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Marinaleda

Amenazan con «cortar cabezas» por denunciar la política de contrataciones de Sánchez Gordillo

Las últimas huelgas laborales pasan factura al pueblo, dividido en dos bandos, con la circulación de mensajes de odio a través de las redes sociales

Ana Gómez y sus padres durante el encierro que hicieron en el interior del Ayuntamiento de Marinaleda ABC

Martín Laínez

Marinaleda es, en estos momentos, un polvorín. Así lo comentan desde dentro del pueblo y desde fuera algunos alcaldes y vecinos de la comarca con los que ha hablado ABC. Se trata de una «lucha» entre dos bandos que, al margen de la disputa política, se han enredado en una pelea dialéctica a cuenta de la falta de derechos en este de pueblo de la Sierra Sur.

Estas críticas entre ambos bandos están a un paso de ir más allá, como así se comenta en algunos mensajes en las redes sociales a los que ha tenido acceso este periódico entre seguidores y detractores de Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda desde 1979.

Desde finales de agosto y hasta la fecha ha habido dos acontecimientos que han colmado el vaso de la desesperación por parte de una serie de vecinos que han empezado a reclamar públicamente sus derechos laborales . Y lo han hecho, como ha ido dando cuenta ABC en las últimas semanas, en forma de protestas y huelgas mediáticas a las que no estaba acostumbrado el propio Sánchez Gordillo desde el otro lado de la barrera.

Él ha protagonizado a lo largo de su vida infinidad de manifestaciones, asaltos, huelgas... donde ha estado acompañado siempre por «su» pueblo, pero ahora es parte de «su» pueblo el que le ha dado la espalda con una serie de movilizaciones que han trascendido más allá del límite municipal de este pequeño pueblo sevillano de apenas 2.700 habitantes.

Esta misma semana se ha conocido que seis trabajadoras municipales del servicio de ayuda a domicilio han decidido «alzar» su voz y protestar ante el propio Ayuntamiento en demanda de sus derechos laborales. Pero este caso no es el único relacionado con protestas contra el equipo de gobierno de Sánchez Gordillo. Durante seis días y seis noches estuvieron encerrados en el interior del Ayuntamiento de Marinaleda Ana Gómez y sus padres reclamando que el alcalde le había cerrado la bolsa de trabajo de la ayuda a domicilio para que no pudiera trabajar «por represalias por haberse pedido una vez una baja», explica su madre Margarita Pradas.

«Fuimos mi marido, mi hija y yo al Ayuntamiento. Nadie puede decir que hemos calentado a nadie. Llevo luchando con esto desde hace tres años, he ido veinte mil veces a hablar con el alcalde y el teniente de alcalde —Sergio Gómez—. No quieren soluciones, y las cosas hay que intentar arreglarlas y no a echar a pelear al pueblo», explica Margarita en un vídeo en sus redes sociales donde muestra su malestar por esta situación.

A lo largo del mismo, esta mujer, «nacida aquí hace 55 años», denuncia una cacería de brujas hacia su familia, incluso habla de que quieren «cortarle la cabeza» por estas protestas. «Dicen que quieren cortar cabezas de las que estamos ahora protestando y defendiendo lo nuestro, y por lo visto la mía va a ser la primera . Yo estoy en mi casa muy tranquilla porque yo no he hecho nada, yo lo que he hecho es defender mis derechos, lo que siempre he hecho en mi vida, no estoy en contra de nada, ni quiero hundir al alcalde ni mucho menos, yo solo estoy defendiendo lo mío».

A lo largo del vídeo, esta vecina de Marinaleda sigue explicando los motivos que le han llevado a grabar este mensaje: «Yo he estado toda la vida con el alcalde y he aguantado mucho hasta ahora, pero esto de mi hija no lo aguanto porque como él no me puede manipular a mí echa a mi hija de la bolsa de trabajo y ahora no la abre para que no entre. Y lo digo hasta que tenga vida en el pueblo y a quien no le guste, ajo y agua. Pienso hablar siempre porque voy con la verdad por delante y si me quiere cortar la cabeza, en mi casa estoy. Todos saben dónde vivo porque soy de aquí de toda la vida de Dios. Con la cabeza muy alta, ya veremos si ruedan cabezas».

Calentar al alcalde

Asimismo, esta mujer hace referencia al escrito que circula en las redes sociales y grupos de Whatsapp y que recoge ABC sobre que se «va a acabar la paz» en Marinaleda.

«Hay un escrito por ahí que dice que se va a acabar la paz... que si hay que cortar cabezas, yo no lo he visto y que si hace falta llegar a las mano, se llega. Yo voy a pecho descubierto. No pienso irme de Marinaleda y aquí pienso seguir, en mi casa estoy. En vez de calentar al alcalde, lo que tiene que hacer es meter mano a las cosas que están mal y no encender las candelas... tanto pegar y cortar cabezas, aquí estoy yo, venid y me la cortáis. A mí que no intente darme clases uno que ha entrado ahora y se lo ha encontrado todo hecho , que no es uno, sino varios, que cuando empezaron las luchas ni siquiera habían nacido. Yo he criado a mis hijos en la lucha aquí y los he tenido chiquitos cortando carreteras conmigo y tomando tierras y pasando mucho susto conmigo. ¿A mí me van a decir que me he rendido a la derecha?», concluye.

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