Sanidad pública y privada. El valor de la coexistencia

Mario González
Gerente del Hospital Vithas Sevilla

La sanidad privada en España, y particularmente en Andalucía, es un tema importante y ampliamente debatido a lo largo de los últimos tiempos desde todos los actores implicados: profesionales, compañías aseguradoras, grupos hospitalarios y los propios pacientes y usuarios.

Sin duda alguna, la universalidad y la calidad de la atención que brinda el sistema público es ampliamente reconocida y valorada por los ciudadanos, pero no olvidemos que la sanidad privada ejerce una labor de complementariedad en el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud. Dada la trascendencia y el impacto que tiene esta coexistencia en pacientes, personal sanitario y en el conjunto de la sanidad del país, creo conveniente, con ánimo constructivo, poner en valor lo que el sistema sanitario aporta en los momentos actuales y los puntos clave a desarrollar en el futuro.

1. La colaboración público-privada es imprescindible

La coexistencia de la sanidad pública y privada debe ser vista y entendida desde la colaboración, ya que ello posibilita una distribución más eficiente de los recursos y la atención sanitaria. La sanidad privada no solo contribuye a la disminución de la presión sobre el sistema público, sino que se configura como un socio fiable en la solución de problemas que, de manera puntual, puede tener la sanidad pública como es el caso de las listas de espera, debiendo garantizar los niveles de calidad y atención requeridos. Garantizar al ciudadano una respuesta rápida y de calidad mejora la percepción de nuestro Sistema Nacional de Salud, independientemente de quien sea el responsable de la atención sanitaria final. Solucionar un problema de salud más allá de quien sea el prestador último es un buen símbolo de coordinación y cooperación dentro del marco del sistema nacional de salud.

2. Convivencia entre profesionales, compañías y grupos hospitalarios

Solo entendiendo que esta convivencia es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema ya sería una razón más que suficiente para que todos los actores remaran en la misma dirección y con un objetivo único y común: ofrecer la mejor atención a aquellos ciudadanos que optan en un determinado momento por la sanidad privada.

Pero hablar de convivencia significa también hablar de sostenibilidad del sistema, buscando un equilibrio en el ecosistema sanitario privado, en el cual todos los actores sean conscientes de la realidad del mismo y donde no se planteen situaciones fuera del marco de lo posible.

Es justo reconocer la gran labor de los profesionales sanitarios, si bien valorada socialmente, no siempre lo está económicamente; pero también es justo tener en cuenta el esfuerzo que desde las compañías aseguradoras han hecho por acercar la sanidad privada a capas cada vez más importantes de la población. Y junto a todo esto, grandes grupos sanitarios, como Vithas, apostando por una relación en la que no olvidemos el papel primordial del paciente y ampliando continuamente la red sanitaria para permitir y facilitar la accesibilidad del ciudadano a unas instalaciones con la mejor tecnología, con los mejores profesionales y con las mejores instalaciones que garanticen la mejor atención.

3. ¿Cuál es el papel de la sanidad privada?

Cuantificar la magnitud de la oferta de la sanidad privada en nuestro país nos ayudará a entender una realidad compleja en la cual el 55,6% de los hospitales en España son de titularidad privada, aglutinando un 32% de las camas hospitalarias, un 36% del total de quirófanos y siendo responsables del 31% del total de cirugías practicadas, del 24% de las altas y del 24% de las urgencias. Si hablamos de equipamiento médico, y solo a título de ejemplo, el sector sanitario privado cuenta con el 52% de las resonancias magnéticas actualmente en funcionamiento.

Si bien uno de los beneficios más aireados de la sanidad privada tenía relación con la facilidad de atención al sistema con una notable reducción de los tiempos de espera, también hay que reconocer que el covid-19 y la expansión en el aseguramiento privado en España y en Andalucía a lo largo de los últimos años ha tensado las organizaciones privadas a límites antes no conocidos, incrementando los tiempos de espera en las actividades del sector sanitario privado, situándose en el año 2023 en una media de 16 días de espera (frente a los 73 de la sanidad pública).

Sin embargo, la propia organización del sistema privado permite una agilidad a través de la cual los pacientes pueden obtener procedimientos diagnósticos y terapéuticos de una manera más rápida. No podemos olvidar el papel de la sanidad privada en la cobertura del mutualismo administrativo; el 82% de los mutualistas (MUFACE, ISFAS y MUGEJU) optan por servicios privados, situación que aporta eficiencia a la sanidad pública en su conjunto, ya que el gasto per cápita de dicha población cubierta es menor al gasto público per cápita. Es esta una situación en la cual la financiación debe ser revisada para garantizar la viabilidad del sistema y garantizar un mínimo de rentabilidad para las compañías que actualmente prestan este servicio (Segurcaixa Adeslas, Asisa y DKV).

4. Experiencia del paciente

Una de las grandes preocupaciones de Vithas como grupo hospitalario es la relativa a la experiencia del paciente, buscando siempre la mayor flexibilidad y personalización de la atención, ya que somos conscientes de que una relación estrecha y de confianza entre nuestros profesionales y los pacientes se traduce en un mejor servicio y atención.

Buscamos ofrecer disponibilidad, siendo conscientes de la realidad de muchos ciudadanos con jornadas laborales intensas o con obligaciones familiares a los cuales debemos hacer llegar una amplia oferta horaria. Y, junto a ello, la accesibilidad, acercando la atención en la medida de lo posible a los ciudadanos, como es en el caso de Vithas Sevilla la próxima puesta en marcha de un gran centro sanitario sin internamiento en Nervión, en el centro de la ciudad, que facilite el acceso de nuestros pacientes más allá de nuestro hospital de Castilleja de la Cuesta.

La confortabilidad en la hospitalización también es un factor relevante, ofreciendo nuestro hospital habitaciones con un alto nivel de comodidades, lo que mejora la experiencia de los pacientes y su recuperación al evitar los inconvenientes de compartir habitación y otras posibles molestias.

5. La competencia nos hace mejores a todos

La existencia de una sanidad privada fomenta la competencia en el sistema de salud, lo que, a su vez, impulsa la mejora continua en ambos modelos. Nuestro día a día se basa en ofrecer servicios de alta calidad, en innovar y mejorar constantemente en aspectos como la atención al paciente, la eficiencia en la gestión y la incorporación de nuevas tecnologías, procedimientos y tratamientos. Este entorno competitivo beneficia a los pacientes en general, ya que tanto el sistema público como el privado se esfuerzan por mejorar sus servicios. La presión para mantener altos estándares de calidad y eficiencia repercute positivamente en los usuarios, quienes ven cómo la oferta sanitaria se adapta mejor a sus necesidades y expectativas.

En resumen, la sanidad privada en España y Andalucía ofrece una serie de condiciones que la convierten en una opción real para los ciudadanos por razones muy diversas que van desde la reducción de los tiempos de espera hasta el acceso a procedimientos, tratamientos y tecnología avanzada. Y todo ello sin olvidar la importancia que se presta a la experiencia del paciente, eje alrededor del cual se articula todo el funcionamiento del hospital.
Solo siendo capaces de entender que todos trabajamos con un objetivo común y en un entorno colaborativo en el cual tanto el sistema público como las compañías aseguradoras, los grupos hospitalarios y resto de empresas que conforman la oferta privada tienen un mismo fin, lograremos evitar discusiones estériles y mejorar en la atención de nuestra población.