Hazte premium Hazte premium

Tribunales

Arranca el juicio por el atroz crimen machista de Lebrija

El acusado apuñaló 40 veces y tiró por el balcón a su exmujer, hija de la conocida cantaora Juana Vargas

La Guardia Civil colocó una lona para evitar que se captaran imágenes del cuerpo de la víctima ABC

SILVIA TUBIO

El final de 2015 fue especialmente sangriento en la provincia de Sevilla . En menos de un mes, entre el 12 de noviembre y el 5 de diciembre, tres mujeres fueron asesinadas a manos de sus parejas o antiguos compañeros sentimentales. La última víctima de aquel año fue una mujer lebrijana, hija de la conocida cantaora Juana Va rgas. Fue apuñalada y lanzada al vacío desde el balcón de su casa por su exmarido, quien esta semana se sienta en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Sevilla.

Este lunes está prevista la formación del jurado , aunque no será hasta el jueves cuando arranquen las sesiones con las cuestiones previas y la declaración de Manuel R. M.

Este vecino de El Cuervo, de 41 años, se enfrenta a más de tres décadas de cárcel. La Fiscalía solicita para él una condena de 31 años por asesinato con ensañamiento , maltrato habitual, allanamiento de morada y quebrantamiento de medida cautelar, además del pago de una indemnización de 150.000 euros para cada uno de sus hijos y de 60.000 euros para los progenitores de la mujer. Por tanto, no sólo será juzgado por los hechos que ocurrieron hace casi dos años, sino también por las vejaciones , amenazas y agresiones a las que sometió a su entonces esposa, que desembocaron en la ruptura de la pareja .

Según el escrito de la acusación pública, en la madrugada del 9 de diciembre de 2015, el procesado se coló en la casa de María del Castillo a través de la ventana de su dormitorio. Ella había roto la relación, pero Manuel no lo aceptaba y en mitad de la madrugada le pidió explicaciones. Quería ver si tenía mensajes íntimos de otro hombre en su teléfono móvil.

En mitad de la discusión, el acusado sacó un cuchillo de cocina y apuñaló a la víctima 40 veces. «Cuando se encontraba en la terraza del domicilio» y consciente de que «estaba gravemente herida y aún seguía con vida», el fiscal relata en su escrito cómo Manuel la tiró por el balcón, «cayendo él detrás suya». La Fiscalía subraya de este atroz crimen machista que el acusado infligió «un sufrimiento que no era necesario para causar la muerte» de su exmujer.

«Me van a caer 15 años, pero el problema lo he resuelto» le dijo a la Guardia Civil tras la detención

Con la la víctima yaciente en la calle, Manuel se dirigió a un centro de salud para curarse sus heridas. Allí fue detenido por la Guardia Civil y confesó la autoría del asesinato con una terrible afirmación que fue portada de los periódicos al día siguiente: «Por esto me van a caer 15 años, pero el problema lo he resuelto».

Cuando fue trasladado a los juzgados dos días después, los agentes tuvieron que protegerlo de los vecinos que aguardaban en la puerta para recriminarle lo que había hecho. Hubo gritos, lanzamientos de objetos y mucha rabia contenida que explotó cuando el arrestado descendió del vehículo policial.

Manuel entró en los juzgados prtegido por la Guardia Civil tras su detención A. H.

María del Castillo Vargas Amaya tenía 37 años y dos hijos que en la fecha del crimen tenían 11 y 7 años. Los pequeños no se encontraban en el domicilio familiar porque aquella noche pernoctaban en casa de una abuela por cuestiones de trabajo de su madre. Un hecho que pudo haber aprovechado el acusado para acceder a la vivienda a sabiendas que la víctima estaría sola.

El sistema de protección falló

Este caso también puso en evidencia las fallas del sistema de protección de las víctimas de violencia machista por las que se cuelan los asesinos que acaban cumpliendo sus amenazas. María del Castillo, a diferencia de otras mujeres, sí dio el paso y denunció a su exmarido hasta en dos ocasiones.

El fiscal detalla que en 2015 constan dos denuncias. La primera se presentó el 26 de junio después de que Manuel la agrediera propinándole un empujón. La segunda la interpuso la fallecida sólo unos días antes de ser asesinada. El 26 de noviembre el acusado se había personado en su casa «empujando violentamente la puerta y diciéndole ¿qué pasa con el moro? ¿Qué tienes tonterías con el moro? ¿Tú sabes lo que va a pasar? A mi me da igual, tú sabes lo que te va a ocurrir, lo sabes. Si no eres para mi, no eres para nadie».

Al día siguiente el juzgado de Lebrija dictaba una orden de alejamiento que no sirvió para proteger a María del Castillo.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación