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Patrimonio

Las parroquias de Utrera realizan una «batalla» de campanas

Santiago y Santa María van a protagonizar un concierto especial para conmemorar el nacimiento de Jesús

Los campaneros de Utrera mantienen una tradición de más de cinco siglos IAPH

Alberto Flores

Una de las señas de identidad más reconocibles de Utrera es sin lugar a dudas el sonido de sus campanas, que ha permanecido de manera inalterable durante los últimos cinco siglos. Campanas que en otros tiempos servían para informar a la población de noticias que interesaban a los ciudadanos, como por ejemplo un incendio, una invasión un nacimiento importante o el fallecimiento de un vecino. Bronces que van a sonar de manera especial en los próximos días para celebrar el nacimiento de Jesús .

La particularidad de las campanas de Utrera no solo se concentra en su sonido inconfundible sino también en la manera prácticamente única que tienen los campaneros de hacerlas sonar. En Utrera los campaneros se suben en la propia campana, acompañando el volteo de la misma , proporcionando imágenes verdaderamente espectaculares que dejan con la boca abierta a todos los que tienen la suerte de contemplarlas.

Hay varios días a lo largo del año en los que las campanas de Utrera suenan con especial intensidad, llevando sus repiques a todos los puntos de la localidad, como por ejemplo la fiesta de la Inmaculada Concepción, el Corpus o la Virgen de agosto. A estas fechas hay que unir el periodo navideño, ya que la asociación de campaneros de Utrera ha diseñado un concierto especial de campanas que se va a desarrollar en dos entregas, el 24 y el 31 de diciembre. En ambas ocasiones de 12.00 a 13.00 horas , en una cita que llega bajo el nombre de «Repique el nacimiento del niño Dios».

La propuesta se plantea de una manera muy curiosa, ya que se va a tener lugar de una manera simultánea en las dos parroquias en las que tradicionalmente se celebran los repiques de campanas en la localidad: Santa María de la Mesa y Santiago el Mayor . De esta manera será una especie de pique sano o «batalla» entre los denominados «mochuelos», los que pertenecen a Santiago y los «quícalos», los más afines a la parroquia de Santa María.

Una actividad que realiza un guiño a u na rivalidad histórica mantenida por ambas parroquias para determinar cuál de las dos se fundó antes, una polémica que hasta el momento los historiadores no se han atrevido a cerrar. 

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