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Carmona

El juez archiva por falta de competencias el caso «Chapapote» de robo de galgos

Ve indicios de falsedad documental en el Federación Española de Galgos en Madrid o en el Libro Registro de orígenes en Badajoz

Un ejemplar de galgo en una cacería corriendo tras su presa ABC

J.D.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Carmona ha acordado de nuevo el sobreseimiento provisional y archivo del caso de robo de galgos conocido como «Chapapote», que tomó el nombre del ejemplar que fue robado en 2008 en Los Palacios y que reapareció en Badajoz cinco años después, con un chip distinto. En esta ocasión, el instructor toma esta decisión por falta de competencias para investigar los hechos denunciados.

Esta decisión llega después de que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla , tras el primer archivo del citado juzgado, ordenara el pasado año la reapertura de este caso de robo de galgos, que se ha convertido en un lucrativo negocio que mueve miles de euros . Precisamente el caso Chapapote fue el que puso la lupa sobre esta práctica delictiva, que obliga a los criadores a mantener a los perros en búnkeres para evitar las sustracciones.

El ejemplar en cuestión, que había sido campeón en varios torneos, desapareció en 2008 en una finca de Los Palacios y fue localizado en 2013 en Badajoz rebautizado como «Litri del Pastor» . Durante ese tiempo, el galgo se usó como semental y sus cubriciones –hasta treinta al año— pudieron originar decenas de camadas con una media de siete cachorros. Los agentes al cargo de la investigación calculan que «Chapapote» pudo tener 840 descendientes en cuatro años, generando unos beneficios de hasta 300.000 euros , ya que se cobra entre 600 y 1.000 euros por monta.

Perros con historial

A pesar de que la decisión de la Audiencia Provincial dio un giro al caso, de nuevo se vuelve a dar carpetazo al asunto por parte del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Carmona . En un auto, de fecha de 19 de marzo y al que ha tenido acceso ABC, el juez recuerda que las presentes actuaciones se iniciaron una denuncia de 26 de agosto de 2012, donde se relataba que un día antes en una vivienda de la calle Nuestra Señora de los Reyes de M airena del Alcor fueron sustraídos cinco perros, de los cuales dos regresaron y posteriormente apareció una tercera perra, quedando desaparecidos dos de ellos, uno murió y otro recuperó por 500 euros.

La Guardia Civil , en la investigación llevada a cabo por estos hechos, intentó relacionar el citado robo ocurrido en Mairena con las investigaciones que se venían llevando a cabo paralelamente en torno al perro «Chapapote» , señalando que el objeto del robo recaía sobre animales que cuentan con un buen historial deportivo y que sin duda utilizarían para la selección de cachorros, al afirmar que querían conseguir "la casta del pastelero".

El destino de los animales sustraídos sería el barrio de Palmete de Sevilla, identificándose a varios presuntos implicados. Las investigaciones policiales posteriores llevaron a centrar el núcleo de la investigación en el entorno de «Los Vere», los cuales estarían detrás de los robos de galgos que se venían produciendo en la provincia.

En este sentido, también figura en las actuaciones denuncia del 17 de noviembre de 2008 de la Guardia Civil de Los Palacios por la sustracción de seis perros de raza galgo , entre los que se encontraba el llamado «Chapapote», de color negro, valorado en 4.000 euros. Por estos hechos se incoaron diligencias previas en el Juzgado de Instrucción número dos de Dos Hermanas , el cual decidió no aceptar la inhibición cursada por el Juzgado de Carmona, «no habiendo lugar a relacionar» el robo de los dos galgos en Mairena con «Chapapote».

Falsificación documental

Igualmente, según el auto, se intentó relacionar el robo de los galgos en Mairena con el descubrimiento de la coincidencia de ADN entre dos perros inscritos en el Libro Oficial de Origen de Raza de Galgo Español , que existía en la Federación Española de Galgos, en concreto entre el perro de raza galgo que se pretendía inscribir como semental con el nombre de «Litri» y el ya registrado con el nombre de «Chapapote», cuyo dueño había denunciado su sustracción.

Ahora, el juez señala que no existe relación entre la comisión de robo del galgo «Chapapote» con el delito de robo cometido en Mairena del Alcor, salvo las propias de la posible comisión por «Los Vere» en Sevilla de un delito de receptación.

Por todo ello, el magistrado considera que, aunque existían sospechas suficientes para abrir una línea de investigación policial, de las diligencias practicadas no se ha podido comprobar la participación de los acusados.

Por tanto, estas sospechas inicialmente policiales no se apoyan en ningún dato objetivo contrastable y no constituye ningún indicio de la comisión de delito de robo en Sevilla.

Sin embargo, plantea que pueden existir indicios de la comisión de un delito de receptación ocurrido en Sevilla, perpetrados por los integrantes de una misma familia, así como también indicios de delitos de falsificación documental en la Federación Española de Galgos en Madrid, o en el Libro Registro de Orígenes en Badajoz, para los que este Juzgado no es competente.

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