Navarrete anuncia «la hora de los ayuntamientos» en su toma de posesión al frente de la Diputación
SEVILLA. Viejas y nuevas caras y talantes políticos se vieron ayer en la Diputación Provincial, donde se celebró el Pleno de constitución y, como estaba previsto aún contando con alguna broma sobre el caso Tamayo, fue reelegido presidente Luis Navarrete. Los dieciocho votos de sus diputados -uno más que en el mandato anterior-, frente a los seis votos populares para Juan Bueno y los siete votos en blanco de IU y PA volvieron a dar a Navarrete la oportunidad de regir los destinos del ente que quiere ser un efectivo «Ayuntamiento de los ayuntamientos».
Fue una sesión concurrida que ofreció la imagen de una sala de plenos variopinta, abarrotada de familiares, amigos, simpatizantes, alcaldes y concejales, en la que estuvieron presentes miembros de la plana mayor socialista encabezados por el todopoderoso José Caballos, protavoz del PSOE en el Parlamento Andaluz; la consejera de Justicia, Carmen Hermosín; el consejero de Empleo, José Antonio Viera, y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, entre otros.
El Pleno, que pudo ser seguido a través de la web de la Diputación y en dos pantallas instaladas en el vestíbulo, comenzó con la constitución de la Mesa de Edad, integrada por el alcalde de Mairena del Aljarafe y nuevo diputado Antonio Martínez Flores, y la jovencísima concejala de San Juan de Aznalfarache Verónica Pérez Fernández, tras lo cual, sus señorías fueron prometiendo o jurando sus cargos. Después de esta ceremonia protocololaria, en medio de los aplausos más intensos de la mañana, Luis Navarrete retomó su cargo.
Logros y retos
Navarrete hizo un repaso del los logros del mandato recién cerrado, destacando el Consorcio Provincial de Aguas, que calificó de «hito histórico», la participación en el Consorcio de Transporte Metropolitano, Turismo de la Provincia, las políticas de empleo, desarrollo económico y bienestar social, los programas sociales y formativos generadoras de empleo, las viviendas de Sevilla Activa, el Centro de Iniciativas Empresariales, la Red Provincial de Telecomunicaciones o la Muestra de la Provincia, que este año celebrará su segunda edición.
Competencias y financiación
De cara al nuevo mandato, el presidente volvió a repetir que hay que redefinir las competencias y que «ha llegado el momento de revisar la financiación local, de dotar de recursos las empobrecidas arcas municipales, de poner en manos de las corporaciones locales las herramientas necesarias para poder dar servicios y respuestas de calidad a los ayuntamientos». «Ha llegado la hora de los ayuntamientos, sin aplazamientos ni excusas», afirmó.
Navarrete también exigió al Gobierno que «deje de mirar hacia otro lado y permita una revisión del sistema de participación de la administración local en los ingresos del Estado».
Según Navarrete, la Diputación debe jugar un papel acorde con los nuevos tiempos cediendo competencias a la comunidad autónoma y reclamando otras que puedan ser ejercidas por la Corporación provincial.
Por el discurso del presidente desfilaron enunciados los nuevos retos y proyectos de la nueva andadura: el Área Metropolitana, «a la que hay que dar forma y contenido. Corresponde al Parlamento Andaluz darle cuerpo jurídico a un modelo que debe dar respuestas en forma de servicios a un área en la que viven más de un millón de personas», dijo; la intención de que la Diputación sea garante del equilibrio de Sevilla frente a los municipios de la corona metropolitana y de ésta con respecto al resto de la provincia; la inversión de los recursos, una red de redes de servicios, el mundo rural, los jóvenes, la mujer, anunciando la creación de un área específica, la atención al ciudadano, la innovación tecnológica y el acceso de todos los municipios a ella, el apoyo a sectores como el de la piedra, la aceituna de mesa o el aceite de oliva.
No faltaron tampoco referencias a aprovechar la implantación de la industria aeronáutica, a lograr un acercamiento de la Universidad a los municipios, a ligar la gestión del Medio Ambiente al urbanismo y al fomento del deporte y la cultura, a la mejora de los servicios sociales, a la participación del ente en el proceso de fusión de las cajas de ahorro o al óptimo uso del patrimonio de la Diputación, que permitirá reinvertir en la provincia. Todo ello en aras de lograr un mayor desarrollo económico y creación de empleo.
Los portavoces
Previamente, los portavoces de los grupos pronunciaron sus respectivos discursos, comenzando por los grupos con menor representación.
El portavoz del PA, Tomás Alfaro, ex alcalde de Coria del Río, que ya ocupó este cargo en el periodo 95-99, pidió a Navarrete que lidere la petición de fondos al Estado y la Junta para la mejora de los ayuntamientos, para lo cual, «la Diputación es el motor perfecto».
Alfaro, que concluyó su intervención con un «Viva Andalucía Libre», reivindicó una Ley de Comarcas y políticas de descentralización.
Sebastián Martín Recio, alcalde de Carmona, y nuevo portavoz de IU, en un grupo completamente renovado, en un cuidado, literario y reivindicativo discurso, reclamó impulso para el municipalismo y expuso que hay que acometer estrategias para acabar con el desequilibrio existente entre el Área Metropolitana y la periferia rural, «un foso de desigualdades».
Martín Recio defendió que la Diputación debe ser un «instrumento al servicio de los ayuntamientos» y dijo que toda transparencia, trato igualitario y equidad son siempre pocas», a la vez que pidió que la Corporación ejerza un «papel activo ante el Gobierno y la Junta» en aras de conseguir más recursos y competencias.
El PP pide transparencia
Juan Bueno, del PP, que repite en el cargo defendió la labor de su partido, primer grupo de la oposición, en la tarea de controlar las actuaciones del equipo de Gobierno socialista y abogó por la transparencia y credibilidad que debe tener la Diputación y por que ésta recupere el prestigio institucional.
El dirigente popular recordó que «todavía existen municipios de primera y de segunda y la Diputación juega un papel fundamental en buscar el reequilibrio en nuestra provincia».
Bueno ofreció al equipo socialista «el talante positivo que presidirá nuestra actuación institucional y colaboración para apoyar cuantas iniciativas contribuyan a mejorar el conjunto de la provincia para conseguir ayuntamientos fuertes para este nuevo siglo.
No obstante, el portavoz popular advirtió que «cuando en una institución pública, aún teniendo mayoría absoluta, se trabaja desde la imposición y la utilización del rodillo de los votos, estamos fallando a un gran número de ciudadanos, y por tanto al interés general. Si, por el contrario, se trabaja desde el entendimiento con el resto de las fuerzas se está acertando de pleno en la gestión y la administración del interés público». «Señor presidente -dijo Bueno- hoy tiene una nueva oportunidad para decidirse por esta última opción».
Por su parte, Fernando Rodríguez Villalobos, nuevo portavoz socialista, defendió el desarrollo de políticas progresistas y ofreció a la oposición «un grupo abierto a todo tipo de proyectos y sugerencias que no conlleven sesgos partidistas» y se dirigió expresamente al PP «esperando en el nuevo mandato una oposición constructiva, sin cuchillos largos, veraz, que no sea de espaldas a la provincia y apegada al Gobierno central».
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