La omnicanalidad, clave para el comercio del futuro

Javier Ayala Diosdado
CEO de Pepe Pinreles
Juan Carlos Ramos Picchi
CEO de Pepe Pinreles

A día de hoy las tiendas físicas han dejado de ser simples puntos de venta para convertirse en espacios donde las marcas buscan ofrecer experiencias únicas, tecnológicas y atractivas para los consumidores. A pesar del auge del ecommerce, las tiendas físicas siguen siendo esenciales para las estrategias omnicanal, pero su enfoque ha cambiado para adaptarse a las expectativas de los consumidores actuales. Recientes estudios como el de la Comisión de Retail Media & Ecommerce de IAB Spain indican que la combinación de compras online y físicas sigue siendo la modalidad dominante para el 65% de los compradores y el 77% considera que seguirá comprando de manera híbrida en el futuro. Sólo el 13% se decanta exclusivamente por el canal de compra online, especialmente los más jóvenes.

A medida que aumenta la edad de los compradores predomina la tienda física como canal de compra (44%) y la compra exclusiva en internet cae hasta un 7% en el tramo de 60-74 años. Para no perder clientes, las empresas con tiendas físicas deben replantearse su futuro. Tener un bonito y atractivo escaparate parece que no va a ser suficiente.

Ya vemos cómo tiendas de barrio de toda la vida se van adaptando a las nuevas tecnologías para facilitar las compras de los clientes. No son pocas las pescaderías que utilizan la aplicación whatsapp para comunicar a sus clientes los productos frescos que tienen ese día, permitiendo su compra o reserva mediante este canal. También muchas tiendas de ropa muestran su catálogo por este mismo medio, consiguiendo interactuar así con los clientes de su barrio, aumentando el ticket medio de compra.

Muchas tiendas se adaptan a las nuevas tecnologías sin ser realmente conscientes, facilitando el pago por parte de los clientes, añadiendo TPVs que nos permiten pagar con el móvil o el reloj, o pagos por bizum.

Cada día son más los comercios que buscan en su estrategia la omnicanalidad, la venta online y su posterior recogida en tienda, también llamada Click-and-Collect. Este método ha llevado a que muchas tiendas físicas actúen como centros de recogida de pedidos online, lo que reduce los tiempos de espera para el cliente y ofrece mayor flexibilidad. Esta práctica muy utilizada por las grandes superficies también ha llegado a las pequeñas tiendas de barrio, que incluso no sólo dedican sus tiendas a la recogida de productos vendidos en su propia página web, también utilizan la tienda como lugar de entrega de paquetería de ventas de terceros, atrayendo así a múltiples clientes que acaban entrando en la tienda y, con un poco de suerte, realizando ventas extraordinarias.

Muchas marcas están utilizando sus locales como centros de actividad, ofreciendo eventos exclusivos, talleres prácticos, demostraciones en vivo o lanzamientos de productos. Por ejemplo, tiendas de moda ya ofrecen servicios de estilismo en vivo o asesorías personalizadas, muchas incluyen música en directo u ofrecen un pequeño picoteo para hacer más agradable la estancia en la tienda. La clave es que el cliente viva una experiencia diferente al entrar en una tienda.

Creatividad viral

Esa idea es la que tenemos para nuestras tiendas Pepe Pinreles, convirtiéndolas durante todo el año en un referente del barrio con numerosas actividades relacionadas con nuestras fiestas y tradiciones. Son ejemplos de esta estrategia el Belén con cientos de figuras de Playmobil que tuvimos en nuestra tienda las pasadas navidades, por donde circularon miles de personas aumentando notablemente las ventas en la campaña de Navidad, o las quedadas de intercambio de los cromos de Semana Santa, HolyCards, que llevan a la puerta de la tienda a cientos de personas con un ambiente familiar, dando así a conocer la tienda a un público muy amplio.

El marketing para nosotros es una herramienta clave para darnos a conocer, pero no usando sólo las redes sociales para hacernos ver. Tenemos muy claro que debemos estar a pie de calle, en los dispositivos móviles, en el mayor número de grupos de whatsapps posible. Prueba de ello son las balconeras tanto con letras de villancicos para la Navidad, como las que contienen letras de sevillanas para la Feria de Sevilla. Lo que es un producto de venta también se transforma en una herramienta de marketing para dar a conocer la marca y que por su originalidad se viralicen y logren reacciones positivas.

Conciertos como el de Los Centellas con motivo de un Black Friday o pasacalles con Manolo el del Bombo durante la celebración de la Eurocopa de fútbol en Sevilla, fueron otros eventos que llevaron a cientos de personas a las puertas de las tiendas.

Todas esas acciones dan vida a los barrios y hacen que el vecino sienta la marca como algo propio, creciendo esa conexión que hace que tengan en mente el producto cuando llega una fecha clave de compras.

El futuro de las tiendas físicas estará profundamente marcado por la Inteligencia Artificial (IA), transformando no sólo cómo los minoristas operan, sino también cómo interactúan con los consumidores. La IA tiene el potencial de hacer que las tiendas físicas sean más eficientes, personalizadas y atractivas, proporcionando experiencias que antes sólo eran posibles en el ámbito digital.

La utilización de pantallas dinámicas o apps conectadas a dispositivos móviles para mostrar ofertas personalizadas mientras los clientes recorren la tienda es algo que ya se empieza a ver en diferentes locales, o asistentes virtuales impulsados por IA que interactúen con los clientes en tienda, proporcionando recomendaciones de productos personalizadas en tiempo real basadas en el historial de compras o preferencias pasadas, son algunas de las acciones que ya se utilizan.

Las tiendas físicas han encontrado una nueva relevancia en 2024, posicionándose no sólo como espacios de compra, sino como centros de experiencia, tecnología y sostenibilidad. Para los minoristas, el desafío está en integrar lo mejor del mundo físico y digital, creando experiencias inmersivas y personalizadas que satisfagan las expectativas de un consumidor cada vez más exigente.

La clave del éxito será innovar continuamente y aprovechar las ventajas de las tecnologías emergentes para seguir siendo competitivos en este entorno en rápida evolución, no olvidándonos de lo que tenemos alrededor, los vecinos del barrio, que suelen ser los clientes potenciales siempre cercanos, por lo que hay que hacer un esfuerzo extra para que la relación marca-cliente se afiance y perdure en el tiempo.