Coronavirus en Sevilla
Los campamentos de verano en la provincia de Sevilla, en el aire y pendientes del BOE
Por ahora, los urbanos sí están permitidos con restricciones, pero no los que necesitan pasar la noche en el lugar de la celebración
La desescalada está originando mucha incertidumbre en algunos sectores que no se encuentran recogidos específicamente en las normativas que se publican en el Boletín Oficial del Estado ( BOE) en cada una de las fases.
Uno de ellos es el del ocio infantil, como las ludotecas, que se encuentran en un limbo administrativo, pero no es el único. A este colectivo se une otro que cuando llega los meses de verano es fundamental para conciliar la vida familiar y laboral de los padres, así como servir de vía de escape para los más pequeños.
Y este año, lo es aún más por dos motivos. Con la finalización de muchos ERTE , los trabajadores empiezan a recuperar su actividad laboral poco a poco a lo que hay que unir la circunstancia de que este año, los campamentos de verano pueden servir como una herramienta psicológica para los más pequeños después de permanecer varios meses encerrados en sus casas con motivo de la pandemia del Covid-19.
En Sevilla, que se encuentra en la fase 2 como muchas provincias, la desescalada en el sector de los campamentos de verano es un verdadero quebradero de cabeza para las empresas que se dedican a este trabajo . Sobre todo, por la incertidumbre de no saber a día de hoy si se pueden celebrar con normalidad, como hasta ahora había ocurrido.
De momento, lo único que se sabe es que sí están permitidos los campamentos urbanos, aquellos que se celebran en la misma ciudad y con algunas medidas preventivas, mientras que los que precisan de pernoctaciones siguen esperando la publicación del BOE para que les aclare cómo y cuándo se pueden celebrar.
Protocolo a Sanidad
Las empresas que aglutina este sector se han puesto en contacto con el Ministerio de Sanidad para conocer los detalles sobre la puesta en marcha de los campamentos y les ha hecho llegar un protocolo higiénico sanitario que sirva de base para elaborar una normativa donde se aclaren todos los puntos que permitan que estos eventos se desarrollen con total normalidad.
Según apunta a ABC David Rodríguez, de Campamentum —el buscador temático que aglutina a más de un centenar de empresas organizadoras de campamentos—, «el Ministerio aún no ha respondido a este protocolo, dejando en la cuerda floja a muchas empresas, unas 37.000 en toda España y que generan doscientos mil puestos de trabajo cada año».
Una de las empresas que organiza estos campamentos de verano en Sevilla es Mirestépolis , cuyo presidente, Daniel Álvarez, explica que «somos una alternativa para conciliar la vida familiar, sobre todo ahora que muchos padres recuperan su puesto de trabajo y los niños acaban las clases, aunque sean de manera telemática».
« Sí está permitido hacer un campamento urbano en clubes sociales por ejemplo , pero siempre que haya un portero que permita el control de las personas que entran y eso en la siguiente fase, porque por ahora, en la 2 no se puede. Y eso sí, con limitaciones de aforo de un 30, 40 o 50%... eso es algo que aún no está claro», argumenta Álvarez.
Ante esa incertidumbre, las empresas organizadoras de estos campamentos siguen el proceso de preinscripción sin saber aún el número máximo permitido en los clubes de las ciudades y para conocer la opinión de los padres, «porque otra cosa es cuando se organicen campamentos que precisen pasar la noche en un sitio», espeta el responsable de la Asociación Cultural y deportiva Mirestépolis, que lleva celebrando campamentos de verano desde hace nueve años en Sevilla Este y «el de 2020 será nuestro décimo, para lo que hemos preparado una fiesta especial», si bien tendrá que aguardar de momento.
Entre las medidas que recoge el protocolo enviado a Sanidad se recoge que se pretende garantizar la seguridad, proteger la salud y minimizar el riesgo de contagios entre los participantes en actividades de ocio, incluidos los monitores.
Los padres tendrán que firmar una declaración donde se asegure que el niño no haya presentado fiebre, tos o cansancio en los 14 días previos al inicio del campeonato.
Una vez que sean aceptados, los niños recibirían sesiones informativas donde se les recordaría cómo deben toser o la obligación de lavarse las manos .
Si el niño presenta síntomas una vez en el campamento, deberá interrumpir la actividad y comunicárselo a su monitor, quien a su vez se pondrá en contacto con el centro de salud.
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