Industria andaluza: del potencial a la acción

Florencio Chacartegui
Consejero Delegado de HIDRAL S.A.

Es bien sabido la importancia que para el desarrollo económico de una región tiene el disponer de un sector industrial importante y sólido, ya que se genera empleo estable, dispone de mejores salarios, se crean sinergias con servicios avanzados, además de otras muchas ventajas. También, desde el punto de vista interno de las compañías, la actividad industrial en sí tiene un alto potencial de innovación, de capacidad de exportación y avance hacia la internacionalización; lo que nos lleva a empresas de mayor volumen y valor.

La representación del sector industrial en la economía andaluz dista de la media española, suponiendo un 11.5% del VAB andaluz frente al 16.7% de media en España, y está bastante más alejado de otras regiones con mayor pujanza tanto de España como de otros países de nuestro entorno como son Alemania e Italia, con valores cercanos al 30% del VAB. Pero independiente de las ratios de medida considero que lo importante es tener clara la necesidad de crecer en el desarrollo de la actividad industrial y desde ese punto de vista, ir avanzando de forma continua y manteniendo la visión a largo plazo.

En mi opinión, creo que las directrices políticas actuales en Andalucía han sentados las bases para hacer crecer la actividad industrial en el territorio, con el apoyo al empresariado, el enfoque a la simplificación de los trámites administrativos y una consejería de industria con objetivos explícitos y bien enfocados.

Sin embargo, aún se requiere más foco en la ejecución de medidas y avanzar sobre los conceptos. A este respecto, destacaría cuatro acciones pendientes de llevar a cabo:
–Existen limitaciones en la red eléctrica por ser poco tupida para ciertos niveles de potencia que impide la implantación de proyectos de cierta envergadura. Para ello se necesita mayor inversión y creo que compromiso por parte de las compañías eléctricas.
–Se requiere la reforma de la ley de la Gestión integral de la calidad ambiental (GICA), que nos limita con un sistema extra garantista, cuando hoy en día la tecnología y la apuesta por la sostenibilidad medioambiental creo que suplen ampliamente los riesgos.
–También se requiere una reforma de la ley de autonomía local de forma que se disponga una política integral en todo el territorio y sobre todo dispongan de capacidad para gestionar de forma ágil los tramites y permisos propios para el establecimiento de una actividad industrial.
–Por último, disponer de mayor certeza normativa y seguridad jurídica, en aspectos laborales, impositivos e incluso cuestiones técnicas, que eviten la arbitrariedad futura de la que huye la inversión industrial. Pero esta cuestión es de difícil solución dada la coyuntura política actual de España.

No obstante, a pesar del contexto, creo que lo importante es disponer de un tejido empresarial bien formado y con capacidad de asumir riesgos, y desde un análisis interno asumir el camino hacia la excelencia que provoque el crecimiento de cada una de las compañías que constituyen el sector industrial y de fabricación en nuestra tierra.

De este modo, debemos afrontar los principales retos de las compañías industriales como puede ser disponer de un buen modelo de gobernanza con visión a largo plazo, propósito, valores y con órganos de gobierno y dirección muy profesionales y bien evaluados. También considerar la necesidad de cierto tamaño para competir en un mercado global, para ello hay que considerar fórmulas de colaboración, financiaciones alternativas, procesos de integración, etc.

Respecto a la transformación tecnológica, poniendo énfasis en la digitalización y la industria 4.0, recomendaría primero implantar un modelo sólido basado en la metodología Lean Manufacturing de manera que se ponga foco en la productividad, con herramientas de planificación adecuadas, con captación de datos de producción y análisis de estos (MES); y ya posteriormente enfocaría la automatización y robotización de procesos. Desde otro punto de vista, también hay que considerar los canales alternativos de comercialización que nos proporciona el entorno digital y que pueden ser claves en la posición competitiva de las empresas.

Un aspecto muy importante es el enfoque en la innovación de manera transversal en toda la organización y de este modo en Hidral hemos apostado por el desarrollo de una cultura de la innovación frente a departamentos específicos de innovación en productos u otras cuestiones; es un proceso largo y que requiere de una apuesta clara desde la alta dirección de la compañía, buscando la participación de todos los empleados en los procesos de mejora y creación de la compañía.

Frente al reto de la captación y retención del talento creo que hay que asumir el paradigma del nuevo trabajador, conciliando el trabajo con la vida personal, su participación en el propósito empresarial, incluso procurando unos salarios más altos y otros beneficios sociales. Otro aspecto es buscar fórmulas para puestos de poca demanda por la cierta “inclemencia” del puesto, como en nuestro caso sería el servicio de instalación de ascensores.

Por último, sobre el discurso reiterativo de la sostenibilidad, creo que primero hay que poner foco en la sostenibilidad económica del propio negocio, que nos lleva a la visión social de distribución de la riqueza mediante los salarios y el desarrollo de la cadena de valor con otras compañías colaboradoras, y por supuesto cumpliendo la reglamentación medioambiental, pero huyendo de la práctica del greenwashing.

En Hidral, este año cumplimos 50 años de existencia, somos una empresa familiar que nos dedicamos al diseño y fabricación de ascensores y otros tipos de elevadores, trabajando en tres segmentos diferentes: Elevación de personas y cargas, eliminación de barreas arquitectónicas y accesibilidad en medios de transporte; competimos con propuestas de valor y no en precios. Hemos asumido el contexto actual y frente a una incertidumbre persisten y la complejidad del entorno no nos quedamos quietos y buscamos oportunidades para seguir creciendo y en la medida que podamos contribuir a una mejor sociedad. Nuestros valores corporativos son esfuerzo, modestia, honradez, austeridad, buen humor y espíritu positivo, y carácter emprendedor. Tenemos una visión internacional, huimos de los regionalismos, pero estamos apegados a nuestros orígenes en Sevilla.

Andalucía tiene mimbres industriales, desde su propia historia con la industria extractiva que vuelve con expectativas, lo vemos en la industria agroalimentaria, en la aeronáutica, en el sector químico y en las energías renovables, pero está alejada de la intensidad industrial a la que debemos aspirar, por lo que debemos reclamar un pacto estable a largo plazo entre las principales fuerzas políticas y agentes sociales para dotar de estabilidad a un proyecto de desarrollo industrial de toda la región. Es necesario transmitir un mensaje unívoco a la sociedad por parte de todos los agentes sociales de la necesidad de fomentar la actividad industrial y la fabricación de productos de valor añadido.