Hace 86 años, Mariano Terry abría un pequeño local de venta de coches en la calle Alemanes de Sevilla que, con el tiempo, acabaría siendo uno de los grandes grupos de automoción del sur de España: Grupo Terry Automoción, el grupo decano de la provincia de Sevilla.

Hoy, cerca ya de un siglo después, que se dice pronto, tengo el honor de presidir un grupo que cuenta con 18 marcas y con presencia en Sevilla, Cádiz y Málaga.

Pero no sería justo con quienes nos precedieron si no recordamos que este negocio ha llegado a ser lo que es gracias a la visión, la entrega y el esfuerzo de quien asumió las riendas de Terry cuando era aún una tienda modesta y la convirtió en el concesionario particular que más vehículos Citroën vendía en todo el mundo. Esa persona era mi padre y se llamaba Eduardo Pérez-Serrera.

Mi padre empezó en el negocio de Mariano Terry con 13 años. Y, sólo seis años después asumió la dirección de la empresa y la llevó a ser el concesionario Citroën con mayores ventas de toda Europa durante más de tres décadas.

Este reto no hubiera sido posible sin la confianza plena que tuvo en él Mariano Terry, un empresario con alma y con valores. Y tampoco hubiera sido igual sin la influencia que ejerció en don Eduardo su propio padre, mi abuelo paterno, un médico de enorme vocación humanista que logró sacar adelante a una familia de 15 hijos en plena posguerra mientras mantenía una clínica médica con enormes dificultades. Su generosidad, su entrega al servicio de las personas, caló hondo en Eduardo desde muy joven.

Esa combinación de visión empresarial y profunda humanidad marcó la figura de don Eduardo y se integró en el ADN del grupo, donde si algo hemos tenido claro desde siempre es que nuestro compromiso no es sólo con los clientes, sino también con todas las personas que hacen posible darles servicio: los miembros del Grupo Terry, los que han estado, los que están y los que vendrán.

Una transformación necesaria
El mundo ha cambiado, y nosotros también. El grupo que hoy lidero es fruto de una transformación profunda que comenzó en la segunda década de este siglo. A partir de 2010, entendimos que el futuro no estaba en vender más de lo mismo, sino en diversificar y adaptarnos. Y ahí comenzó la evolución de Grupo Terry Automoción hacia un grupo multimarca.

Pasamos de representar una única marca a integrar un ecosistema de fabricantes con estilos, públicos y tecnologías distintas. Cada incorporación fue un ejercicio de aprendizaje, adaptación y, sobre todo, de coherencia. No queríamos crecer por crecer. Queríamos crecer para ofrecer más soluciones a más clientes, para que cada cliente pudiera encontrar en nosotros la respuesta adecuada a su necesidad de movilidad. En suma, para que Terry fuese para todos un sinónimo de movilidad y de eficacia.

En ese camino, entendimos que no bastaba con acumular marcas. Había que darles sentido, integrar sus particularidades, formar equipos específicos y desarrollar una estructura capaz de ofrecer el mismo nivel de atención, sin importar qué fabricante estuviera detrás. Esa visión nos ha convertido en un grupo fuerte, equilibrado y sostenible, que compite en un mercado exigente sin renunciar a su esencia.

Ya no vendemos coches. Ofrecemos movilidad
El sector vive una disrupción sin precedentes. La electrificación, la digitalización y la aparición de nuevos modelos de negocio están redefiniendo nuestro papel. Ya no basta con tener stock o hacer campañas. Ahora hay que entender al cliente y saber acompañarlo.

¿Por qué? Porque el cliente ya no entra preguntando por un modelo, sino por una solución:

¿Me conviene más un renting o una compra? ¿Híbrido, eléctrico o gasolina? ¿Qué financiación me interesa? ¿Dónde lo recargo? ¿Y qué pasa si elijo un coche conectado?

En Grupo Terry, hemos pasado de ser vendedores a ser asesores de movilidad. Nuestra misión es ayudar al cliente a tomar la mejor decisión para su caso concreto. Lo hacemos con honestidad, personalización y vocación de servicio. No importa el logo del coche. Importa que quien nos visita se vaya con la certeza de haber sido bien atendido.

Un presente exigente, un futuro prometedor
En 2024, Grupo Terry cerró con una facturación de 131,5 millones de euros. Nuestro plan estratégico prevé alcanzar los 300 millones en 2026. Pero lo importante no son solo los números, sino cómo se construyen.

Hemos incorporado nuevas marcas, invertido en digitalización, profesionalizado equipos y apostado por un modelo de atención omnicanal. Y a la vez, hemos mantenido lo que nos hace únicos: la cercanía, la honestidad y la implicación personal en cada cliente.

Concesionarios que acompañan
Hay quien cree que los concesionarios desaparecerán. Nosotros pensamos justo lo contrario: que su papel será aún más importante.

Porque cuando alguien dedica una parte importante de sus ahorros a la adquisición de un coche –la segunda compra más relevante tras la vivienda– no quiere enfrentarse a un algoritmo. Quiere alguien que le mire a los ojos, que le escuche, que le diga con claridad lo que le conviene.

Eso no lo sustituye una web. Lo hace una persona. Y en eso, Grupo Terry seguirá marcando la diferencia. Nuestro modelo de atención no solo se basa en la tecnología, sino en el trato humano, cercano y profesional. Seguimos creyendo que el cliente debe poder comparar, preguntar, tocar, probar… y que siempre debe salir con la sensación de haber sido entendido.

Siempre desde Sevilla
Nunca hemos dejado de tener el alma sevillana. Aquí nació todo. Aquí dimos nuestros primeros pasos. Y aquí seguimos, con la misma vocación de servicio con la que empezó esta historia hace ya 86 años.

Mucho ha cambiado desde aquel pequeño local de la calle Alemanes hasta hoy, pero hay algo que no ha cambiado ni cambiará: seguiremos estando al lado de nuestros clientes. Porque la movilidad del futuro podrá ser más eléctrica, más digital y más global… pero seguirá necesitando de la confianza que se logra con el trato personal, de tú a tú, entre el cliente y el profesional que le ayuda desde que contacta con nosotros y entra por las puertas de nuestras instalaciones.

Ahí vamos a estar siempre, como hemos estado desde sus inicios y como estaremos en el futuro.