Cuando quedan dos jornadas para que finalice el mes de febrero, se puede concluir que todos los indicadores del coronavirus presentan curvas descendentes en la provincia de Sevilla : la de contagios, la de hospitalizados y la de fallecidos, esta última ha sido la ... que más tiempo ha tardado en presentar un descenso prolongado.
La tercera curva, que ha sido más explosiva que las dos primeras, ha registrado en dos meses sus dos caras. Si bien enero , tras las fiestas navideñas, se caracterizó por tener una clara tendencia alcista , febrero ha sido todo lo contrario dejando en las estadísticas todos los parámetros en negativo .
Lo primero que bajó fue el capítulo de infectados tras varios días de «dientes de sierra» —el pico más alto fue el pasado 4 de febrero con 1.316 contagiados en un solo día— que empezó a disminuir a la misma velocidad que subió.
Posteriormente, la presión hospitalaria fue decayendo día tras días —logrando reducir hasta 500 la cifra de hospitalizados en tres semanas, pero lo que no se lograba era frenar los fallecidos, sobre todo tras su estancia en las UCI.
Este descenso ha tardado tres semanas en producirse y se puede decir ya, tras tres jornadas seguidas presentando cada vez menos decesos, que por fin se ha doblegado esta curva mortal .
Además, cada vez hay menos hospitalizados en UCI y el número de curados va aumentando cada día desde principios de febrero, que ha dejado ya varias jornadas con más curados que nuevos positivos en el parte diario.
Todas estas cifras han permitido que la incidencia acumulada haya pasado de los 776 casos por cada cien mil habitantes del día 1 a los 188 que presentaba ayer la provincia de Sevilla (-588 puntos en este tiempo). Por tanto, y comparando las cifras globales del día 1 con las de ayer, febrero ha dejado una media diaria de 490 infectados, 60 hospitalizados, de los que cinco han pasado por UCI, 13 fallecidos y 370 curados.
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