Historia
Un sevillano que trabajó en la corte de Felipe V, considerado el precursor de la Medicina moderna
El historiador Francisco Morillas y el abogado José Antonio Martínez publican la historia de la vida de este galeno nacido en Arahal
Fue médico de cámara en la corte de Felipe V de Borbón durante su reinado entre 1700 y 1746 en España y atendió a su abuelo Luis XIV. También está entre los fundadores de la Regia Sociedad de Medicina y otras Ciencias de ... Sevilla, germen de la actual Real Academia de Medicina de Sevilla , primera del mundo, hecho recogido en una placa que figura en el número 19 de la calle San Isidoro de la capital andaluza.
Su nombre es Juan Muñoz y Peralta (1668-1746), un médico que nació en Arahal para convertirse en el personaje más insigne de la historia de este pueblo de la Campiña sevillana. Su interesante vida se recoge por primera vez en un libro que acaban de publicar un historiador, Francisco Morillas Caro y, un abogado, José Antonio Martínez Rodríguez . Con esta obra quieren hacerle un homenaje al que consideran uno de los precursores de la medicina moderna en España.
Posiblemente la mayoría de los vecinos de Arahal no conozcan la importancia de la figura de Juan Muñoz y Peralta, cuyo nombre e imagen figura en un mural de azulejos en la Casa de la Cultura desde diciembre de 1993. No obstante, la figura del doctor es la más relevante de los nacidos en este pueblo. De ahí que ambos autores arahalenses hayan investigado durante tres años en distintos archivos históricos y tesis doctorales sobre su figura poco conocida a pesar de haber sido uno de los precursores de la medicina moderna.

Muñoz y Peralta trabajó bajo la protección del primer rey de la casa Borbón en España cuyo mandato fue el más duradero, más de 45 años. La imagen del médico aparece dibujada en un azulejo instalado en el patio de entrada de la Casa de Cultura de Arahal como un caballero de la época, un físico figurado porque no hay constancia impresa de su aspecto pero sí de su obra.
Documentación
La base de la investigación del libro , titulado 'Don Juan Muñoz y Peralta, un médico arahalense en la corte de Felipe V', se ha basado en los documentos recogidos en el Archivo Histórico Nacional, ubicado en Madrid, archivos de la Inquisición y la tesis doctoral de Carolin Schmitz, del European University Institute (EUI), de Florencia, sobre 'La Regia Sociedad de Medicina y otras Ciencias de Sevilla en la República de las Letras: Juan Muñoz y Peralta (1668-1746)'.
«Quizás sea el personaje que más importancia histórica de los que ha visto nacer Arahal. Fue un hombre adelantado a su época. Se fue cuando aún era un niño de este pueblo al que nunca olvidó, pues cada vez que venía a Sevilla realizaba una visita a su lugar de nacimiento», cuenta Morillas Caro. En el libro, que se presentará en los próximos días, describen sus antecedentes familiares. Su padre, Francisco Muñoz Bravo, fue administrador de los bienes de los marqueses de Ayamonte, algunos de ellos ubicados en esta comarca sevillana, hasta donde vino a vivir con su mujer, Isabel de Peralta. En la época fue una familia privilegiada que acabó viviendo en Sevilla, donde este médico del siglo XVIII pudo iniciar sus estudios .
Los autores del libro han investigado durante tres años en distintos archivos históricos y tesis doctorales sobre su figura
« Con 32 años era ya médico de cámara del rey Felipe V , pero también atendía a hombres insignes de la época como fue el virrey de Cerdeña, el duque de Montellano y el de Osuna y hasta el rey francés Luis XIV. Cuando empezó a ejercer en Sevilla, adquirió una casa en la calle San Isidoro», explica Morillas Caro.
Para ambos autores ha sido «apasionante» seguir la vida del insigne médico que, incluso, pasó por un proceso inquisitorial de 1721 a 1725 cuando lo acusaron de ser seguidor de la ley judía «porque sospechaban que los padres lo eran, pero fue absuelto y lo restituyeron en sus cargos como médico de la realeza».
Después de llevar a cabo una «profunda investigación» en la que han tenido que traducir textos del siglo XVIII escritos en castellano antiguo, los autores han llegado a la conclusión de que Francisco Muñoz y Peralta tuvo una vida «emocionante».
Cartas a pacientes
En el libro se incluyen temas como la relación epistolar que el insigne médico mantenía con sus pacientes o su papel como miembro destacado del movimiento Novator, formado por un grupo de médicos que, según cuentan los autores, «aspiraban a romper con la medicina galénica y sustituirla por las tesis del alquimista suizo Teofrasto Paracelso (1493-1541); una medicina basada en la observación, experimentación y la utilización de medicamentos con ingredientes minerales».

Para ello estudió y descubrió las características de muchas enfermedades (sífilis y bocio, entre otras), y para combatirlas se sirvió del azufre y el mercurio. Fue, además, el primero en identificar una enfermedad producida por el trabajo.
Los autores se adentran incluso en la vida personal del médico con la transcripción del contenido de algunas de las 56 cartas que le envió una dama de la corte francesa declarándole su amor. Además, en su investigación, citan algunos documentos «curiosos» como la tasación de las joyas heredadas de su madre antes de ser procesado por la Inquisición y otro relacionado con la restitución de su cargo como médico de cámara una vez terminado dicho proceso.
Nacido en 1668 en Arahal, es el personaje más insigne de la historia de este pueblo de la Campiña
José Antonio Martínez explica que el germen del libro se lo deben al también escritor local José Carlos Mena, «él fue quien localizó y reunió los documentos históricos más importantes para nuestra investigación y tuvo la amabilidad de cedérnoslo».
Por otro lado, los autores no han querido dejar pasar la oportunidad de describir el contexto histórico y social en el que se desarrolló la vida de Muñoz y Peralta, una época en la que el reinado de los Borbones supuso la puesta en práctica de una política interior encaminada a reformar la economía, la política y la sociedad.
El siglo XVIII fue el de la recuperación demográfica, el aumento de las rentas del campo y la subida del comercio artesanal . Una época en la que la investigación en el ámbito científico conoció un notable auge, caldo de cultivo que aprovechó el médico para iniciar una reforma en su campo de trabajo, la medicina, acercándose a la ciencia que en estos años se practicaba ya en Europa.
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