Antonio Orozco pone el broche de oro a la semana de los Latin Grammy en Sevilla

La noche ha comenzado cuando la fila de fans que guardaban colas desde hace horas han podido acceder a la plaza. Carreras y nervios por hacerse con la tan esperada valla para disfrutar del concierto desde primera fila. Pero aún quedaban un par de horas para la salida de Antonio Orozco al escenario, por eso mismo, un DJ ha puesto música a la espera. Canciones que también han ambientado la última alfombra roja, por la que ha pasado el propio artista y algunos influencers.

A medida que pasaban los minutos el pulso aumentaba y con ello la emoción de los asistentes, que han anticipado la salida del cantante con gritos y aplausos, llegando incluso a corear su nombre acompañado por palmas con compás flamenco. Tras unos minutos de cortesía, las luces se han atenuado dando inicio a este último concierto, con un mar de móviles capturando el momento.

El cantante, con su característica energía y entrega, hizo su entrada triunfal. La ovación ensordecedora del público fue la respuesta a la conexión instantánea entre el artista y sus seguidores. Arrancando con su tema 'La revolución', provocó el subidón del público y es que con cada verso, Orozco lograba atrapar la esencia de Sevilla, tejiendo historias de amor, desafíos y triunfos que han calado en sus fans.

Un inicio tan potente solo podía seguir por otros temas del mismo estilo como 'Hoy', 'Mírate' o 'Ya lo sabes', siendo esta última una de las canciones más cantadas por el público hispalense. Unos fans muy entregados con las peticiones del artista que ha estado continuamente animándoles «¡Bien fuerte Sevilla, que se oiga!». El catalán no se ha quedado atrás, se ha mostrado muy emocionado al escuchar cantar al público, con una inmensa sonrisa que le iluminaba el rostro. El momento de locura se ha producido cuando Orozco ha tirado la corbata y una toalla a los fans de las primeras filas.

Una de las sorpresas de la noche ha sido cuando Orozco ha hecho un homenaje a Pau Donés cantando una versión del tema 'Depende' de Jarabe de Palo, que ha dejado ver en sus ojos la emoción del momento. Reconociendo que es un tema que su amigo escribió con mucho cariño. Entre canción y canción, Orozco se tomaba un momento para conectar con su público sevillano. Contaba anécdotas, compartía risas y dejaba entrever la inspiración detrás de sus letras.

'Te esperaré' ha sido el final de una primera parte del concierto, con la que el catalán ha tomado una breve pausa. El público se ha mantenido expectante esperando el regreso al escenario del cantante, que con un renovado vestuario ha hecho un repaso por sus canciones más emotivas como 'Devuélveme la vida' o 'Estoy hecho de pedacitos de ti' con la que ha reivindicado que su amigo Pablo Alborán no se hiciera en la noche del jueves con ningún Grammy.

El cantante se ha mostrado muy agradecido con el público en todo momento, reconociendo que es para él un honor cantar en un lugar como la Plaza de España. Además, ha hecho hincapié en que los premios latinos deberían de haberse hecho desde hace tiempo en la capital andaluza, ya que así más artistas pueden «disfrutar del abrazo y la sonrisa eterna de Sevilla».

Sevilla sabía que con las últimas notas de 'Mi héroe' acercaban el final de esta semana única y no querían irse, por eso alargaron la despedida, al grito de «¡Otra! ¡Otra!». El artista no puedo no hacer caso a las peticiones de su público e interpretó 'Hoy será' y 'Entre sobras y sobras me faltas' con la que se ha hecho el silencio absoluto en la plaza. A pesar de ser el último concierto de su gira, Antonio Orozco ha prometido que «No es un adiós» y que Sevilla será el inicio de su próxima etapa.

A medida que los últimos acordes de 'Lo que tú quieras soy' se desvanecían, el eco de los aplausos resonaba en la Plaza de España. Sevilla había sido testigo de una semana que trascenderá en el tiempo, un encuentro único entre la música y la pasión de una ciudad que siempre ha latido al ritmo de la música. Sin duda, la Plaza de España guardará para siempre el eco de estos días inolvidable, donde la música ha hecho vibrar el alma de Sevilla.