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CIRCO DEL SOL

Los números más impactantes del espectáculo Luzia del Circo del Sol que puedes ver en Sevilla

Desde ABC, te informamos sobre todos los números que conforman el show de Luzia

El Circo del Sol amplía su estancia en Sevilla con nuevas funciones de 'Luzia'

Así será la gran carpa del Circo del Sol en Sevilla

«Luzia», el nuevo espectáculo del Circo del Sol ABC

Antonio Távora

Sevilla

El Circo del Sol vuelve el próximo 3 de febrero a Sevilla con su último espectáculo, «Luzia», una auténtica fiesta para los sentidos. Un show surrealista y brillante en la que participan cerca de 50 artistas. Tal y como afirman desde el Circo del Sol, «Luzia es la celebración de la vida y el arte, una explosión de luz y lluvia imaginada por el prestigioso director de escena Daniele Finzi Pasca».

Luzia es un espectáculo del famoso Cirque du Soleil que combina acrobacias impresionantes, actuaciones de danza, música en vivo y efectos visuales para crear una experiencia única e inolvidable. El espectáculo tendrá lugar en el Charco de la Pava, en un gran pabellón con un escenario circular y una pista de actuaciones alrededor del cual el público se sienta.

En cuanto a la temática del show, cabe destacar que el espectáculo gira en torno a un personaje llamado Luzia, un soñador que viaja a través de diferentes paisajes imaginarios, incluyendo un desierto, una selva y una ciudad.

Durante el espectáculo, los artistas realizan acrobacias aéreas, acrobacias en tela, equilibrismo, malabarismos y demás actividades típicas circenses mientras se desarrolla la historia. La música y los efectos de iluminación son esenciales para crear un ambiente mágico y transportar al público a través de diferentes paisajes y mundos imaginarios. Un espectáculo apropiado para todas las edades y conocido mundialmente por ser una experiencia emocionante e inolvidable.

Desde ABC, te informamos sobre los números que conforman el show de Luzia, el nuevo espectáculo del Circo del Sol:

Prólogo

Mientras el sonido del motor de un avión se desvanece, un paracaidista desciende en caída libre hacia una tierra de recuerdos. Aterriza en un campo de cempasúchil en plena flor, donde las caléndulas amarillas rodean una llave metálica gigantesca. Al girar la llave por curiosidad, el viajero comienza un viaje mágico a través del tiempo y del espacio, en algún lugar entre el sueño y la realidad.

Una mujer que corre

Con la salida del sol, una mujer corre junto a un caballo metálico para despertar ese México imaginario al que ha llegado el viajero. La mujer extiende sus «alas de mariposa» para homenajear el viaje migratorio anual de la mariposa monarca, del sur de Canadá al centro de México.

Salto al aro sobre cintas de correr

Este número combina el salto al aro con dos enormes cintas de correr, en homenaje a la agilidad y la velocidad. Siete acróbatas vestidos como colibríes, con alas y un largo pico, se lanzan a través de los aros que apenas miden 75 centímetros de diámetro. El reto se complica cuando los audaces artistas realizan el número sobre dos enormes cintas de correr en movimiento. Los acróbatas saltan a través de los aros, a veces hacia delante, a veces hacia atrás o doblados por la mitad. En algunos instantes, incluso saltan unos sobre otros impulsándose sobre sus compañeros.

Adagio

En un homenaje a la época de oro del cine mexicano, se realiza un número mano a mano en un salón de baile lleno de humo que evoca la película Salón México. Tres portores, maestros en el arte de « al acróbata», arrojan a la acróbata a las alturas para que ejecute impresionantes piruetas en el aire. A veces, sus compañeros la cogen por las manos y los pies para hacerla girar como una cuerda de saltar.

Rueda CYR y trapecio

Cuando cae el sol, las siluetas de los cactus se dibujan en el horizonte. Dos jóvenes muchachas bailan en el escenario con enormes aros, como salidas de un espejismo. Rodando con elegancia entre los quiotes (flores de maguey), pronto se les une una trapecista que realiza sorprendentes figuras, a veces suspendida únicamente por el talón. El número llega a su fin bajo la lluvia.

Payaso de playa

Después de montar en bicicleta por las montañas en dirección a la playa, el viajero hace una parada para beber agua de su cantimplora… que lamentablemente está vacía. Encuentra una pelota de playa abandonada con la que rompe la cuarta pared para enredarse en un competitivo partido con el público.

