TRANSPORTES
Renfe Cercanías Sevilla, de servicio modélico a desastre diario
Desde hace meses los usuarios de los trenes de cercanías están soportando retrasos e incidencias de todo tipo
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La línea C1 de Cercanías de Sevilla, que une las localidades de Lebrija y Lora del Río, haciendo paradas en enclaves tan importantes como Utrera, Dos Hermanas, la Rinconada o Sevilla capital, vive en estos momentos una situación ciertamente preocupante. Los usuarios han pasado ... de disfrutar de un servicio que siempre fue completamente modélico a estar preparados prácticamente para cualquier tipo de incidencia que dé al traste con su organización diaria.
Retrasos de hasta una hora, trenes que no salen, falta de información o trenes en los que no funciona el aire acondicionado, son sólo algunos de los problemas con los que tienen que lidiar desde hace meses los usuarios de estos trenes. Se trata de una situación que se está agravando al parecer desde el final de la pandemia, cuando el servicio volvió a su normalidad y que coincide en el tiempo con el periodo de gratuidad de los trenes que concedió el gobierno central.
El caso es que la línea C1 de Cercanías de Renfe en Sevilla no es ni mucho menos una línea residual, ya que es sin lugar a dudas la más importante de la provincia, una de las más importantes en Andalucía y referente en España. Una línea que por ejemplo en 2022, el primer año con datos normales después de la pandemia, contó con 6,5 millones de viajeros, por lo que en cierta manera había sido siempre la joya de la corona, siendo muy extraño que esté sufriendo el actual abandono.
En Utrera por ejemplo los viajeros se sienten especialmente maltratados, ya que desde hace meses están soportando una situación en la que el servicio de trenes de Renfe ha dejado de ser fiable. «Trabajo en el Hospital Virgen del Rocío, y cuando tengo turno de noche y salgo por la mañana me echo a temblar, porque hay días que empiezan a cancelar trenes y no he podido llegar a mi casa hasta las 12 de la mañana, y eso que salgo a las 9», explicaba a ABC de Sevilla Teresa, enfermera de 32 años. A todo ello se unen otros problemas añadidos que llevan años denunciando los usuarios de Utrera, como es la falta de ascensores en la estación o el escaso horario de atención personal en las taquillas.

Si hay algo en lo que coinciden todos los usuarios de estos trenes es que al hecho de que el servicio no está funcionando bien es la nula información que desde Renfe se da cuando hay retrasos o problemas en los trenes. «Es que hay veces que nos hemos pegado más de una hora en la estación y no viene nadie a decirnos qué es lo que pasa y cuando se va a solucionar el problema, algo que es bastante lamentable», cuenta Raúl, un utrerano de 43 años que utiliza el tren todos los días para ir a su trabajo en Sevilla.
Supresión de trenes
En esta situación, son muchas las personas que han decidido dejar de utilizar el tren para ir a su trabajo cada día, ya que ha dejado de ser un transporte fiable y les ha ocasionado llegar tarde a su trabajo en varias ocasiones, con las molestias que ello supone. Así, de tener el transporte gratis, han pasado a tener que costearse de su bolsillo el desplazamiento en vehículos privados. Un escenario que ha sido denunciado de manera enérgica por la sección sindical ferroviaria de CCOO Sevilla, que se ha quejado de «la supresión constante de trenes de Cercanías en la provincia», explicando que «perjudican a cientos de personas que se desplazan, a diario, desde los pueblos de la periferia a la capital hispalense para ir al trabajo, a clase o a citas médicas».
El sindicato ha asegurado que ha habido días en los que «han llegado a suprimirse hasta 25 trenes en una sola jornada. Esto hace que las personas se queden esperando en los andenes a un tren que finalmente no llega a su hora, teniendo que esperar al siguiente o buscar un medio alternativo».
Fuentes de Renfe, han indicado el problema parece estar en la falta de maquinistas que tiene el servicio en la actualidad, por lo que en el momento que se producen algunas bajas imprevistas, es imposible atender el servicio con normalidad.
«Estoy literalmente harto de poner reclamaciones, pero está comprobado que Renfe no atiende estas reclamaciones, porque en los últimos dos meses he puesto hasta 20», cuenta Pedro, un utrerano que lleva más de dos décadas usando el tren y que asegura que «nunca ha funcionado tan mal como lo está haciendo ahora».
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