Sevilla y su cielo de oportunidades en la industria aeroespacial

Darío González Fernández
Business Manager de Indaero

El sector aeroespacial vive un momento histórico, con una cantidad de oportunidades sin precedentes.

Sin embargo, estas oportunidades también representan un desafío: Si no está preparado, puede quedarse atrás y serán otras localizaciones las que lo aprovechen.

¿Cuáles son algunas de estas oportunidades y qué debe mejorar si quiere seguir siendo una fuente de empleo de calidad?

La historia de la aeronáutica en Sevilla se remonta a más de 100 años y durante este tiempo ha demostrado estar a la altura en cuanto a calidad y tecnología. Fruto de este compromiso, hoy en día existen más de 14.000 puestos de trabajo en Andalucía. Pese a que la pandemia afectó duramente al sector, este se ha recuperado y estamos nuevamente a niveles prepandemia, con la necesidad urgente de aumentar la capacidad productiva para atender la necesidad de fabricación de 42.000 aviones en los próximos 20 años.

Tradicionalmente el mercado principal en la provincia ha sido el de aviones de transporte dual y militar, el A400M, el A330-MRTT y el C295, incluyendo los servicios de emergencia que realizan. Sin embargo, muchas empresas aprendieron hace años a vender internacionalmente y, además de a Airbus, a suministrar componentes a otros grandes fabricantes a nivel mundial.

Fue una gran noticia conocer hace unos meses la implantación en Sevilla de una nueva fábrica de componentes del fabricante suizo de jets, Pilatus, que podría llegar a medio plazo a albergar más de 500 trabajadores. Las empresas también han detectado oportunidades en el mantenimiento de aviones, llamado MRO, con centros ya implantados como Maestranza Aérea y Ryanair, y con oportunidades de crecimiento en todas las áreas del avión. En los últimos años se han creado oportunidades en el sector de movilidad aérea, como los VTOLs (Aviones eléctricos de despegue vertical que pueden usarse como taxis aéreos) y los drones, con un sinfín de aplicaciones, desde entrega de paquetería, vigilancia, producción de videos, etc.

Otro desafío importante es la sostenibilidad, es decir, fabricar vehículos aéreos respetuosos con el medio ambiente, lo que nos lleva a rediseñar nuevos motores, sistemas de almacenamiento de energía y sistemas de fabricación menos contaminantes.

¿Hay más oportunidades? Pues sí, y esta a la que voy a referirme es la que tendrá mayor crecimiento en los próximos años, el Espacio. Este mismo año se ha constituido la Agencia Espacial Española y, aunque aún está en fase de creación, en el próximo año veremos proyectos impulsados por la agencia, como un centro de incubación de empresas, grandes eventos de espacio o la espacialización de la sociedad, es decir, hacer que la sociedad se beneficie de la tecnología espacial. En este último aspecto, la empresa privada EOS-X ha designado a Sevilla, junto con Dubai, como las sedes de lanzamiento de sus vuelos turísticos a la estratosfera.

Este sector podría crear a medio plazo los mismos puestos de trabajo que los que tiene actualmente el sector aeronáutico y es importante que se aproveche esta oportunidad con financiación pública y privada. Eventos como el ‘Al Andalus Innovation Ventures’ ponen en contacto iniciativas empresariales con inversores, pero el sector espacial aún está muy lejos de los niveles de inversión que se producen en otros países y es importante seguir trabajando para atraer inversores que conozcan lo que se puede fabricar aquí.

Ya existen en Sevilla empresas con una larga trayectoria en este sector espacio e iniciativas privadas para fabricar, por ejemplo, el primer satélite andaluz. Disponemos de formación universitaria y técnica de calidad, además de la colaboración con grupos de investigación para desarrollarnos en este sector. El momento es ahora.

¿Y qué debe mejorar el sector para aprovechar todas estas oportunidades? Debe mejorar la productividad, ser más competitivo, ya que existen países con menores costos de producción y que han alcanzado un alto nivel tecnológico. Las empresas sevillanas están mejorando sus sistemas de fabricación incorporando tecnologías digitales como la realidad aumentada, los gemelos digitales o la inteligencia artificial. Y esta apuesta debe ser aplicada en la producción real, más allá de hacer pruebas de concepto.

Si bien Airbus es un excelente cliente local, si el sector quiere hacer crecer sus empresas debe hacer una mayor apuesta comercial en el ámbito internacional, buscando alianzas con distribuidores y partners en otros países, buscando oportunidades en los mercados asiático, medio oriente y estadounidense.

Las empresas reactivas suelen ser empresas acomodadas, que reaccionan si no tienen más remedio y que invierten solo cuando sienten una amenaza. Las empresas proactivas invierten planificando cómo quieren que sea su futuro, asumiendo riesgos. Muchas empresas se desgastan protegiendo su trocito de tarta, incapaces de visualizar el enorme mercado en el que nos movemos.

Las empresas con futuro invierten de manera decidida en I+D, en formación, en competitividad, adaptando modelos de gestión avanzados, como autogestión, la involucración de sus empleados en la toma de decisiones, la motivación y el reparto de dividendos entre los trabajadores.

La empresa Indaero, de la que he sido CEO durante 20 años, es pionera en la aplicación de este modelo de gestión, una empresa ahora sin jefes que, gracias a la implicación de la plantilla, ha iniciado un crecimiento exponencial tras la entrada del fondo Krisos y su modelo de gestión. Indaero comenzó como un negocio familiar y humilde. 20 años después, y gracias al esfuerzo de muchos profesionales comprometidos con el sector y la empresa, está siendo un ejemplo de innovación, formación continua y colaboración, manteniendo sus principios y valores. Gracias a ello ha recibido premios de Airbus por innovación, de la Universidad de Sevilla por colaboración con grupos de investigación y reconocida internacionalmente por la NASA por la tecnología de impresión 3D aplicada al sector aeronáutico.

Empresas como Indaero se han desarrollado en una ciudad donde hay personas inquietas, inteligentes y decididas, personas con ideas brillantes. Sevilla dispone del apoyo institucional, de tres universidades, centros formativos de calidad, de experiencia, tecnología y de muchos días de sol.

El sector aeroespacial de Sevilla tiene la oportunidad de estar a la altura de otros sectores tradicionales, como el agro, el industrial y el turismo. ¿Estará el sector aeroespacial a la altura del desafío? Y lo más importante, ¿quiere estarlo?