El sector audiovisual andaluz vive uno de sus momentos más estimulantes. La conjunción de tradición, talento y tecnología nos está permitiendo dar un paso decisivo hacia la transformación digital de la industria, situando a Andalucía como un referente en producción de contenidos de calidad y en la aplicación de nuevas herramientas tecnológicas.
Siempre he pensado que el verdadero reto de cualquier líder no es sólo adaptarse a los cambios, sino anticiparse a ellos, ser capaz de inspirar a su equipo y convertir la innovación en una cultura viva dentro de la organización. Desde que asumí la dirección general de Grupo ADM, este ha sido mi objetivo: demostrar que la tecnología, lejos de alejarnos, es el gran aliado para unir equipos, multiplicar el talento y transformar la manera en que contamos historias y generamos valor para Andalucía y para el mundo.
Cuando llegué a la compañía, muchos nos asociaban exclusivamente a un programa emblemático como “Andalucía Directo”. Sin embargo, siempre he visto en la empresa una energía y un potencial enormes para diversificarnos, crecer y competir al más alto nivel, sin perder nunca nuestras raíces. Mi obsesión ha sido apostar por la innovación como motor de cambio, y, sobre todo, como una herramienta de cohesión y desarrollo profesional para todas las personas que forman nuestro equipo.
Ya parece claro que esta evolución del audiovisual no será posible sin una firme apuesta por la innovación tecnológica. La irrupción de la Inteligencia Artificial generativa está cambiando radicalmente la forma en que concebimos y producimos en cualquier segmento, y por supuesto, los contenidos audiovisuales no van a ser una excepción.
Si hay algo de lo que me siento especialmente orgulloso es que a día de hoy, en Grupo ADM somos pioneros en España en la aplicación de IA generativa de contenidos, gracias al acuerdo alcanzado con Google, que nos ha permitido liderar proyectos que hace apenas unos años eran inimaginables en el sector audiovisual nacional. Esta colaboración no sólo nos ha dado acceso anticipado a herramientas punteras, sino que nos ha permitido cocrear casos de uso reales en programación, guión, edición y distribución de contenidos, convirtiendo a ADM en laboratorio y referente a nivel nacional.
Apostar por la IA generativa ha supuesto rediseñar nuestros flujos de trabajo y, sobre todo, impulsar un proceso de formación continua. De tener un único perfil especializado en IA, hoy contamos con un equipo multidisciplinar que trabaja codo con codo con productores, guionistas y editores, logrando resultados más rápidos y de mayor calidad. Es un orgullo ver cómo compañeros y compañeras, muchos de ellos con décadas de experiencia en lo tradicional, se reinventan, lideran procesos de innovación y contagian entusiasmo al resto.
No son palabras vacías y a los hechos concretos me remito: A lo largo de estos últimos años, hemos apostado por formatos que no sólo destacan la innovación tecnológica, sino también nuestra capacidad de conectar con la sociedad andaluza. Ejemplos como “Andalucía en Semana Santa” o “De Tal Astilla, Tal Palo” son la prueba de que la tradición y la vanguardia pueden ir de la mano. Gracias a la tecnología, hoy podemos emitir en remoto, personalizar las experiencias del espectador y aprovechar recursos de IA para enriquecer la narrativa… pero siempre conservando el alma, la emoción y el carácter local que nos distingue. Al fin y al cabo, la televisión debe ser sobre todo eso: emoción.
Nuestro compromiso es seguir explorando las posibilidades que nos brinda una tecnología que es casi disruptiva y exponencial, pero que no puede hacernos perder el norte verdadero que supone colocar a las personas —equipos, colaboradores y público— en el centro de la experiencia.
Personalmente, uno de mis mayores orgullos es haber contribuido, desde la presidencia del Clúster Audiovisual y de Contenidos Digitales de Andalucía (LAND), a la creación de un ecosistema que ya reúne a cerca de 70 empresas, desde grandes referentes como Movistar+ o Grupo Secuoya hasta startups y compañías especializadas en animación, videojuegos, realidad virtual o producción inmersiva.
LAND ha sido, y sigue siendo, un espacio de colaboración público-privada donde la suma multiplica: compartimos conocimiento, generamos sinergias y trabajamos unidos para tres grandes objetivos. Primero, retener y atraer el talento andaluz, demostrando que aquí hay oportunidades de primer nivel. Segundo, crear proyectos compartidos que nos permitan ser competitivos en un sector globalizado. Y tercero, situar a Andalucía a la cabeza de la innovación audiovisual europea, con acuerdos estratégicos y una apuesta decidida por la internacionalización.
Mi apuesta es clara: la tecnología debe avanzar al ritmo de la responsabilidad y el compromiso social. Del mismo modo que en su día defendí, por ejemplo, una regulación sensata del uso de drones, ahora reivindico un desarrollo ético de la inteligencia artificial, con especial atención a los derechos de autor, la protección de los datos y el respeto a los creadores.
No me canso de repetirlo: lo que nos hace únicos no son las herramientas, sino la forma en que las usamos para construir historias, equipos y comunidad. Nuestro reto es mantener el equilibrio entre la excelencia creativa, la eficiencia que nos da la tecnología y el cuidado de nuestra identidad local y cultural.
Sinergias y oportunidades
La internacionalización ya es una realidad en Grupo ADM, y la próxima apertura de una delegación en Los Ángeles representa, más allá de un salto estratégico, la confirmación de que el talento andaluz puede competir y liderar en los grandes mercados globales sin perder su acento y su esencia. Pero nuestro compromiso con el futuro va más allá: trabajamos para que la sostenibilidad, la diversidad y el bienestar de nuestros equipos sean ejes transversales en cada decisión.
El sector audiovisual vive una transformación vertiginosa. La única forma de no quedarse atrás es aprender, compartir y reinventarse cada día. Yo lo hago rodeado de un equipo extraordinario, convencido de que la mejor innovación surge cuando la tecnología se pone al servicio de las personas, y no al revés.
Hoy, Andalucía tiene la oportunidad de situarse a la vanguardia del sector audiovisual europeo, combinando su gran patrimonio cultural con la capacidad de adaptarse a un mundo cada vez más digital y globalizado.
El reto es apasionante, pero lo mejor es que no pienso recorrerlo solo: seguiremos soñando, creando y contando historias que pongan a Andalucía en el mapa del mundo… con la misma pasión de siempre y la mirada puesta en el futuro
