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ARTE

Una imagen que sitúa a los expertos tras la huella artística del genial escultor Ruiz Gijón en Utrera

La restauración de la imagen de San Francisco de Paula abre la puerta a su atribución al creador de «El Cachorro»

La imagen de San Francisco de Paula que está en el santuario de Consolación, podría ser de Ruiz Gijón A.F.

Alberto Flores

El conocido escultor Francisco Antonio Ruiz Gijón -que pasó a la inmortalidad artística tras tallar una obra cumbre de la imaginería sevillana como es el Cristo de la Expiración, de la sevillana hermandad de «El Cachorro»- nacía en Utrera en 1653. El artista apenas tuvo tiempo de conocer su localidad natal, ya que siendo aún niño, al morir su padre, tuvo que trasladarse a Sevilla donde desarrolló casi toda su producción artística , razón por la cual hasta el momento no ha podido documentarse en este municipio de la campiña sevillana, ninguna obra que saliera de sus magistrales manos.

Desde entonces, encontrar una imagen firmada por Ruiz Gijón en Utrera, se ha tomado prácticamente como una cuestión personal por parte de muchos utreranos, que han tratado de escudriñar en todo tipo de archivos y analizar con lupa muchas de las imágenes de los templos utreranos, con la esperanza de encontrar una obra suya. Un asunto que ha vuelto al centro de la actualidad gracias a la restauración a la que ha sido sometida recientemente la imagen de San Francisco de Paula - creada en el siglo XVIII -, que desde hace siglos reposa de manera discreta y sosegada en el santuario de Consolación, en cierta manera eclipsada por la fuerza que ha irradiado siempre la Virgen de Consolación.

Profunda restauración

El restaurador utrerano Sebastián Martínez Zaya ha estado trabajando en los últimos meses en esta obra, que ya de nuevo vuelve a brillar en la casa de la patrona de Utrera. Ha explicado que «aunque sea una imagen de segunda categoría, ya que sólo tiene talladas las piernas, manos, brazos y el busto, tengo muy claro que es una de las grandes obras escultóricas que hay en Utrera y se puede tener perfectamente en cuenta la hipótesis de que saliera de las manos de Ruiz Gijón ».

A lo largo de los trabajos que se han llevado a cabo, principalmente destinados a eliminar la suciedad que la obra artística había acumulado con el paso de los tiempos, no han aparecido documentos, inscripciones ni firmas que puedan dar pistas acerca de la autoría concreta de la imagen. Eso sí, según cuenta el restaurador « hay un par de grafías, en la planta de uno de los pies , que han sido totalmente documentadas y protegidas para el estudio de los historiadores que son los que tienen que actuar a partir de ahora. Son grafías que a primera vista no tienen coherencia, realizadas con grafito».

La trayectoria vital y profesional de Ruiz Gijón coincide en el tiempo con una de las épocas de máximo esplendor de todo el fenómeno devocional que suscitaba la Virgen de Consolación en todo el entorno, que en aquellos años era el centro de peregrinación obligada para los fieles de toda la comarca y el lugar a donde acudían a encomendarse muchos de los marinos y aventureros que cubrían la distancia por tierra que separa Sevilla de los puertos gaditanos para embarcarse en los navíos que cruzaban el Atlántico en dirección a las Indias. La imagen en cuestión, fue concebida para presidir un retablo dedicado a San Francisco de Paula , el fundador de la congregación de los frailes mínimos, los encargados de darle el definitivo empuje al santuario de Consolación, por lo que no sería nada extraño que esta obra artística fuera encargada a uno de los escultores más talentosos del momento como era el caso de Ruiz Gijón.

Martínez Zaya asegura que en «Utrera puede haber varias imágenes de Ruiz Gijón»

«Uno de los factores que nos puede hacer concluir que la obra fuera de un escultor importante es sin lugar a duda la poca transformación que ha sufrido a lo largo de la historia, debajo de la suciedad estaba todo tal y como el escultor lo quiso hacer, es una imagen que está solucionada de una manera magistral con muy poco trabajo», cuenta Martínez Zaya.

Durante años, los amantes del apasionante mundo de las atribuciones de imágenes, se mostraron completamente convencidos de que Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna, de la hermandad de Los Aceituneros, era la principal obra de Ruiz Gijón que se encontraba en Utrera. Una teoría que se ha ido desvaneciendo de manera reciente, al aparecer investigaciones que lo vinculan a Hita y Castillo . Al tiempo que ha ido ganado fuerza la idea de que el verdadero Atado a la Columna salido de la gubia de Ruiz Gijón, es el que se encuentra en la capilla de San Francisco y pertenece a la hermandad de la Vera-Cruz.

«Personalmente creo que en Utrera hay como mínimo un par de imágenes de Ruiz Gijón», asegura Sebastián Martínez Zaya, en una afirmación que introduce un pequeño halo de esperanza para todos aquellos que están deseosos de poder presumir de tener en Utrera una obra de su ilustre paisano y al mismo tiempo abre camino a historiadores e investigadores para que sigan buscando ese documento perdido o escondido que sirva para asegurar con todas las letras, que el creador de «El Cachorro», también «regaló» a los utreranos alguna de sus obras maestras.

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