos Hermanas y teniendo idéntica actuación. Los agentes identificaron a J.R.M. junto a otros jóvenes consumiendo sustancias estupefacientes.

En ese momento, J.R.M. emprendió la huida corriendo, iniciándose entonces una persecución hasta lograr uno de los agentes darle alcance. El joven no dudó en golpear al policía fuertemente con el brazo, lo que hizo que el cayera al suelo. El agente resultó lesionado por esta agresión, como demuestra el parte aportado de la asistencia en el hospital San Agustín .

J.R.M. continuó su huida haciendo caso omiso a las órdenes de los otros policías y arremetió de nuevo contra uno de éstos cuando logró interceptarlo. El policía terminó cayendo al suelo y sufriendo lesiones. También hay parte sanitario.

Finalmente, el joven fue arrestado tras ser reducido por los agentes. Esta vez le pillaron ocho trozos de hachís y dos bolsas con marihuana en la bandolera. Todo preparado para su venta.

Y de nuevo fue puesto ante la autoridad judicial, donde el arrestado negó el destino al tráfico de la droga intervenida en las dos ocasiones, a pesar de que los propios agentes el día 5 vieron cómo le hacía entrega a un joven de la droga.

Si bien es cierto que las cantidades intervenidas no son importantes, la juez concluye en su auto que era para venderla. Su actuación posterior «evidencia el conocimiento por parte del detenido del carácter delictivo de su conducta».

El tráfico de drogas «como medio de vida»

Al ser preguntado por la juez por qué huyó, J.R.M. contestó que «ayer estuvo detenido por lo mismo y como ya le han cogido tres veces, sabía que lo podían meter preso ». Y es que el historial delictivo del joven no está inmaculado.

Precisamente, la juez, para evitar la reiteración delictiva, acuerda la prisión provisional, después de pedirlo la Fiscalía y el abogado de Jupol. Al joven le constan dos condenas recientes por hechos similares.

En concreto, fue condenado el 15 de mayo de este año por el Juzgado de lo Penal número 15 de Sevilla por un delito de tráfico de drogas sin grave daño a la salud a seis meses de prisión, pero la pena quedó suspendida durante dos años. El 27 de junio pasado, el mismo juzgado lo condenó por el mismo deilto a la misma pena, también suspendida, aunque en esta ocasión por tres años.

Por todo ello, la juez concluye que J.R.M., al que le constan cinco antecedentes policiales por delito contra la salud pública desde 2016 y dos condenas firmes, viene cometiendo de forma habitual actos relacionados con el tráfico de droga como «medio de vida» . Si quedara en libertad, puede volver a delinquir, por lo que la juez lo envió a prisión provisional, comunicada y sin fianza.

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