Equilibrio sobre bastones

Un salvavidas se contonea sobre una boya en medio de las olas, esta vez en tributo al cine mexicano de los años veinte. Poco a poco, erige dos columnas con bastones flexibles sobre su boya. Bajo las órdenes de un director de cine demasiado entusiasta, el artista realiza figuras: a veces balanceándose a un lado; otras, flexionándose; en algunas, realizando la cruz de hierro... haciendo siempre alarde de su gran fuerza física. El salvavidas agrega otros niveles a la inestable estructura hasta encontrarse a una impresionante altura de seis metros por encima del escenario.

El baile del fútbol

Este nuevo número celebra el ritual moderno del fútbol, deporte muy popular en México. Un hombre y una mujer se enfrentan en un duelo de destreza, en el que manejan el balón con los pies y la cabeza. Hacen que sus balones reboten, rueden y giren sobre sus rodillas, pies, suelas y nuca. Cuando de repente cae un aguacero, pareciera que el tiempo se detiene mientras que los dos artistas siguen jugando como si no pasara nada, impermeables a la lluvia.

El payaso de la lluvia y el desfile de percusionistas

El viajero, aún sediento, intenta rehidratarse con la providencial agua de lluvia. Lo que no sabe es que la lluvia es muy difícil de domesticar en este México imaginario. Comienzan a caer del cielo imágenes bidimensionales creadas a partir de gotas de agua y espacios en blanco, que preceden al desfile de percusionistas y cantantes que tomarán el control del escenario, en un recordatorio a las celebraciones que tienen lugar el Día de Muertos.

Mástil chino y postes

En una escenografía de ensueño que evoca los experimentos con peyote (una planta con propiedades alucinógenas), los artistas trepan por largos postes y se entrecruzan en el aire mientras saltan de un mástil al otro.

Columpio 360

Evocando el popular deporte mexicano de la lucha libre, un acróbata vestido de luchador enmascarado se sube a un columpio. Con el impulso, el columpio sube cada vez más alto hasta el momento en que alcanza su altura máxima y da un giro completo de 360 grados.

Correas aéreas

Un artista que encarna a un semidiós de la lluvia emerge de entre las aguas cristalinas de un cenote, evocando estas pozas naturales típicas de México que los mayas veían como portales hacia el más allá. Este artista ejecuta un acto de correas aéreas, roza la superficie del agua con sus cabellos al pasar por encima del estanque de agua trazando grandes círculos. Después, interactúa con una marioneta que representa a un jaguar a tamaño natural, un animal que posee una dimensión mitológica en la cultura mexicana. El artista termina por seducir al gran felino en este número lleno de poesía.

Malabares

En un homenaje al arte del malabarismo rápido, popular en México, un artista llega a hacer malabares hasta con siete bolos a una velocidad inaudita. Los bolos giran tan rápido que terminan por parecerse a la hélice metálica de un avión. El malabarista entabla un diálogo con la marimba, un instrumento musical típico de la región de Veracruz, al este de México.

Contorsión

Rodeado de velas e impregnado de un aura mística, un artista ata y desata sus miembros con una facilidad y flexibilidad sorprendentes. ¡Se tuerce logrando posiciones imposibles, hasta tocar la parte posterior de la cabeza con su pelvis!

Payaso buzo

El viajero se sumerge en el mar para explorar el mundo submarino que, en un principio, se presenta tranquilo hasta que perturba a tres relajados cactus en el fondo del océano.

Columpios rusos

Bajo una iluminada luna roja, nueve artistas ejecutan un número con columpios rusos, que deja al espectador con la boca abierta. Por primera vez en el Cirque du Soleil, los dos columpios, instalados sobre una plataforma giratoria, permiten a los espectadores apreciar el número desde todos los ángulos. Los acróbatas son propulsados por el aire hasta una altura de 10 metros con una sincronía extraordinaria.

Fin de fiesta

Todos los personajes que el viajero ha conocido a lo largo de su recorrido se juntan en una festiva celebración en torno a una gran mesa. Cada uno de ellos va vestido con un traje diferente que incorpora bordados tradicionales otomíes, creando una sensación de unidad y comunidad en esta escena final.

Cuerda floja

Un caballero ciertamente encantador pero ligeramente nervioso ha preparado el escenario para impresionar a su nuevo interés amoroso. La ha invitado a reunirse con él en un café al aire libre, de camino a la fiesta, para poder demostrarle su talento y valor girando, balanceándose y columpiándose sobre la cuerda floja, de igual grosor que un lápiz.

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