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El desfalco de Almensilla, un caso en punto muerto

Cinco jueces instructores han pasado ya por un juzgado atascado que lleva a duras penas una investigación de la que depende el patrimonio de centenares de familias

Los afectados del desfalco se concentraron en 2015 en los juzgados tras la detención de Julio Mateos Raúl Doblado

Silvia Tubio

Corcubión es una pequeña localidad de La Coruña que en 2002 abrió durante semanas los principales informativos del país. Frente a su litoral se hundía el petrolero «Prestige» , causando el peor desastre medioambiental de la historia española. El accidente supuso todo un terremoto para el pequeño juzgado de una población que no llega a los 2.000 habitantes pero que tenía que asumir un caso que traspasaba las fronteras nacionales. Una sede judicial de paso donde ningún juez quiere hacer carrera y que recibió una investigación mastodóntica sin medios. David contra Goliat.

El resultado fue: nueve años de instrucción y una primera sentencia con sabor agridulce. Nadie iba a prisión y el pago de indemnizaciones quedaba en el aire. Luego el Supremo corrigió este año ese primer dictamen. Eso sí, 16 años después del accidente.

Esta tortuosa historia judicial sirve de ejemplo de cómo la Justicia pierde sentido por una excesiva lentitud . Y ése es el temor que tienen centenares de familias que denunciaron en 2015 un supuesto desfalco en las cuentas de la junta de compensación a la que delegaron la administración de los terrenos donde se asientan sus casas. Una inmensa parcela que está urbanizada a medias (Sector F) y situada en Almensilla, en la segunda corona del atractivo Aljarafe sevillano.

Tres años de la fuga del Dioni

Ya han transcurrido más de tres años desde que el tesorero de la Junta, Julio Mateos Palacios, el conocido Dioni de Almensilla , se fugara a la República Dominicana dejando un agujero de más de tres millones de euros en los ahorros de los parcelistas. Y a pesar de que fue detenido meses después, la instrucción judicial ha ido avanzado a paso de tortuga por la falta de medios y por las propias características del juzgado donde recayó la denuncia: El número 1 de Coria.

Este órgano opera en uno de los partidos judiciales con más carga de trabajo de la provincia. Según cifró el Consejo General del Poder Judicial el año pasado, soporta un 92% más del volumen que debería recibir para un óptimo funcionamiento. Los tres juzgados corianos cerraron 2017 con 2.667 sentencias por ejecutar y 2.206 casos por resolver. Y entre esa maraña de papel, una instrucción que suma ya 16 tomos , según confirmaron a ABC fuentes judiciales.

El Dioni sale de los juzgados de Coria tras su última comparecencia Raúl Doblado

Además de este contexto, el juzgado que se encarga de investigar uno de los grandes desfalcos de la última década, tiene encomendado el Registro Civil. Con esos mimbres, el número 1 de Coria es una plaza muy poco atractiva para los jueces, que lo consideran un destino de paso .

Más de tres años después de incoarse las diligencias, se desconoce si Julio Mateos ocultó patrimonio en la República Dominicana porque no se han resuelto las comisiones rogatorias

Desde que se incoaron diligencias, la instrucción ha pasado por las manos de cinco jueces y tres fiscales . Al poco de iniciarse la investigación, el primer instructor solicitó un funcionario de refuerzo ante la probable envergadura que iba a adquirir el caso, con la solicitud de comisiones rogatorias al extranjero debido a la fuga del principal encausado. No hubo respuesta. A día de hoy, esa demanda de información a la República Dominicana para conocer el patrimonio que pudo esconder Julio Mateos Palacios sigue sin recibirse.

En el último auto dictado por la Audiencia Provincial para resolver la petición de una prueba solicitada por una de las partes, la Sección Primera califica de «tortuosa» la instrucción y recoge los argumentos de la última instructora y la Fiscalía para ir acotando el asunto porque en caso contrario no se favorece la resolución final de la que están pendiente centenares de familias, que a día de hoy tienen embargadas sus propiedades . Además recuerda que hay una persona (Julio Mateos) que lleva más de dos años en prisión sin que aún se vislumbre ni siquiera el final de la instrucción.

Los afectados temen que el tiempo juegue en su contra y a favor de los denunciados con futuras atenuantes por dilaciones indebidas o por un cierre de las diligencias forzado que deje la investigación incompleta.

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